Crónica fin de año (2019)
"Hasta
donde el cuerpo aguanta, somos personas normales.., a partir de ahí, somos
bikers"
Este año nos hemos propuesto pasarlo lo mejor posible en todo lo relacionado
con el pedal. Los años van cayendo al igual que los kilómetros, y no están para
ir desperdiciándolos a lo loco. Así que en nuestras rutas intentaremos
sumar y aprovechar todo aquello que pueda hacernos sentir mejor; rodar, charlar
y/o filosofar, en definitiva, disfrutar de la montaña y de la mutua compañía,
es decir, todo lo que termine en "ar" o incluso en "er" nos
parece bien, así que vamos con el resumen de lo vivido en éstas últimas
52 salidas que ha tenido este 2019 que ya termina.
Y para empezar cada mes y siguiendo con una tónica "similar" a la del
año pasado, (pero al más puro estilo biker), incluiremos una frase
"filosófica" de esas que todos los bikers hemos oído alguna vez en
ruta, y que nos han hecho el sufrimiento de la subida, algo más llevadero
aunque solo haya sido por un instante; allá vamos:
Enero
En
ciclismo, todo te da por... detrás menos el viento, que siempre te da de cara.
Otra vez Enero y
con él, el frío intenso a partir de la segunda semana del mes. Como cada año,
la Virgen del Castillo en Chiva nos vio llegar puntuales el día 5, tras
marcarnos una buena subida al trote chochinero, y cuál fue nuestra
sorpresa cuando todavía con las pulsaciones desbocadas al llegar a la cima, no
encontramos la imagen esperada, es decir, a los Reyes Magos que desde hace al
menos diez años que los visitamos, adornaban el lugar con sus imponentes
imágenes de cartón piedra.¡Que desilusión!, en fin, no sabemos el motivo pero tuvimos
que enviar nuestras cartas por paloma mensajera con la esperanza de que
llegaran a tiempo.
Menos mal
que en esta ocasión éramos tres y en la foto de rigor, pudimos suplir a SS.MM.
posando “como reyes” en el mismo lugar que tantas veces ocuparon éstos.
Desde
aquí, hacemos un llamamiento a quien corresponda, a fin de que vuelva pronto
tan bella tradición, ya que no fuimos los únicos en quedar sorprendidos.
Volveremos…
El resto
del mes siguió como se esperaba, tranquilo pero con heladas por doquier que nos
hizo buscar el bendito sol de “la terreta” a la hora del avituallamiento.
Febrero
En la
bici, el dolor no es permanente, el orgullo sí.
Febrerico el
corto empezó como terminó enero, con frío pero con los almendros ya en flor, lo
cual significa que el crudo invierno parece haber pasado, cualquier año se nos
va a quedar por el camino, al tiempo…
Semana tras semana, el calor fue aumentando, y sin llegar a ser ni
mucho menos agobiante, aunque con mañanas a la salida de la base algo frescas,
si que nos ofreció unas rodadas placenteras con un tiempo increíble para la
época del año en la que nos encontramos. Sol por doquier y pocas nubes fueron la
tónica del mes, que terminó sin darnos apenas cuenta.
Marzo
Para
subir pulmones y para bajar cojones.
El mes de la
primavera por antonomasia, confirmó lo que ya veníamos disfrutando del
anterior, unas temperaturas primaverales aunque eso si, la lluvia sin dar
muestras de asomo. A principios de mes ya son casi 80 los días sin caer ni una
sola gota en nuestra zona y los caminos empiezan a resentirse, no hay mas que
ver las burricas cuando llegamos a la base. Todo esto hace que el alto
contenido de polen en el ambiente, nos empiece a atacar sin piedad y al llegar
a casa necesitamos más cerveza de la habitual…, será por eso ¿no?; al
menos es lo que le digo yo a mi mujer cuando me ve “asaltar” la nevera nada más
llegar, en busca del líquido elemento, jejeje.
Cabe destacar, que últimamente hemos visto más jóvenes y menos
“chavales” de más de 50 ciclando por la zona. Será que hay nueva hornada de
bikers que vienen a sustituir alguna remesa de los que ya hace mucho que nos
consagramos. De momento, a nosotros todavía nos queda mucho pedal y muchas
subidas (y
bajadas…) de las que disfrutar.
Otro dato curioso que hemos de remarcar este mes, es el que hemos
comido las primeras “necro-naranjas” de nuestra vida y será por eso que estaban
“de muerte”. Lástima de naranjal haya pasado a mejor vida. RIP.
Poco después de la primera quincena en la que Salva ya se había
vestido de corto la semana del 16 para subir a San Miguel, (Luis estaba de
vacaciones, como siempre en estas fechas…), volvió el fresquito y por
fin, las lluvias retornando afortunadamente a la normalidad meteorológica como
cabía esperar y por lo tanto, vuelta al equipaje de invierno. El mes y sus
cinco salidas no dieron para más.
Abril
¡ Yo me
bajo de la bici como me da la gana ! (vocea
el que se acaba de caer ).
Por
fortuna, ya hace más de un año que Roda i Pedal no ha
tenido que decirle a nadie la frase que encabeza el mes. Toquemos madera y que
siga la racha.
El mes
transcurrió como tocaba, es decir, apacible, fresco, con fortísimos aromas
de azahar conforme avanzaba el mes, y con un sol primaveral a la vuelta
de todos y “casi” todos los sábados que ciclamos, ya que el penúltimo
sábado del mes, el viento y la lluvia nos impidieron la rodada ( que no
el almuerzo tras la sesión indoor de spinning con nuestro amigo Nachete),
es más, hoy se cumplen 4 años de la última ruta que rodamos con Carlos, el
benjamín de aquel grupo “multitudinario” que en su día fuimos. Casualmente este
mes y en una de las rutas, nos desviamos hacia un lugar que visitamos en su día
y al que hacía muchos años que no habíamos regresado, por lo que volvimos para
hacerle una visita ( y una foto, claro…) al magnífico pino
monumental de la Masía de Porxinos, el
cual seguía igual que la primera vez que allí estuvimos en tan apacible lugar
y con el grupo al completo, una fría mañana de otoño, en concreto, la
ruta nº 78 acaecida un 21 de octubre de 2009; casi 10 años ya y parece que fue
ayer…
Las rodadas
se sucedieron tranquilas, disfrutando del paisaje y la montaña, a lomo de
nuestras máquinas de pedalear, todo un lujo que todavía es gratis, ¡increíble!;
tal y como les comentábamos a los guardias voluntarios a los que tuvimos el
placer de saludar en la citada masía, esa gente extraordinaria que vigila estos
tesoros de forma totalmente altruista y que trata de mantener a raya a esos
descerebrados que queman rastrojos en días con fuerte viento…
Mayo
Nunca
dejéis que mi mujer venda la bici por el precio que le dije que me había
costado.
Este mes
como de costumbre, supuso el cambio de indumentaria definitivo por el
“uniforme” de verano. La temperatura suave a la ida y con el sol ya situado en
lo alto a la vuelta, era un claro anuncio de que el veranito ya nos acecha.
Debido a
esta circunstancia, volvimos a nuestro “remanso de paz” habitual a la hora de
avituallarnos, disfrutando del silencio y el canto de los pájaros que en
ocasiones parecen vigilar nuestra respetuosa visita . “Manolito” en cambio,
no dió señales de vida, por lo que supusimos que habría cambiado de
hábitat al echarnos tantos meses en falta. J
Este mes
vimos en ruta lo que nunca habíamos visto, y mira que hemos vistos animales,
toros, vacas, caballos, burros, jabalíes, cabras, ciervos, erizos, conejos,
perdices, liebres, gatos, córvidos, carroñeros, pájaros de un sinfín de
especies, y un largo etc., pero hasta hoy, nunca habíamos viso un
“camello” en modo paseo con su dueño montado en la joroba, toda una novedad sin
nada que reprochar, cada uno tiene sus preferencias de transporte a la hora de
salir de paseo por el campo, jejeje.
En fin,
solo añadir que el 18 nos libramos de una gran chopada por poco, ya que fue
llegar al casa y al rato cayó una buena, pero las nubes que ya son viejas
conocidas de trayecto y nos respetaron una vez más.
Junio
La única
diferencia entre un niño y un hombre, es el precio de sus juguetes.
El mes
empezó sin sobresaltos meteorológicos, y a pesar del caloret que ya empezó a
dar señales de vida justo a mediados de mes en el camino de vuelta a la base.
En general hay que decir que no apretó demasiado ( si no contamos el
último sábado que nos cayeron 37.7º claro…) , y todo fue aún más
placentero de lo que se esperaba a estas alturas de primavera. Y continuando
con las sorpresas, ese mes no fue un camello con lo que nos topamos, sino tres
humanos con sendos ¡scooters de una rueda! en plena montaña, ya veremos que es lo
siguiente
Julio
Después
de la subida viene lo mejor…
Con el
verano ya plenamente instalado, empezó el mes como lo dejamos. El primer sábado
marcamos 34.5º y ya no abandonamos el agobio en lo que restó de mes, vamos lo
que se esperaba, eso sí, a las horas centrales del día, en casa, como dicen los
del tiempo en la tele J, a fin de evitar “sofocos” o peor aún, que te de una
h….. de calor.
Las nubes
ni estaban ni se les esperaba, así que solo nos quedó darle a la “mui” al son
del pedaleo a fin de olvidar el calor, y al igual que cuando hemos
tenido una emergencia, regresar por el “super forat de cuc” que nos recorta la
ruta de regreso en dos o tres kilómetros, que con estos calores y el sol
zumbando de lo lindo a rayo partido, siempre es de agradecer, y sobre todo a
sabiendas del peligro que supone como todo buen biker debe conocer, que en
verano es extremadamente peligroso alargar el tiempo de pedaleo sin echarse una
buena birra fresquita a “gaznate gayola” nada más exista esa bendita
posibilidad.
En fin, a
estas alturas las vacaciones están cerca y eso siempre da ánimos para continuar
con la ruta semanal sin desfallecer, pero bikers lo que se dice bikers, no
hemos visto muchos este mes, ¿porqué será?
Agosto
Ojos que
no ven, árbol que te comes.
El mes
empezó con el parón vacacional obligado, ya que Luis estaba ausente y Salva “en
solidaridad con su hermanito”, se quedó en la cama un ratito más, aunque esta
especial circunstancia no significaba que tuviese que perdonar el nivel
habitual de cervecitas durante el resto de la mañana J , con este calor, que
otra cosa se puede hacer…
De vuelta
ya el día 10, continuamos donde lo dejamos; sol abrasador a gogó y buenas
pedaladas al son de la charla, contándonos las novedades acaecidas estos
últimos días cada uno donde los haya pasado. Buenas sensaciones y caminos
solitarios que nos corroboran que el kilómetro se vende caro por estas
latitudes pasadas las 12:01 p.m.
Los caminos
polvorientos, la hierba amarillenta, las cigarras a pleno pulmón, y las viñas
en su máximo esplendor, son señales inequívocas de la época del año en que nos
encontramos. Ciclar sin pensar en Lorenzo es de lo que se trata; esto te
permite llegar a la base sin una circunvolución cerebral extra en la cabeza,
vamos, lo que en el lenguaje coloquial biker llamamos llegar con un
“surco” o “raya” en el coco debido al esfuerzo y la temperatura corporal que se
alcanza. Esto solo se soporta con buen rollo a la sombra de los pinos, una
birrita fresquita a la hora de almorzar, y sobre todo, la esperanza de un buen
refrigerio a la vuelta, sin olvidar una siesta del ocho que tras una placentera
ducha y un buen plato de hidratos de carbono a libre albedrío, todo ello claro
está, bien regado con zumo de cebada, viene a ser el resumen de la mañana del sábado
con cincuenta o sesenta kilómetros de montaña en las piernas. Así es como se
soporta una salida en bici en los meses que aprieta el amigo Lorenzo de lo
lindo.
Septiembre
Para
jugar al fútbol se necesita una pelota; para hacer mountain bike, se necesitan
dos.
Empezamos el mes con
peligro inminente de lluvia, que no nos desanimó la primera semana e hicimos
pleno, ya que terminamos la ruta sequitos, al menos de agua de lluvia.
No fue así la segunda, que ante la que había caído la noche
anterior (más de 100 l/m2, decidimos no arriesgar, y esta sí que
fallamos pues ya no cayó una gota el resto de la mañana. El tercer sábado del
mes y último del verano, seguimos con la misma tónica, lluvia durante la
madrugada y a primera hora, pero de nuevo volvimos a arriesgar y volvimos a
acertar, ni gota durante la ruta aunque la amenaza nubosa fue constante. Al
menos en estos días inciertos climatológicamente hablando, rodar es un disfrute,
ya que los olores a tierra mojada y a las plantas aromáticas de la montaña no
tienen precio. Si eso le sumamos una buena temperatura y ganas de rodar,
la ruta se vuelve simplemente perfecta.
Y como era de
esperar, el tiempo se calmó y el último del mes, la temperatura rozó los 30º y
nos hizo recordar las rutas de pleno verano. En fin, como siempre por estos
lares, el calor no nos abandona hasta bien entrado Octubre o…..
Octubre
No
se deja de pedalear cuando se envejece, se envejece cuando se deja de pedalear
Y con él,
entramos ya en el último trimestre del año. Las viñas caducas y los montones de
hojas muertas por los caminos, marcan la tónica otoñal que nos acompañará
durante casi 90 días, aunque a juzgar por la temperatura nadie lo diría. El
sol, ya visiblemente bajo, sigue calentando de lo lindo sobre todo a la vuelta
y por ello, el “veroño” parece una nueva estación que vamos a tener que aceptar
si esto sigue así.
Por lo demás,
las rutas se sucedieron tranquilas como de costumbre, salvo algún altercado
puntual como el que hemos bautizado a un nuevo personaje al que desde ahora
llamaremos “el cacique” , un cacho carne con ojos que tras casi atropellarnos
marcha atrás, todavía quería tener razón (que si me vieras con
traje, que si no sabes quién soy yo…), en fin, que cada vez cuesta más
obtener una disculpa de quien se equivoca, serán los tiempos.
En lo
positivo, este mes tuvimos un miércoles de ruta, y lo celebramos
avituallándonos en Benaguacil, cosa que ya hemos convertido en costumbre en
estos días extra de rodada. También resulta destacable que el que redacta estas
líneas, se hizo la última instantánea para el calendario anual con 59, ya que
la próxima será ya con “60 tacos” y muchos, pero muchos kilómetros en las
piernas. Ojalá, quede alguna que otra decena de crónicas que escribir, buena
señal será. De momento habrá que celebrarlo como merece la ocasión, es decir, a
lo grande y en buena compañía.
Noviembre
En
la montaña y con la bici, todo lo que baja, sube.
Pues como
decíamos ayer…, ya ha caído otro y con él, la primera ruta con 60
castañas y tres días no se hizo esperar, así que como el primer finde de mes
tocaba foto, pues nada mejor para el recuerdo por partida doble.
En lo
meteorológico, todo parecía seguir igual, ya que el mes empezó con máximas de “
casi 29º ”, así es nada, por lo que rodamos con la certeza de que cualquier
sábado a no tardar mucho, nos vendría de golpe alguna helada, pero no llegó,
rasca si, pero frio lo que se dice frio del copón, no demasiado, únicamente nos
molestó el viento que hacía ya mucho tiempo que no nos martirizaba en ruta y
las dos últimas semanas nos obligó a reponer fuerzas en “el forat” para tener
un ratito de tranquilidad mientras nos avituallábamos al son de la tertulia.
Diciembre
Las
únicas cadenas que te dan libertad son las de tu bici.
Pues en lo
concerniente al último mes del año, el que escribe este resumen poco puede
contar, ya que un grave problema de salud en el entorno familiar me impidió
rodar como de costumbre. El superviviente de Roda i
Pedal cicló como un cadete sábado tras sábado y me envió las fotos de
las rutas para darme ánimo, cuestión que palió al menos durante un rato, la
preocupación que en esos momentos tan complicados sentía, y que espero que con
el tiempo, vaya disipándose poco a poco pasada con éxito, la primera tanda del
problema.
Espero que
el año entrante nos traiga sobre todo, “SALUD” a todos los miembros de la
familia, puesto que es el bien más preciado que tenemos, aunque a veces lo
solemos olvidar con demasiada frecuencia, de esta forma podremos seguir con
nuestra “bendita rutina” y rodar cada sábado como de costumbre por esas
bienaventuradas montañas que observan impertérritas año tras año nuestro
pedaleo por sus innumerables sendas.
¡¡
Feliz 2020 !!
Roda i
Pedal ©