domingo, 24 de diciembre de 2017

Crónica fin de año (2017)

La vida no se juzga por el tiempo, sino por los recuerdos de los momentos especiales que vivimos

Leonid S. Sukhorukov

Bien, pues otro año de pedaleo que ha tocado a su fin, aunque éste ha sido un año de estabilidad (ciclísticamente hablando…) porque como ya comentábamos el anterior, solo hemos quedado dos de los cuatro bikers que durante mucho, que digo mucho, muchiiiiiiisimo tiempo rodamos en el pasado, ¡¡ qué tiempos aquellos !!

En fin, es lo que toca, adaptarse o agarrotarse, y mientras tengamos salud, fuerzas en las piernas y ganas de pasarlo bien pedaleando, esta va a seguir siendo la tónica de este Roda i Pedal que sábado tras sábado continuará dándole a las bielas mientras el cuerpo aguante.

Como ya es costumbre, la primera ruta del año y como no podía ser de otra forma,  fue “la cuesta de Enero”, es decir, la subida a la ermita de la Virgen del Castillo en Chiva a visitar a SS.MM. los Reyes Magos, cuyos imponentes monumentos nos aguardaban gélidos, en este primer sábado del año 2017.

Un sol radiante pero con un ambiente como decíamos, gélido,  nos acompaño durante toda la mañana, que culminó con una desagradable sorpresa, ya que cuando nos disponíamos a  perpetuar nuestra visita al lugar como de costumbre, observamos que nuestra querida y vieja “nikoleta” con la que tantas aventuras hemos compartido, había pasado a mejor vida, cuestión que nos obligó a improvisar la foto con nuestros móviles “vintage”  para que al menos, pudiera quedar constancia  de nuestra visita en el próximo calendario. Por lo demás, todo perfecto y sin novedad.

El inicio del año también le dejó a Salva un pequeño parón pedalístico por motivos quirúrgicos. Por fortuna, el maldito pólipo nasal paso por fin a la historia, y de nuevo rodamos a placer como de costumbre y ahora respirando a “tuti plen” ¡ que maravilla !, pero este año el frío continuaba instalado en nuestro territorio, y las heladas se convirtieron en lluvias, las cuales nos apearon obligatoriamente de la bici una semana de las cuatro que tuvo el mes, cosa la cual no deja de ser novedosa en nuestra historia biker.

En Febrero el frío continuó dando guerra, pero no impidió que  rodáramos con la normalidad habitual a lo largo de todo el mes y como no,  la nueva “nikoleta” hizo su aparición a fin de perpetuar la foto del mes y esperemos que muchas más.

Marzo ya apuntaba la incipiente primavera, y aunque con charqueras, pudimos darle al pedal y disfrutar de los sábados que salimos, que finalmente solo fueron dos,  ya que  por una parte le dimos esquinazo a San José y nos marchamos de vacaciones unos días, pero lo peor fue que a la vuelta, a Luis le dio “un viaje” el lumbago y lo tumbó (literalmente…) una semana en la cama, por lo que nos perdimos rodada de final de mes por motivos obvios. (que racha llevamos…)

Abril y ya con la primavera a cuestas, nos devolvió a la normalidad, y nos deleitó como era de esperar, con los finos aromas de azahar y el colorido de los campos, que parecía anunciar que “el caloret” pronto iba a llegar, pero este año parece ser como los de antaño, donde el fresco mañanero hace bueno aquel refrán de que “en abril, no te quites fil”, y así fue. También los problemas físicos hicieron de nuevo aparición y una bronquitis del 8, impidió que Salva rodara un sábado (continuábamos con la mala racha). Finalmente, terminamos el mes de largo riguroso, con frío y una finísima lluvia el último sábado de mes, que aunque no nos impidió rodar como de costumbre, por precaución, si que nos hizo cambiar nuestro habitual lugar de avituallamiento.

Mayo se presentó poderoso, con aromas de azahar en el aire, y con los achaques sufridos meses atrás totalmente superados;  ¿frio? ;  hasta el 30 de mayo no te quites el sayo?, pues si, de hecho, hacía muchos años que a estas alturas de año todavía rodamos con ropa de invierno riguroso, pero al final de mes el veranito apuntaba maneras y la última semana toco cambio de equipamiento.

Junio empezó indeciso, pero el segundo fin de semana ya nos mostró con crudeza que el Sol no iba a perdonarnos, cosa que no nos impidió rodar como siempre y disfrutar de las mañanas “sabandeñas” al son de la buena charla dándole al pedal y a la “mui” de lo lindo.

Julio y Agosto fueron como siempre mortales en lo relativo al calor, y este año no iba a ser menos. Siempre comentamos en ruta, sobre todo al regreso, que hay que tener mucha afición o estar “muy locos” por no decir muyyy gilip…..,  para rodar por esos caminos desérticos con el Sol en lo más alto cayendo a plomo (como no puede ser de otra forma a más de 35 grados …), y eso que somos escrupulosos a la hora de seguir los sabios consejos de la tele cuando dicen los meteorólogos aquello de ….. “beber mucha agua y evitar hacer ejercicio intenso en las horas centrales del día……”· , de ahí que a eso de las 13:50 h.,  siempre estamos en la puerta de casa finalizada ya la rodada semanal,  obediencia y cordura llevada al máximo  de forma rigurosa, ¡faltaría más !, en fin, corramos un tupido “bike-lo”

Bien, en los meses más calurosos rodamos con normalidad a excepción de la semana vacacional en agosto, que uno por tierras Celtas y el otro por tierras Vascas, fueron motivo del paroncillo que ayudó a recuperar fuerzas y retomar el pedal con ganas y muchas cosas que contar,  eso sí,  bien regadas con buenas birritas fresquitas a gogó en la base, terminada la ruta de cada sábado como no podía ser de otra forma.

Septiembre continuó caluroso, y aunque su primer sábado amaneció fresquito y casi apetecía ponerse la térmica al salir, pero todo fue un espejismo y “Lorenzo” siguió castigando de lo lindo, aunque eso sí, su ya notable inclinación a mediados de mes, aumentaba las sombras y con ello, la sensación de que algo estaba cambiando. Destacar que Salva volvía de nuevo a renquear de sus problemas bronquiales, al igual que meses atrás, por lo que tocó sufrir en las subidas más que de costumbre, ya que como todo buen biker saber, el cm3 de oxígeno se vende muy caro en estas circunstancias.

Octubre y el incipiente otoño, doraban las hojas de los árboles y tornaban el sol de un color invernal, aún así “Selene” continuaba con su habitual atuendo, alegrando el regreso de todo biker que transite por esos lares como hacemos nosotros cada semana, jejeje. (hay que ser de Roda i Pedal para entender de que estamos hablando).
Rodamos semana tras semana sin atisbo de lluvias que ayudaran a mitigar la sequía y aliviar los embalses que a fecha de hoy están en jake, pero así terminó el mes, tal y como había empezado y nosotros todavía con la ropa de verano.
Este mes también nos vimos sorprendidos en un par de ocasiones por la “aparición” repentina de un Alb… digo de Kike, que nos acompaño en alguna ocasión en la ruta de regreso recordando viejos tiempos y así de paso, salir en la foto.

 Noviembre comenzó al igual que terminó el mes anterior, por lo que en la zona donde solemos rodar, cada día nos encontramos con más gente, más perros, mas caballos, más basura…,  debido sobre todo al buen tiempo, cuestión que nos reduce drásticamente esa ansiada tranquilidad que buscamos en nuestro ratito de descanso cada semana y bocata en mano.
El segundo fin de semana del mes nos obligó a ponernos de largo irremediablemente; 10 grados de bajada termométrica en comparación con el sábado anterior tuvieron la culpa, pero eso sí, a la vuelta nos molestó un poco el atuendo.
La trama de la foto “bikereña” para este final de año nos mantuvo ocupados muchos ratos y con ello, el buen humor se hizo patente. Ahora solo quedaba esperar la fecha y acopiarnos del  “attrezzo” pertinente para la ocasión. El resultado está por ver, pero nos lo hemos pasado pipa solo con los preparativos.

Y por fin llego Diciembre, el ambiente ya olía a Navidad, las viñas vestidas de inverno y el viento helado de la mañana, nos avisaba seriamente  de que “the winter is coming”,  ¡¡ y por fin !! , y así, el frío se hizo un hueco en nuestra querida “terreta” y terminó por despojar definitivamente a los árboles de sus hojas, y con él,  el momento de la foto navideña cuyo resultado no ha sido otro que el esperado, como no podría ser de otra forma.
Como de costumbre y sin darnos cuenta, nos plantamos en víspera de Nochebuena y por ende, las últimas vacaciones del año, lo que nos permitió rodar algún que otro día en la semana navideña por “rutas salvajes”, al objeto de poder cumplir tanto con las montañas, como con la familia en tan emotivas fechas.

Y así ha pasado otro año de Roda i Pedal, otro año más de buenos recuerdos, a la espera de que el venidero sea al menos, tan bueno como el que acabamos de terminar, y con ello, poder seguir con nuestra rutina biker, esa bendita rutina que nos ayuda a mantenernos en forma tanto física como mental, porque como alguien dijo,   No se deja de pedalear cuando se envejece, se envejece cuando se deja de pedalear”. 
Bueno, y así quedó nuestro año pedalístico en miniaturas fotográficas, pero si lo quieres ver en formato calendario y a mayor resolución, tendrás que venir a tomarte unas birritas con nosotros, estás invitado. 

 ¡¡ Feliz 2018 !! 


                                             
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