sábado, 31 de diciembre de 2016

Crónica fin de año (2016)

Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo si en el empeño ponemos coraje y esperanza.

Alfred Tennyson

Otro año más “a la saca”, y ya son muchos de incansable pedalear. Parece que fue ayer pero ya vamos camino de los 25, en fin… los años pasan deprisa pero nosotros todavía estamos ahí, rodando sábado tras sábado, cosa la cual tiene su mérito ¿no?;  ahora bien, ya podemos asegurar que el grupo ha quedado definitivamente mermado por diversas circunstancias. Por una parte, la ausencia de Kike, el cual por motivos laborales (entre otros…), no puede rodar los sábados como ha venido siendo costumbre durante muchos años, y por añadidura, la ya definitiva ausencia  “perpétua”  de Carlos, el benjamín del grupo (por edad que no por tamaño, claro)  al que hicimos durante todos estos años, además de un buen biker, un hombre hecho y derecho, pero que hoy, ya con 25 tacos en las espaldas y nuevas emociones a la vista, (coche nuevo, trabajo, etc.,) nos ha dicho adiós al grupo y a cualquier cosa que empiece por “s” de sufrir. 

Han sido 10 años de continuado rodar en grupo sábado tras sábado en compañía de sus tíos Kike y Luis y junto a su padre, que orgulloso, ciclo a su rueda disfrutando de su compañía y de las incontables vivencias compartidas que siempre estarán ahí, en mi recuerdo, contemplando año tras año su imparable evolución tanto en valores como en potencia física, potencia que en alguna ocasión nos llevó a sonreír (por no decir a morir…) cuando el chaval nos hacía algún relevo, ¿os acordáis, chicos?

Pues sí, este año y como de costumbre, Enero nos llevo a visitar a los Reyes Magos en lo alto de la Ermita del Castillo en Chiva, lugar que nos recibió también como de costumbre en estas fechas, con un cielo gris, muchas nubes y un viento si no frío, algo molesto, hasta el punto que nos hizo apresurarnos en tomar la foto de rigor y dejarles la carta plagada de buenos deseos a SS. MM.  

Febrerico el corto” que este año fue un poco más largo al tocar año bisiesto, nos vio rodar por los lugares de costumbre y con un tiempo más primaveral que invernal, ya que el frío a esas alturas parecía no querer manifestarse y los almendros ya empezaban a mostrarse plagados de flores cual primavera incipiente, eso si, llevamos más de 100 días sin que caiga una gota y la montaña empieza a resentirse. El mes se despidió con un día de perros en su último fin de semana, un viento frío con fuertes rachas de más de 50 km/h, nos hicieron maldecir nuestro atrevimiento de haberle plantado cara a la meteorología, este sábado fue uno de los peores en los que recordamos haber rodado, y mira que llevamos centenares…

El mes de Marzo nos recibió más calmado y aunque el viento siguió haciendo acto de presencia, la luz, los aromas y la temperatura apuntaban a principios de mes, a una incipiente primavera que no tardó en llegar en todo su esplendor.

Abril resultó tranquilo y benévolo meteorológicamente hablando, y al igual que el mes anterior, nos ofreció sábados de deleite rodando por nuestros lugares habituales, eso sin contar que fue mes de profundas y definitivas charlas en lo relativo a otra de nuestras aficiones, la fotografía, que culminó con el estreno de dos flamantes “Nikonlotas” D7200, todo un lujo.

Mayo ha sido el mes que este año nos ha tocado el deseado “finde biker”.  Ruidera  (http://rodaipedal.blogspot.com.es/2016/05/normal-0-21-false-false-false-es-x-none.html) . Sus lagunas nos abrieron las puertas y nos mostraron todo su esplendor, bueno, casi todo, pues no habían cascadas debido a la poca lluvia que venimos acumulando estos últimos años, pero aún así, nos ofreció una ruta muy plácida (casi diríamos que demasiado…), eso si, plagada de buenas anécdotas, buena mesa y sobre todo,  buen rollo que junto con nuestras chicas, siempre nos acompaña. Lo vivido este fide nos hizo disfrutar plenamente de la estancia y con ello, poder celebrar como la ocasión merecía, nuestro décimo finde biker consecutivo, ahí es nada. (¡ y vamos a por la docena, con un par! ).

Con Junio el calor nos perdonó casi hasta el final, pues los sacos de nubes que solemos derramar al viento antes del alba cada sábado, fueron de buena calidad y nos ayudaron hasta el día del solsticio, el cual dio paso al habitual “caloret” que ya no nos abandonaría hasta bien pasado el otoño.

Julio y sus cinco sábados nos marcaron bien el mallot y la camiseta en nuestra ya castigada piel de biker, aunque esas paradas de avituallamiento que tenemos costumbre de realizar en los enclaves elegidos a tal fin, con el bocata, la cervecita fresca, el cafelito y para rematar, el vaquerito de “ayahuaska”, todo ello aderezado con la buena charla habitual, nos hizo pasar el primer mes de verano con cierta comodidad,  y decimos “cierta” porque el astro rey apretó de lo lindo, y además, tuvimos algunas “visitas inesperadas” tres sábados seguiditos  en nuestro remanso de paz que darían para una crónica larga, pero en fin, lo que pasa en la ruta… se queda en la ruta.

Agosto como casi siempre, es el mes en el que al menos una semana toca descanso, aunque por contra, hemos salido en más ocasiones al tener tres más de vacaciones.  Kike, por su horario particular de trabajo, a su bola (como siempre) y haciendo kilómetros como solo  a él le gusta “a la fresca”,  es decir, a eso de las 5 de la tarde, y Luis y Salva miércoles y sábado como mandan los cánones del reglamento de los bikers de bien.

Por lo demás, calor, calor y más calor sin tregua, poco más que añadir.

Septiembre comenzó tal  y como acabó agosto, es decir, con el Sol rabioso en lo alto dando caña y nosotros a nuestro estilo con nuestra ruta de siempre. Únicamente una semana, rodamos sin polvo en el camino por un aguacero que cayó la noche del viernes y que nos dejó el camino en inmejorables condiciones para rodar a gusto, el resto, más de lo mismo, es decir,  sol, calor y caminos polvorientos.

Octubre lo iniciamos con sorpresa, ya que la primera semana de otoño rodamos en compañía.
El primer sábado del mes, Kike se dejo caer y fuimos de nuevo multitud…, o sea, tres. El resto de mes, algo más fresquito a primera hora pero todavía apretando el calor a la vuelta y sin visos de ponernos ni una manguita, cuestión que se hizo de rogar hasta la última semana que al filo de los 14º, aconsejaba llevarla a primera hora.

Noviembre empezó con una leve bajada de las temperaturas que ya nos obligo a ponernos la térmica, aunque continuamos de corto durante las primeras dos semanas.  La tercera nos dio el leñazo definitivo de los 8 grados y de golpe, la vestimenta de riguroso invierno.  El “fresquito” mañanero nos permitió observar un bonito  parhelio solar  que tras disiparse este, nos dejó un halo de idéntica factura.  Aún así, el frio todavía no apretaba y las mañanas fueron espléndidas para rodar. Finalmente y también de golpe, vino la lluvia y cayó la del pulpo a final de mes, aunque nos libramos por los pelos, por lo que aunque con barro, rodamos como de costumbre.

Diciembre fue lo que se esperaba, fresquito mañanero “in crescendo”, nubes y más lluvia, aunque la suerte siguió con nosotros como de costumbre y los sábados nos dejó pedalear salvo un fin de semana que volvió a caer una buena, y aunque con charqueras y muchas nubes, el resto de mes nos permitió marcarnos las rutas previstas y celebrar que el año, a fecha en la que escribimos este resumen, ya está finiquitado; otro más, y este ha resultado ser un tanto especial, no por haber rodado 52 de las 54 semanas posibles, si no porque las dos últimas rutas han sido un tanto especiales por ser la penúltima,  la mañana de Nochebuena y la última, la mañana de Nochevieja, lo cual ha sido la causa de la celebración final, con extra de vaqueritos (por el frio, claro…)  y birritas en la base al son de la música navideña como mandan los cánones. 

Bueno, pues como siempre, así quedó el año en formato fotográfico.


¡¡ Feliz 2017 !!

Roda i Pedal ©