Crónica fin de año (2016)
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Alfred Tennyson
Otro año más “a la saca”, y ya son muchos de incansable pedalear. Parece que fue ayer pero ya vamos camino de los 25, en fin… los años pasan deprisa pero nosotros todavía estamos ahí, rodando sábado tras sábado, cosa la cual tiene su mérito ¿no?; ahora bien, ya podemos asegurar que el grupo ha quedado definitivamente mermado por diversas circunstancias. Por una parte, la ausencia de Kike, el cual por motivos laborales (entre otros…), no puede rodar los sábados como ha venido siendo costumbre durante muchos años, y por añadidura, la ya definitiva ausencia “perpétua” de Carlos, el benjamín del grupo (por edad que no por tamaño, claro) al que hicimos durante todos estos años, además de un buen biker, un hombre hecho y derecho, pero que hoy, ya con 25 tacos en las espaldas y nuevas emociones a la vista, (coche nuevo, trabajo, etc.,) nos ha dicho adiós al grupo y a cualquier cosa que empiece por “s” de sufrir.
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Alfred Tennyson
Otro año más “a la saca”, y ya son muchos de incansable pedalear. Parece que fue ayer pero ya vamos camino de los 25, en fin… los años pasan deprisa pero nosotros todavía estamos ahí, rodando sábado tras sábado, cosa la cual tiene su mérito ¿no?; ahora bien, ya podemos asegurar que el grupo ha quedado definitivamente mermado por diversas circunstancias. Por una parte, la ausencia de Kike, el cual por motivos laborales (entre otros…), no puede rodar los sábados como ha venido siendo costumbre durante muchos años, y por añadidura, la ya definitiva ausencia “perpétua” de Carlos, el benjamín del grupo (por edad que no por tamaño, claro) al que hicimos durante todos estos años, además de un buen biker, un hombre hecho y derecho, pero que hoy, ya con 25 tacos en las espaldas y nuevas emociones a la vista, (coche nuevo, trabajo, etc.,) nos ha dicho adiós al grupo y a cualquier cosa que empiece por “s” de sufrir.
Han sido 10 años de continuado rodar en grupo sábado tras sábado en compañía
de sus tíos Kike y Luis y junto a su padre, que orgulloso, ciclo a su rueda
disfrutando de su compañía y de las incontables vivencias compartidas que
siempre estarán ahí, en mi recuerdo, contemplando año tras año su imparable evolución
tanto en valores como en potencia física, potencia que en alguna ocasión nos
llevó a sonreír (por no decir a morir…) cuando
el chaval nos hacía algún relevo, ¿os acordáis, chicos?
Pues sí, este año y como de costumbre, Enero
nos llevo a visitar a los Reyes Magos en lo alto de la Ermita del Castillo en
Chiva, lugar que nos recibió también como de costumbre en estas fechas, con un
cielo gris, muchas nubes y un viento si no frío, algo molesto, hasta el punto
que nos hizo apresurarnos en tomar la foto de rigor y dejarles la carta plagada
de buenos deseos a SS. MM.
“Febrerico el corto” que este
año fue un poco más largo al tocar año bisiesto, nos vio rodar por los
lugares de costumbre y con un tiempo más primaveral que invernal, ya que el
frío a esas alturas parecía no querer manifestarse y los almendros ya empezaban a mostrarse plagados de flores cual primavera incipiente, eso si, llevamos más
de 100 días sin que caiga una gota y la montaña empieza a resentirse. El mes se
despidió con un día de perros en su último fin de semana, un viento frío con
fuertes rachas de más de 50 km/h, nos hicieron maldecir nuestro atrevimiento de
haberle plantado cara a la meteorología, este sábado fue uno de los peores en
los que recordamos haber rodado, y mira que llevamos centenares…
El mes de Marzo nos recibió más
calmado y aunque el viento siguió haciendo acto de presencia, la luz, los
aromas y la temperatura apuntaban a principios de mes, a una incipiente
primavera que no tardó en llegar en todo su esplendor.
Abril resultó tranquilo y benévolo meteorológicamente
hablando, y al igual que el mes anterior, nos ofreció sábados de deleite
rodando por nuestros lugares habituales, eso sin contar que fue mes de
profundas y definitivas charlas en lo relativo a otra de nuestras aficiones, la
fotografía, que culminó con el estreno de dos flamantes “Nikonlotas” D7200,
todo un lujo.
Mayo ha sido el mes que este año nos ha tocado el
deseado “finde biker”. Ruidera (http://rodaipedal.blogspot.com.es/2016/05/normal-0-21-false-false-false-es-x-none.html) . Sus lagunas nos abrieron las puertas y nos
mostraron todo su esplendor, bueno, casi todo, pues no habían cascadas debido a
la poca lluvia que venimos acumulando estos últimos años, pero aún así, nos
ofreció una ruta muy plácida (casi
diríamos que demasiado…), eso si, plagada de buenas anécdotas, buena mesa y
sobre todo, buen rollo que junto con
nuestras chicas, siempre nos acompaña. Lo vivido este fide nos hizo disfrutar
plenamente de la estancia y con ello, poder celebrar como la ocasión merecía,
nuestro décimo finde biker
consecutivo, ahí es nada. (¡ y vamos a
por la docena, con un par! ).
Con Junio el calor nos perdonó
casi hasta el final, pues los sacos de nubes que solemos derramar al viento
antes del alba cada sábado, fueron de buena calidad y nos ayudaron hasta el día
del solsticio, el cual dio paso al habitual “caloret” que ya no nos abandonaría
hasta bien pasado el otoño.
Julio y sus cinco sábados nos marcaron bien el mallot y
la camiseta en nuestra ya castigada piel de biker, aunque esas paradas de
avituallamiento que tenemos costumbre de realizar en los enclaves elegidos a
tal fin, con el bocata, la cervecita fresca, el cafelito y para rematar, el vaquerito de “ayahuaska”, todo ello aderezado con la buena charla habitual, nos
hizo pasar el primer mes de verano con cierta comodidad, y decimos “cierta” porque el astro rey apretó
de lo lindo, y además, tuvimos algunas “visitas inesperadas” tres sábados
seguiditos en nuestro remanso de paz que
darían para una crónica larga, pero en fin, lo que pasa en la ruta… se queda en
la ruta.
Agosto como casi siempre, es el mes en el que al menos
una semana toca descanso, aunque por contra, hemos salido en más ocasiones al
tener tres más de vacaciones. Kike, por
su horario particular de trabajo, a su bola (como
siempre) y haciendo kilómetros como solo a él le gusta “a la fresca”, es decir, a eso de las 5 de la tarde, y Luis y
Salva miércoles y sábado como mandan los cánones del reglamento de los bikers
de bien.
Por lo demás, calor, calor y más calor sin tregua, poco más que añadir.
Septiembre comenzó tal
y como acabó agosto, es decir, con el Sol rabioso en lo alto dando caña
y nosotros a nuestro estilo con nuestra ruta de siempre. Únicamente una semana,
rodamos sin polvo en el camino por un aguacero que cayó la noche del viernes y
que nos dejó el camino en inmejorables condiciones para rodar a gusto, el
resto, más de lo mismo, es decir, sol,
calor y caminos polvorientos.
Octubre lo iniciamos con sorpresa, ya que la primera
semana de otoño rodamos en compañía.
El primer sábado del mes, Kike se dejo caer y fuimos de nuevo multitud…, o
sea, tres. El resto de mes, algo más fresquito a primera hora pero todavía
apretando el calor a la vuelta y sin visos de ponernos ni una manguita,
cuestión que se hizo de rogar hasta la última semana que al filo de los 14º,
aconsejaba llevarla a primera hora.
Noviembre empezó con una leve bajada de las temperaturas que
ya nos obligo a ponernos la térmica, aunque continuamos de corto durante las
primeras dos semanas. La tercera nos dio
el leñazo definitivo de los 8 grados y de golpe, la vestimenta de riguroso
invierno. El “fresquito” mañanero nos
permitió observar un bonito parhelio
solar que tras disiparse este, nos dejó un
halo de idéntica factura. Aún así, el
frio todavía no apretaba y las mañanas fueron espléndidas para rodar.
Finalmente y también de golpe, vino la lluvia y cayó la del pulpo a final de
mes, aunque nos libramos por los pelos, por lo que aunque con barro, rodamos
como de costumbre.
Diciembre fue lo que se esperaba, fresquito mañanero “in
crescendo”, nubes y más lluvia, aunque la suerte siguió con nosotros como de
costumbre y los sábados nos dejó pedalear salvo un fin de semana que volvió a caer una buena, y aunque con charqueras y muchas nubes, el resto de mes nos permitió
marcarnos las rutas previstas y celebrar que el año, a fecha en la que
escribimos este resumen, ya está finiquitado; otro más, y este ha resultado ser
un tanto especial, no por haber rodado 52 de las 54 semanas posibles, si no porque
las dos últimas rutas han sido un tanto especiales por ser la penúltima, la mañana de Nochebuena y la última, la mañana
de Nochevieja, lo cual ha sido la causa de la celebración final, con extra de vaqueritos (por el frio, claro…) y birritas en la base al son de la música
navideña como mandan los cánones.
Bueno, pues como siempre, así quedó el año en formato fotográfico.
¡¡
Feliz 2017 !!
Roda i Pedal ©