viernes, 31 de diciembre de 2010

Crónica fin de año y década

"La amistad es animal de compañía, no de rebaño". Plutarco

Uno de estos días veía por la tele la serie Los Simpson, de la que soy seguidor cuando el horario laboral me lo permite. Uno des sus capítulos tiene una escena en la que Bart no lleva los deberes porque se los ha comido el perro... Trasladado a los tiempos modernos eso mismo me ha pasado a mí con la crónica de fin de año… "Señorita, la tenía hecha pero una avería del ordenador..." y a tomar viento todo lo que tenía anticipado desde hace unas semanas que la comencé. A sabiendas que el final de año iba a ser movidito por el ingente número de rutas que iba a realizar, decidí hace unas semanas anticipar el resumen del año hasta este mes de diciembre. Bueno, pues como si nada, empiezo de cero. Siguiendo con la fábula, os cuento que hace unas semanas, mirábamos el calendario donde apuntamos las salidas y veíamos las fotos del mismo; fotos de las rutas del año pasado que muestran alguna foto de la mejor ruta del mes en cuestión. Debatíamos sobre que este año las rutas habían bajado de nivel con respecto al año pasado, que no teníamos fotos de rutas para superarnos con el calendario del próximo año. No todos estábamos de acuerdo en ello. Sirva este repaso para anotar en la columna del debe y del haber... y luego ya veremos:

Enero: Ya empieza a ser tradición comenzar el año con un rutón de escándalo. Este año la ruta desde la presa de Loriguilla hasta el Pico Ropé, dando la vuelta completa al embalse fue esa ruta. Una ruta espectacular, solo estropeada por la presencia de un viento que nos machacó durante todo el trayecto de forma constante, y que nos retrasó y endureció la ruta hasta límites épicos. Pero ahí quedara esa rodada para los restos.
Febrero: Febrerico el corto nos traía el estreno de dos nuevas compañeras de viaje. Poco se podían imaginar allá arriba del Ropé, un mes antes, que dos bicicletas iban a ser cambiadas pocas semanas después. Pero lejos de conformarnos con la ruta del estreno, nos marcamos otro rutón de imborrable recuerdo. De Jérica a La Torrecilla. Espectacular bosque y paseo a orillas del río Palancia.
Marzo: Este mes nos batimos el cobre con todas las montañas que pudimos. Hicimos un buen número de rutas nuevas, o mejor dicho, de tramos nuevos en rutas ya conocidas. Así fuimos al Portillo de San Roque y el Mas de Teulada, al polvorín de Riba Roja, ese que siempre habíamos asociado a Manises y que llevábamos tiempo queriendo visitar. Y repetimos una ruta por Aras, para subir al Mampedroso... al que volveremos, ya lo creo que volveremos y gozar de sus tres reinos y con ello demostrarles quién manda en las bajadas, jeje.
Abril: Este mes nos trajo la ruta de La Serra Mariola, lugar emblemático donde los haya entre las montañas valencianas. Si no has estado allí es que no has subido montañas. Portentosas rampas para poner a prueba nuestras fuerzas y nuestra resistencia. Paisajes para saturar nuestras retinas y colgarnos durante toda la ruta al pesado de "Stendhal" en la chepa metiendo peso. Este mes también me trajo un trabajo nuevo, por fin, eso trastocaba todas las salidas de los sábados pero ya iba bien el cambio.
Mayo: Como primer mes de trabajo, sufría directamente las consecuencias del cambio anunciado. No hubo rutas nuevas, nos conformamos con rodar por nuestros dominios a la espera de nuevas emociones. Junio: Seguimos bajo los mismos efectos del mes anterior. No hay rutas nuevas y seguimos hoyando los caminos conocidos. Esta será la tónica de los próximos meses. Un verano algo más soso que de costumbre obligados por las circunstancias profesionales, con el notable cambio de que este año Salva sigue aguantando marea a pesar del calor. Sin embargo no desesperemos, aunque las rutas no sean nuevas seguimos teniendo foto para el calendario, y además del grupo al completo.
Julio: El verano ya está instalado entre nosotros y aunque no sea aún, al menos a principio de mes, tiempo de abandono, ya estamos con la mosca detrás de la oreja. Y es que todo depende de la rayada que les pegue a los calurosos del grupo. Para ir refrescando el ambiente metemos en este mes la salida nocturna, aunque nos cuesta más de lo habitual encajar la fecha y el lugar. Empezamos pensando en una ruta nueva para la nocturna y así cambiar de aires, luego nos encontramos con quien no estaba este año muy participativo en la nocturna, incluso hubo una pequeña sublevación y casi un plante a realizarla. Al final conseguimos hacer entrar en razón al prófugo y la ruta, la de siempre, que contribuyó a alegrar la noche como solo esta ruta sabe hacer. Otra foto para el calendario. Agosto: Por increíble que parezca solo el "torito" se borró del grupo, bueno, ya lo había hecho todo el mes anterior. Pero Salva continuaba con su "planter de nuvols" los viernes por la noche. Y funcionó. Todos los sábados amanecía nublado retrasando la aparición del cruel sol veraniego que nos castiga en estas tierras. Sin sol el calor es más llevadero, pero cuando Lorenzo se pone a lo suyo es incontestable. Las rayadas con las que llegábamos a la base eran solo de los últimos kilómetros, así que le íbamos estirando una semana más la última salida. Incluso nos atrevimos por una ruta a La Calderona que nos hizo conocer un mirador espectacular: Las Peñas Altas.
Septiembre: Tanto estiramos esa última salida veraniega que nos metimos en la pendiente que lleva al otoño. Aún quedaban semanas de calor, pero lo gordo del verano y del inclemente sol ya había pasado. El ambiente de septiembre es distinto. El calor y el sol están ahí... pero de forma diferente. Las tormentas que se forman entre finales de agosto y principios de septiembre lo cambian todo. Tanto había cambiado todo que septiembre nos regaló el premio anual del grupo. El fin de semana biker cumplía con su tercera edición. La culminación de una ruta por cada provincia de la comunidad. La ruta de este año no podía tener mejor destino: Cofrentes. La ruta desde Cofrentes a Cortes de Pallás acabó con un paseo en barco para cerrar el círculo que habíamos iniciado unas horas antes, y luego, fuera de ruta, el espectacular conjunto que hizo del finde algo inolvidable, con visita sorpresa incluida de quien no había podido asistir a otros findes. Ese fue el mejor regalo de todos.
Octubre: Este mes trajo un par de rutas nuevas. Visitamos el observatorio astronómico de Cheste y volvimos del Portillo por una senda que ha sido de lo más divertido del año. También nos marcamos una ruta larga hasta La Cova Colomera, un lugar espectacular que sorprende por las proporciones del hundimiento. Y como no, la reina nos deleitó, una vez más, con todo su repertorio para culminar el equinoccio.
Noviembre: Con el problema de las salidas de todo el día instalado entre nosotros, tocaba buscar soluciones de corto alcance y largo resultado. Eso es que me puse a buscar rutas nuevas con la condición de poder ser rodadas un sábado por la mañana. Algunas salieron y nos pusimos a recorrerlas. La Calderona tenía mucho que ofrecer. Una de esas primeras rutas fue la del Mirador de L'Abella y subida al Ventisquer del alto de Rebassadors, ruta tremendamente emocionante y divertida que amenaza con instalarse entre nosotros y ser una de las habituales.
También visitamos, después de bajar de Santa Bárbara, el castillo de Benissanó y un buen tramo de caminos nuevos entre Riba Roja y Benaguacil, así como por L'Eliana y La Vallesa, cuyos parajes no dejan nuca de sorprendernos. Y por fin llegó Diciembre: Y con él mis vacaciones, o lo que es lo mismo, tres fines de semana consecutivos que teníamos para poder explotar rutas. Y nos pusimos a ello. La ruta de Espadán nos dejó boquiabiertos por la espectacularidad de los paisajes, por el bosque infinito que se contempla en las laderas de sus montañas, en las subidas agónicas que nos metió la montaña para hacernos desistir de coronarla y de las bajadas imposibles que exprimimos hasta el límite de los frenos... y en una bacanal de sensaciones que nos dejó perplejos y maldiciendo por no haber venido antes a esta ruta. Pero aún quedaba lo mejor. La Serra D'Irta. Ya antes de mitad de ruta la habíamos bautizado como la mejor ruta del año, así que con todo el recorrido no pudimos más que rendirnos a sus pies. Lo tiene todo. Eso resume la ruta. Es-pec-ta-cu-lar. Y para terminar con las rutas nuevas y meter un poco de descanso acabamos con una ruta de sábado por la mañana por La Calderona. Olocau ofrecía posibilidades con el cercano castillo del Real y la subida al Mas de L'Olla, poblado de origen morisco digno de visitar. También quedamos gratamente impresionados por esta ruta que nos ofrecía la posibilidad de muchos sábados de diversión.
Así que bien mirado el año, el calendario del 2011 no va a estar nada mal. Y a lo largo de este año que está a punto de empezar nos volveremos a preguntar si podremos superar las fotos para el siguiente calendario, como si no nos conociéramos.

Pero lo más importante es que hemos cerrado el año a lo grande. Poco podíamos imaginar hace tan solo unas semanas esta apoteosis paisajística, de emociones y sensaciones. Parajes idílicos y recónditos que nos han llenado las retinas de postales inolvidables, y aunque hemos concentrado en este último mes varias de las rutas más destacables del año, como dice el refrán: …más vale tarde que nunca. Ahora ya tenemos foto para cubrir el calendario con los meses que no teníamos a donde agarrarnos.

Estamos agotando el territorio para nuevas incursiones. El blog o lo que es lo mismo, nuestra particular bitácora sigue creciendo y nos vamos acercando a las 30.000 visitas, a las 100 entradas, 100 crónicas que hemos contado con toda la ilusión de las rutas nuevas o de aquellas repetidas que merecían alguna aportación más a lo ya dicho. En realidad cada ruta es una ruta nueva. Quizá no el camino, pero sí las emociones, los sentimientos, las conversaciones y las bromas. A veces los problemas que nos acompañan durante la semana y que aquí, con los amigos podemos desgranar y estudiar desde otros puntos de vista, podemos dar rienda suelta a nuestras frustraciones porque estamos entre amigos, a veces incluso podemos discutir. Claro, que seamos amigos no quita para que hayan discusiones o simplemente distintos puntos de vista, pasa en las mejores familias; pero unos miles de pedaladas después el enfado ha quedado atrás, no sabes bien en que pedalada se te cayó de la chepa y allí quedará... vuelve la amistad, el compromiso, las bromas y la alegría. Porque al final del año, igual que el anterior y el otro, y el otro, y el otro, eso es lo que seguimos valorando por encima de todo. La unidad del grupo incluso con nuestras diferencias y todo. Porque lo que queremos es seguir dando pedales entre amigos y pasarlo cada vez mejor si es posible. Feliz año.



Es Navidad y esto significa… un año más.

Y parece que fue ayer cuando resumíamos el año 2009 con la que decíamos que era la tercera edición de esta crónica resumen anual, y con estas líneas está cayendo la cuarta, así es nada.

Podría decirse que esta costumbre periódica de final de año resumiendo lo rodado, lo vivido, lo sentido, lo soñado.. ya se ha convertido en otra de esas “regletas” que a Roda i Pedal tanto le gustan, así pues vamos a lo que vamos y por tanto, rememoremos en menos de 1500 palabras lo que nos ha deparado el último año de la década de este tercer milenio, “rodaipedalarmente” hablando, claro.
Este año y aunque por el número de rodadas en grupo realizadas no lo parezca, (que han sido 53, una más que semanas tiene el año) a primera vista tenemos la sensación de que ha sido un año un tanto rarito, repasada la estadística general, tal vez por que las circunstancias laborales de alguno de nosotros a mitad de año no fueron del todo halagüeñas y por lo tanto, hubo que conformarse y amoldarse a trillar (eso si, sin dejar de disfrutar) esos caminos que no por conocidos nunca nos cansaremos de recorrer una y otra vez, consecuencia por la que nos hemos aventurado un poco menos que de costumbre y por la que el número de rutas “espectaculares”, ha sido inferior durante la parte central del año a las rutas de aventura de los últimos tiempos, pero como todo en la vida, todo se arregló afortunadamente pronto y el final de curso ha sido de los que hacen época y nos hemos desquitado “con saña” de la represión paisajística padecida… si es que la hubo.
De hecho el nuevo calendario 2011 que está a punto de salir de imprenta, perdería el combate pugilísticamente hablando “a los puntos” por tan solo un par de fotos, por lo que visto fríamente no va a tener mucho que envidiarle al del año pasado, eso sí, por las circunstancias anteriormente comentadas, se han concentrado nuestras salidas más espectaculares en el último cuatrimestre de este 2010 que ya agoniza.
Y es que algunos dirán, ¿que ha sido rarito y menos espectacular? ¡pero que dices muchacho!, y es verdad…., ya que empezamos el año a lo grande, jubilando a las tan queridas como odiadas Lapierre (Marta y Raquel) y dimos la bienvenida a dos flamantes Specialized Stumpjumper FRS Comp (Dafne y Circe) que fueron las causantes de la nueva llegada tan solo ocho meses después, de otra Lapierre, una Zesty 914 de gama alta que se mercó otro de los miembros del grupo, dando otra vuelta de tuerca con el asunto del elemento de peso atómico 12,011 (o sea el Carbono) cuyo virus poco a poco (y si no al tiempo), probablemente causará una futura pandemia “elemental”. Así que, menos mal que ha sido “rarito”.

Abrimos el año con uno de los grandes, el Pico Ropé, aventura que continuamos al mes siguiente con nuestra visita a Jérica y sus montañas, culminando en marzo con los tres reinos de la espectacular Serranía del Turia. Abril nos llevó nada menos que al Montcabrer, otra cita mítica que ansiábamos y cuyo recuerdo mantuvimos durante los siguientes tres meses que rodamos por nuestros dominios de siempre. Pasados los agobios personales y los calores del verano llego septiembre, y la espera nos premió de nuevo con otra inolvidable experiencia en Cortes de Pallás donde disfrutamos con las familias de otro espectacular fin de semana biker. En octubre la Cova Colomera nos mostraba sus secretos, recelosa de saber que en noviembre visitaríamos un lugar no menos emblemático como fue la Font de L´Abella y alrededores en nuestra querida Serra Calderona, pero lo mejor estaba por venir, y diciembre se alzó con la medalla al llevarnos con un “poquito más de power” a lugares tan mágicos como la Serra d´Espadá y como broche final a la Serra d´Irta, cuyos emblemáticos paisajes tardarán mucho tiempo en desvanecerse de nuestras retinas.

También es cierto que para no olvidar lo mucho subido, (que nunca se olvida) lo mucho bajado (que siempre es poco..) y todo el resto llaneado (que es más de lo mismo de no ser por la charla, el cachondeíto y algunos “sprints”), las 1896 fotos que hicimos en la totalidad de las rutas recorridas durante este año 2010, a las que sumaremos los 94 minutos de video que igualmente grabamos, serán un vivo exponente de todo lo acontecido. Muestra de ello son también los 11 pinchazos sufridos (Luis ha ganado el oro con 6), aunque tal vez lo más destacable y digno de mención es que ni una sola vez hemos mordido el polvo, dicho de otro modo, que las máquinas de acero no nos han derribado aunque en alguna ocasión lo intentaron.
Igualmente destacable ha sido nuestro particular “pacto con el diablo” (como alguien cercano al grupo nos dice tener) en cuanto al habernos permitido salir 52 de las 53 veces que nos calzamos el equipaje biker sin que la lluvia nos aguara la fiesta, aunque todavía está por ver que nos pedirá el maligno a cambio para el año próximo (alguna subida con el plato grande o algo así, ya verás….), pero de los 2794 kilómetros recorridos este año 2010, solo nos quedan una vez más, sensaciones inolvidables, imágenes imposibles, esfuerzo, goce y aventura unidos que culminaron en cualquiera de esos tres vértices visitados: Ropé, Mampedroso y Cinto Cabra, lugares de los que guardaremos además del pétreo trofeo acostumbrado y las muchas imágenes atrapadas, esos “sonidos de silencio” con los que tanto nos deleitamos al conseguir doblegarlos con nuestra desafiante a la vez que altiva presencia en sus pétreos dominios y cuyas sensaciones y detalles han quedado fiel y detalladamente reflejadas en cualquiera de las 17 crónicas con las que engrosamos nuestra particular bitácora pedalera. (y cuidado, solo quedarán 2 para sumar 100).

En cuanto a lo negativo del año tal vez ha sido que el benjamín del grupo y su Oréades, por uno u otro motivo que ahora no vienen al caso se ha perdido muchos de esos mágicos lugares visitados, cuestión que más que lamentar casi es de agradecer entre otras cosas, por ser la excusa perfecta para volver a recorrer todos y cada uno de esos recónditos lugares en breve. Por otra parte lo mejor de este asunto es que su ausencia nos ha causado el espejismo de sentirnos físicamente más poderosos en los ascensos a las cumbres que cuando nos acompaña, y es que la edad no perdona señores, pero cuidado que “los viejunos” seguimos ahí, constantes, a buen ritmo y con las pulsaciones controladas (o descontroladas..) aunque la velocidad de crucero del chaval nada tenga que ver ya con la nuestra (ojo, siempre y cuando el calor no apriete, claro…).
Lo que nunca faltó puntual a su cita al final de cada recorrido en nuestro particular y venerado “R.C.”, fue el tan refrescante como reparador líquido elemento de cebada que amenizó semana tras semana cada charla, que acompañada con el repaso a todos y cada uno de los lugares recorridos y visitados junto con el recuento de los miles de kilocalorías quemadas, se hizo patente tanto en las emociones físicas y visuales acumuladas como en más de una ocasión, en las sensaciones musculares de nuestras tan sufridas como entrenadas piernas y músculos lumbares sin olvidar otros lugares de nuestra anatomía de nombre menos casto, sensaciones que nosotros solemos resumir en tan solo dos palabras “ Estic rebentat”.

Leyendo y repasando de vez en cuando nuestra bitácora, a veces me asalta la idea de pensar cuál es nuestra meta, si es que la hay; qué buscamos en cada salida; que pretendemos demostrarnos; que más ansiamos en nuestro continuo rodar por las montañas, y la respuesta es más sencilla de lo que parece ya que podría ser tan simple o tan compleja como nosotros queramos. Pero la realidad es que no buscamos nada más que no sea disfrutar de cada momento, de cada paisaje, de cada uno de esos recónditos lugares con los que la naturaleza en estado puro, nos premia a su paso sin pedirnos nada a cambio, nada más allá de nuestro propio esfuerzo para poder llegar hasta allí con nuestras silenciosas máquinas de dos ruedas, eso si, siempre celosamente respetuosos con el entorno y siendo conocedores de lo extremamente afortunados que somos de poder gozar de esa “cascada fotónica” que supone cada una de las rutas recorridas y de los paisajes que hemos podido admirar, lugares de los que la mayoría de los mortales ni en sueños podrían imaginar y mucho menos acceder a golpe de pedal.
De nuevo acumulamos otro año más, cientos de inolvidables experiencias compartidas de las que al igual que en años anteriores, hemos desgranado en este blog resúmenes de cada una de ellas junto con algunas de las más bellas imágenes que nuestro ojo electrónico ha podido captar, con la única intención de salvaguardar el recuerdo y provocar tanto nuestro propio deleite como el de todas aquellas personas que comparten nuestra afición por el así como nuestro amor y respeto por la naturaleza.
Ojala que esta segunda década de este tercer milenio nos traiga tantas biker-emociones como la primera, y que al igual que en años anteriores podamos recopilarlas y a su vez compartirlas con todo aquel que por ellas se interese.
Así pues solo resta decir aquello de Feliz Año “RodaiPedalero” Nuevo y que el 2011 nos/os sea benévolo en las rodadas venideras.

Carlos, Kike, Luis y Salva. "Roda i Pedal"