miércoles, 31 de diciembre de 2014

Crónica fin de año 2014   De Roda  i  Pedal   a…  Rodes  i Pedals” ¿¿??

“ Todo pasa, todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino, camino sobre la mar…..”

Antonio Machado

Pues sí,  aunque es una de esas cosas que menos me gustan de la vida, parece ser que todo tiene fecha de caducidad.  Por muchas ganas que se tengan y sin importar la ilusión que uno le ponga, al final, por un motivo o por otro todo proyecto llega a su fin,  como decía el cantautor, todo pasa…. , y bla, bla, bla….

Bueno, pues de esta forma es como ha estado a punto de comenzar esta crónica resumen de fin de año por razones que más adelante esbozaré muy resumidamente, pero que afortunadamente, poco a poco lo que hace unos meses parecía el final de una época, parece haberse solucionado como por arte de magia con el paso de los meses. (sería el calor que todo lo altera…). En lo que a mi respecta os diré, que tras mucho reflexionar y tras muchas horas de pedal en solitario durante este  pasado verano-otoño, he llegado a la conclusión que el poder salir a pedalear, charlar, almorzar y echar cuatro risas con los amigos cada sábado es un  lujo a la vez que una terapia la cual no tiene precio, más allá de lo pura y meramente deportivo que sí.., está muy bien eso de mantener el cuerpo en forma, rodar a tu ritmo, salir a tu hora, elegir destino, etc., etc., pero si pedaleas siempre solo, poco a poco todo se torna más frío y carente de chispa y a nada que te pares un poco a pensar entre subida y subida, tarde o temprano todo acaba convirtiéndose en algo falto de sentido y de lo más importante, que no es más que aquello que realmente mantiene además de tu cuerpo “tu cabeza” igualmente en forma, y es ahí es donde se encuentra ese “elixir” mágico que te impulsa a despertar cada sábado con las ganas de encontrarte con los amigos en busca de esas sensaciones que como un adicto al pedal, sábado tras sábado necesitas.

Bien, pues la cosa empezó por motivos derivados del trabajo de Kike, que ya nos mermó el grupo muchas semanas del año por cuestiones de  incompatibilidad de horarios  como viene siendo costumbre estos últimos años;   después tuvimos la mini lesión de Luis, esa molestia en las rodillas que le impedía poder rodar al ritmo habitual haciendo las rutas demasiado encorsetadas y faltas de ritmo para algunos de nosotros, en definitiva, problemillas que desembocaron en una rotura “provisional” llegando incluso a dilapidar esa maravillosa complicidad que teníamos los sábados de compartir pedal, almuerzo y charla,  que aunque no llegó a dinamitar por completo el grupo, si que causó “desperfectos” a los cuales sinceramente,  costaba acostumbrarse.

Resumiendo lo que ha sido este “atípico” año de Roda i Pedal Enero empezó  “casi” con la normalidad habitual, normalidad que fue decayendo semana tras semana hasta volverse prácticamente insoportable (ciclísticamente hablando, claro está...)  a finales de marzo, por algunos de los problemas comentados. La experiencia ciclista nos indica que cuando se empiezan a tener demasiadas divergencias o gustos diferentes a la hora de rodar,  es que algo pasa, y así fue, hasta el punto de que durante unos meses la cosa quedó de esta manera: 

Kike no podía venir casi ningún sábado, por lo que rodó en solitario el día que podía;  mientras tanto Luis, no podía adaptar su ritmo rodador habitual al de Carlos ni al mío, por lo que salió los sábados también en solitario, rodando al ritmo que le permitian sus rodillas, y Carlos con sus “compromisos” habituales de los ”friday night”, fallaba más que una escopeta de feria, aunque en ocasiones cierto es, acompaña a éste viejuno que todavía le da matarile si se descuida, (claro, como no entrena…) y  así fue la cosa durante muchos sábados, rodando solito por las rutas habituales debido entre otras razones, a las incompatibilidades de rodaje al no poder ajustar mi ritmo al de Luis ni Luis poderlo ajustar al mío, en fin, un p…   desastre.

Así han ido las cosas durante casi medio año, aunque como se ha comentado, todos hemos seguido rodando como de costumbre con la esperanza de que en cualquier momento pasara algo que volviera a reunirnos de nuevo y poder rodar cada sábado “en grupo” con la misma ilusión y ganas que siempre hemos mostrado, ilusión que viene siendo la razón de ser del grupo durante estos casi 20 años de pedaleo continuado que algunos de los miembros de Roda i Pedal acumulan ya en sus piernas y felizmente,  así ha sido y todo parece haber vuelto a la normalidad en este final de 2014.

Este es el resumen de como transcurrió el año pedalístico del grupo:

ENERO
Empezamos como ya viene siendo habitual, con viento, aunque no por ello cejamos en nuestro deseo de rodar como cada sábado y en esta ocasión empezamos con una ruta habitual desde hace ya algunos años  la primera semana del año,  Chiva y sus “Reyes Magos” nos recibieron como de costumbre y esta vez, con un invitado muy especial, Javier,  el cual no sin esfuerzo,  coronó la cumbre del calvario en su primera visita a este precioso lugar en compañía del Roda i Pedal  al completo como no podía ser de otra forma.


FEBRERO
La rutina se instaló en nuestros pedales, y rodamos muchas semanas a la misma zona, nuestra querida Bassa Barreta. Tal vez esa rutina no era más que el presagio de algo que se cernía poco a poco sobre el grupo, aunque nadie lo queríamos ver..



MARZO
Más de lo mismo, salvo alguna semana que Kike pudo compaginar horarios y lograba romper por momentos esa monotonía apática y falta de chispa que como un virus ya se había instalado sin remisión en el grupo, y al final llego ese día, ese momento en que la gota colma el vaso y con ello, las “reflexiones” al llegar a la base se hacen patentes. Hablamos como buenos amigos que somos pero poniendo las cartas boca arriba, sin prejuicios, sin falsedades y sin malos rollos; tras darle un par de vueltas la cuestión que se debate, lo cierto es que de esta forma no podemos seguir, por lo que se plantea buscar soluciones que nos acomoden lo máximo posible a todos. Tras el análisis de las carencias, los gustos, las razones, los porqués, los pros y los contras, la solución es meridiana, si queremos salir sábado tras sábado como siempre, de momento no podemos hacerlo en grupo, salvo en contadas ocasiones como son las grandes rutas de finde-biker, cuyos recorridos resultan más fáciles en cuanto lo que es rodar a ritmos acompasados.



ABRIL, MAYO, JUNIO, JULIO,  AGOSTO y SEPTIEMBRE
Cada uno a su bola…, así transcurrieron estos meses donde cada uno salimos cuando y como  nos acomodaba, ajustando los horarios de salida a gusto del consumidor, unos casi al alba, otros en horario “más humano” pero mucho más caluroso, otros entre semana, otros los sábados, aunque eso sí, al final de la ruta seguimos compartiendo las cervecitas habituales en la base y por lo tanto, manteniendo mínimamente el contacto, eso sí, falto de esas  “vivencias” que es lo más preciado de las rodadas.



OCTUBRE
Y por fin se fue el calor sofocante y con él los malos espíritus que parece ser nos acompañaron a lo largo de  estos meses. De nuevo empezamos a rodar todos juntos resueltos los problemas surgidos meses atrás, y como no podía ser de otra forma lo hicimos a lo grande, marcándonos un fide-biker de los que hacen época, ni más ni menos que  en la Serranía de Cuenca.   Lástima que Carlos no nos pudiese acompañar por su “compromisos” habituales, o tal vez porque quería quedase en casa “solito” y campar a sus anchas, en fin…., si tuviera 23 años y ……   a lo mejor también me hubiese quedado…



NOVIEMBRE
Durante este mes, rodamos felizmente de nuevo en grupo, alternando las zonas habituales de les Rodanes, Sant Miquel, Santa Bárbara, etc., con mucho que hablar, debatir y comentar por ciertos asuntos personales de uno de los componentes del grupo, cuestiones que nos preocuparon al resto más allá de lo normal y que nos hicieron ponernos las pilas a más de uno, con el firme objetivo de sacar del bache, que digo bache.., del socavón, en el que se había metido el gachó. Pero con paciencia, buenos consejos, amistad sincera (y mucha cerveza..), todo se arregla, y poco a poco todo parece estar volviendo a la normalidad, aunque el tiempo tiene su última palabra, razón por la que habrá que esperar, mantenerse en guardia y seguir luchando por aquello y/o aquellos a los que queremos.



DICIEMBRE
Durante este mes volvimos a la normalidad,  al menos en cuanto al pedalear se refiere, con el único “hándicap” de no poderlo hacer al completo, pero en esta ocasión, únicamente por razones de fuerza mayor por parte de dos de los miembros del grupo que no se pudieron sumar a estas placenteras rodadas.  De nuevo han vuelto esas sensaciones de complicidad y de charla, esos momentos de paz y sosiego en plena montaña tras ese primer largo esfuerzo, esa anhelada parada para reponer fuerzas sin importar demasiado el punto de destino, ese bocata al que siempre acompaña esa birrita, ese humeante café, esa charla sincera.., esas pequeñas cosas señores,  son las que realmente  ( al menos bajo mi punto de vista) no tienen precio y son en definitiva las que hay que saber valorar en su justa medida;  no se trata de establecer records semana tras semana, ni de buscar cumbres imposibles, ni de querer descubrir semana tras semana recónditos lugares que impliquen correr riesgos innecesarios, todo eso ya lo hemos vivido y logrado en su momento, “cuando tocaba”, lo que no significa que no podamos hacerlo cuando nos apetezca, pero ahora pienso que lo realmente válido y placentero de cada sábado es algo mucho más sencillo y simple de lo que hayamos podido pensar y está y ha estado ahí siempre… a nuestro alcance, como antaño en aquellos inolvidables días de pedal, naranja y espigón , solo hay que ser conscientes de todo lo bueno que nos rodea, de saber valorarlo en su justa medida y si así lo hacemos, el hechizo está servido,  la fórmula mágica que lo genera es sencilla…, “ Poner en una olla un generoso chorro de charla, al que añadiremos  unas gotas de amistad al gusto, unos pellizcos de risas aderezadas con bromas frescas,  todo ello al dente y bien disuelto en un buen caldo fresco a base de cerveza amasá, y tras remover el calducho resultante al son de unas miles de pedaladas bien trituradas con un ligero y suave picadillo de esfuerzo, sudor y un ramillete de ganas, un poco de humor en rama, y como viento no ha de faltar..”,  la pócima estará completa, así de fácil. 


Seguimos rodando.  Feliz año.