sábado, 10 de enero de 2009

Crónica Manises - Barranc del Gallec (Anexo Calicanto)

"Según yo lo veo, si quieres el arcoiris, tienes que aguantar la lluvia"
Dolly Parton





Pues hoy toca hacer la revisión de una ruta ya conocida pero que se quedo sin culminar en su totalidad, debido a lo tardío de la hora. Esto ya no es de extrañar pues, son varias, últimamente, las rutas programadas y no finalizadas tal como estaban previstas. Sin embargo no por esto disfrutamos menos de las rodadas, simplemente, son distintas de lo inicialmente planeado.
Los infinitos charcos que encontramos por el camino y, las pocas ganas de rebozarnos en barro que teníamos, hicieron que eso ralentizara mucho el rodar por esas pistas y caminos agrícolas. Teníamos previsto subir a las antenas de Cumbres de Calicanto, (ver crónica
http://rodaipedal.blogspot.com/2008/07/de-manises-la-serra-perenxisa-calicanto.html) pero queríamos pasar antes por el Salt del Barranc del Gallec, y efectivamente llegamos hasta allí, pero no más. Salimos de Manises en dirección al camino de la Muntanyeta, y yaantes de llegar a La Cova, nos dimos cuenta que la vegetación, al igual que los charcos estaba helada, no en vano la temperatura está en torno a 0º, vamos que ni frío ni calor y por lo tanto no hay porqué quejarse.
Llegaremos hasta Loriguilla sin novedades dignas de mención, a no ser la bajada después de cruzar la carretera; un camino de tierra con poca pendiente pero sostenida y con pocas curvas que dará un puntito de diversión al tramo. Cruzamos la vía del tren y cruzamos el polígono por anchas calles recién abiertas pero totalmente vacías, parece un mundo abandonado que produce un intenso contraste con otros polígonos que más tarde transitaremos. Bajamos al barranco del Poyo, lo recorre un pequeño caudal en comparación con el tamaño del barranco y el enorme caudal que podría llevar. Aun así nos tenemos que meter en él para cruzarlo. Siempre es un riesgo cruzar barrancos tras las lluvias por el riesgo de crecidas, sin embargo, las pequeñas precipitaciones que cayeron hace ya unos días y, el conocimiento de la zona, nos hace cruzar sin problemas y sobre todo sin riesgo. Ya al otro lado, es cuando los caminos encharcados y embarrados nos ralentizarán de manera continuada. Pasamos varias Masías en diversos estados de uso y conservación, siempre en busca del Mas del Rey, que nos sirve de punto de referencia en medio de este paisaje agrícola. Antes tendremos que cruzar el Barranc del Gallec, que también trae un buen caudal de agua, en la ocasión anterior no traía tanta agua. Cruzamos el barranco y giramos por error a la izquierda en lugar de la derecha que es lo que nos hubiera llevado directos al Mas del Rey, el GPS "celular", tiende a olvidar los caminos recorridos tiempo atrás mientras que el GPS de microchips no olvida nada, 1-0 para la tecnología. Esto nos hará dar una vuelta algo más amplia de lo previsto, no serán muchos más kilómetros pero si mucho más barro acumulado, así como retraso.
Una vez completada la excursión, y ya en el camino previsto, decidimos huir del camino paralelo al Barranc del Gallec, entre el Mas del Rey y la urbanización Esmeralda, para meternos por la carreterita asfaltada del camino del Tizón o de la Serra Perentxisa, a los mismos pies de la Serra homónima. Recorremos las urbanizaciones hasta llegar a la carretera de Godelleta, giro a la izquierda y enseguida salimos de la misma otra vez a la izquierda, iremos un rato casi paralelos a la carretera. Un poco más adelante veremos un camino con una cadena y un cartel de propiedad privada, cuestión por la que no nos atrevemos a cruzarlo, y por lo tanto, pasaremos de largo hasta llegar al siguiente camino a la izquierda en busca de nuestro objetivo, el cual y por suerte veremos que se adentra hacia un cañaveral al abrigo de una montaña. Lo seguiremos para entrar en un camino que se ira estrechando hasta convertirse en una senda entre cañas y pinos, paralelo al barranco por el que veremos correr en algunos claros el agua. Llegaremos hasta una casa que es la que tiene el acceso restringido por el otro lado, no hay problema, total hemos recorrido menos de un kilómetro y no nos hemos arriesgado a que nadie nos pueda llamar la atención por desatender una señalización de propiedad privada. Allí mismo, y cuando el ladrido de los varios perros de la casa nos deja, oiremos el salto de agua.

Una pequeña presa, encajada entre las piedras de la montaña, embalsa el barranco y deja caer el sobrante por encima de la presa creando una pequeña a la vez que bonita cascada. Al otro lado la rocosa pared se eleva hasta más allá de los 200 metros de altitud. Bonito paraje que no nos lleva mucho tiempo visitar.
Después iniciamos el regreso hacia el camino y surge la pregunta de si subimos arriba hasta las antenas o no. Son mas de las 12.00 del mediodía, cuando terminamos la visita del Barranc, y nos quedan aún unos 8 kilómetros en subida que nos hubieran retrasado muchísimo para el almuerzo y después volver.

Visto lo visto y tras la visita nos quedamos en una pequeña y coqueta pinada encarada a la montaña, resguardados del viento y con el sol calentando el frío ambiente y de paso los pies de algunos que más que pies, asemejan patas de palo por lo inertes que los a dejado el frío.
Almuerzo amenizado por el recordatorio del programa de ayer noche, José Mota nos pone el puntito de humor a la ruta, el tío de la vara (hermano de nuestro conocido tío del Mazo), nos acompañará más de una semana, seguro. El "facundo o la facunda" está a punto de suscitar una reyerta que, gracias a que ya la hemos guardado no llega a mayores, al menos verbalmente hemos echado un pulso, como no podía ser de otra manera, si, ya se que no entendéis nada....... son cosas nuestras, jeje.
Tenemos que regresar y, decidimos acortar distancia volviendo por el Polígono del Oliveral.
Deshacemos camino hasta la Masía del Rey, donde encontramos la foto de la semana, no sin antes buscarla con ahínco, para luego subir por el puente sobre la A-7 y adentrarnos en el Pla de Quart entre las masías de Pay y Capellans, hoy nos equivocaremos de camino por segunda vez, la animada charla y el tiempo transcurrido nos hace confundir el camino, normal que no nos sonara el mosaico de azulejos que vemos en la fachada de una masía.
Nuestros orígenes maniseros nos hacen fotografiar todo aquello que huela a cerámica.
Estamos en el camino del oliveral, el cual nos llevará directos a cruzar el importante caudal derivado de la unión de los dos barrancos que hoy ya hemos cruzado, el del Poyo y el del Gallec, ambos se unen unos metros antes de donde lo hemos cruzado y continuarán en una sola corriente hasta la parte norte del Polígono Masía del Juez, allá en Torrent. Nos percatamos del error al llegar a la A-3, tenemos que decidir entre volver atrás o seguir adelante buscando un camino alternativo. El repelús que nos ha dado entrar en el turbio caldo que trae el barranco nos dará la respuesta, una vez es más que suficiente como para volver atrás. Visto lo cual nos queda solo huir hacia adelante. Cruzamos la pasarela y comenzamos a callejear por el polígono, más de un error y de una parada para orientarnos hasta que al final encontramos la orientación correcta, todo bien hasta que topamos con una nueva autopista de dos carriles por sentido mas vía de servicio, toma ya.
Carretera que va desde la A-3 hacia el nuevo parque logístico, entre el Oliveral y la Mallá. Ya un poco aburridos de andar buscando el camino, decidimos poner en marcha el GPS bueno, vamos el de chips, ya que el “KI KE ESE” anda hoy un tanto fallón (debe ser por el barro.....) Aquí descubrimos una inmensa obra que intuimos es la nueva planta de tratamiento de residuos urbanos, para entendernos, el basurero comarcal, que se tiene previsto construir en Manises. Siguiendo las instrucciones de la "martita" que la oímos reírse de fondo (disimulando su risa con el insistente pitido del nuevo aparatito que se ha montado Luís que ya parece "Bicicop", y es que solo le falta algo para ayudarle a pedalear. Tranquilos que todo se andará..). Llegamos enseguida a la zona conocida de La Mallá, desde aquí el camino ya nos es familiar por lo que regresamos con algunos kilos de más hasta la gasolinera para limpiar de barro las burricas que hoy, de forma diferente, han disfrutado ensuciándose como la que más, y es que esta semana les toca la pasar la “BCV”, vamos, la revisión de los 3000, que son los kilómetros que les hemos hecho desde la última puesta apunto. No hay que olvidar que para un rodar sin problemas es conveniente su ajuste y puesta a punto en profundidad al menos una vez al año o lo que es lo mismo, pasadas las 300.000 pedaladas que son las que hemos dado desde la última revisión.
Y esto ha sido todo por hoy, hasta la próxima bikers.

Track en Rutes de Roda i Pedal