La motivación es lo que te pone en marcha, y el hábito es lo que hace que sigas.
Jim Ryun
Curiosidad, si,
curiosidad..., algunos somos curiosos por naturaleza, y en muchas ocasiones en
la vida todo empieza con el significado de esa simple palabra, es decir, la
intención de descubrir algo que uno no conoce, lo cual en ocasiones te
puede llevar al deseo de querer hacer ciertas cosas por encima de todo con tal
de saciar o satisfacer esa curiosidad apremiante, y le dedicas todo tu tiempo y
todas tus ilusiones y tus energías.
Y hablando de
curiosidad; un sábado de éstos estábamos filosofando como de costumbre cuando
rodamos, y nos asaltó la idea de saber (solo por curiosidad), cuando fue la
última vez que todos los miembros de
Roda i Pedal rodamos juntos, sin
saberlo, a lo que sería nuestra última ruta en equipo, al igual que saber
cuando tomamos esa última instantánea de entre las miles y miles de fotos
tomadas durante tantos años, en la que
aparecemos los cuatro. La imagen es una más entre tantas pero lo que nadie
sabía y lo que la hace tan especial es que
posiblemente, era la última vez que esta circunstancia iba a producirse,
al menos por el momento.
En la vida,
muchas veces ocurre que sin saberlo, un hecho hasta ese momento cotidiano, deja
de serlo repentinamente, y sin planearlo se convierte en algo tan especial como que difícilmente volverá a ocurrir, cuestión que cuando lo
piensas no deja de ser en cierto modo chocante.
Y es por eso que
echando mano de las notas, de las fotos y avalado por esa manía personal de
anotarlo casi todo, hemos podido averiguar con absoluta certeza, un par de datos tan concretos como curiosos,
como son el hecho de saber con total seguridad
cuando fue la última ruta en la que Carlos pedaleó con su padre y sus
tíos, así como saber en qué lugar y en qué fecha se tomó esa última foto que
sin pretenderlo, iba a convertirse en el último recuerdo en común de Roda i
Pedal de tantas aventuras biker como las que hemos vivido en conjunto.
Pues bien, la
última vez que pedaleamos los cuatro juntos fue un 28 de febrero de 2015, y la
última foto en la que aparecemos los cuatro, se tomó en la ermita de Santa
Bárbara el sábado 22 de noviembre de
2014. La última ruta que pedaleamos con Carlos (Kike no venía) fue el 2 de mayo
de 2015, y la última foto en la que Carlos está con nosotros dos data del 25 de
abril de 2015 en la Bassa Barreta.
Curioso, ¿no?. Valgan pues estos
datos para que consten en nuestra bitácora y con ello poder recordar “por
curiosidad” ciertas fechas que han quedado ya como efeméride de nuestro
recuerdo biker de Roda i Pedal.
“En enero,
no te separes del brasero”
Y llegó Enero, otro año más de
pedal, y como no podía ser de otra forma, Chiva y su ermita, fue nuestro primer
destino en nuestra ya habitual visita a Los Reyes Magos por estas fechas. Y es
que la tradición manda y por tanto, no
dudamos en acercarles personalmente a SS.MM., nuestras cartas cargadas de
buenos deseos para el año que ha dado comienzo, un año que esperamos sea
benévolo con nuestro físico y que nos permita rodar por cuantos caminos y
montañas deseemos.
Este primer mes del año nos trajo viento y frío por doquier en las primeras
semanas, aunque por nuestras latitudes,
más viento que frío. Aún así, rodamos cada sábado aguantando marea y con Salva continuando con los mismos
problemillas respiratorios con los que terminó el 2017; esa “condensación
pulmonar” le va a traer cola…, aunque parece que se ha iniciado el proceso de
recuperación, ya veremos. Por parte de
Luis, tampoco fueron todo alegrías; una rama que el “tio del mazo” se dejó
olvidada en la “bajada del kilómetro”, le metió cuneta y mordió el polvo
irremediablemente. Un susto, unos puntos en la barbilla y alguna magulladura
leve fueron el resultado de un sábado fatídico en el que por primera vez en
todos estos años, visitamos un hospital y no pudimos terminar la ruta. (menos más que ese día se nos apareció un Angel…)
Tras ocho años seguidos sin incidente alguno en cuanto a caídas, con ésta hemos roto
la buena racha. Esperemos que pase de largo y no se cebe con nosotros.
“Lluvia de
febrero, llena cuba, tinaja y granero”
Febrero siguió con mucho frío y bastante lluvia, aunque
nos premió con las ya típicas ventanas meteorológicas que a lo largo de tantos
años de rodar, casi siempre nos han acompañado, y los sábados aunque fríos o
con viento, nos dejó pedalear y disfrutar de un sol primaveral a la mejor hora
de la ruta, es decir, a la hora del avituallamiento en los diversos lugares
donde hemos realizado la obligatoria parada. Todo ello con los problemas que
Salva seguía arrastrando y que este último fin de semana parece haber dejado
definitivamente atrás.
“Marzo marceador, de noche frío y de día calor”
Con Marzo volvió a la normalidad en todos los aspectos. Únicamente el viento que fue “in crescendo”
semana tras semana, y nos perturbó todas y cada una de las salidas, aunque el
frío también se hizo notar durante todo el mes hasta el punto que los “peucos”
no molestaron en absoluto, pero cercano a su final, con la llegada de la
primavera y el habitual cambio de hora, ya se barruntaba que “el caloret faller” estaba cada vez más
cerca, cosa que se hizo notar sobre todo al regreso a finales de mes, cuando
algún que otro rato la ropa invernal ya empezaba a molestar un poco, aún así,
el fuerte viento aminoró la sensación intensa de calor, por lo que como es
lógico, tocaba esperar el cambio de indumentaria.
“En abril, aguas mil, y todas caben en un barril”
Abril nos recibió con fuertes
aromas de azahar y un tiempo incierto que amenazaba lluvia en las salidas de la
base, aunque por fin, la primera semana disfrutamos de la que fue la primera rodada
de sábado sin viento desde hacía ya muchas semanas. La incertidumbre climatológica continuó a lo
largo de gran parte del mes, pero como de costumbre, no nos tumbó ninguna
salida. Eso si, la precaución nos hizo visitar tal vez con demasiada asiduidad
nuestro “forat” particular a la hora de avituallarnos a media mañana, por
aquello de que “al biker listillo no se le moja el bocadillo”, por lo
que seguimos disfrutando sábado tras sábado de la pedaleada semanal con alguna
aparición del tercero del grupo, Kike, que con su habitual olfato biker siempre
consigue encontrarnos allá donde estemos;
no sabemos como lo hace (o si….
jajaja)
“Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”
Mayo se mostró benévolo en
cuanto a la temperatura se refiere, y aunque empezó algo amenazante, la
realidad es que el “caloret” ya estaba ahí llamando al pedal, cosa bastante normal
en estas latitudes y más por estas fechas.
El ambientador natural de azahar
se fue agotando irremediablemente a medida que pasaban las semanas y nos dejó definitivamente
a mediados de mes hasta la próxima primavera, lástima que no lo podamos
envasar… , terminando el mes como lo habíamos empezado, amenazante de lluvias pero sin
sobresaltos.
“En Junio, beber, sudar y el fresco buscar”
Junio comenzó tal como había terminado el mes
anterior, tanto que nos obligó por prudencia a buscar refugio el primer sábado
a la hora del avituallamiento, ésta vez visitando un nuevo lugar al que hemos
bautizado como “Ca Nova” por su espectacular vista a la montaña y la comodidad
que nos ofreció el paraje, a cubierto y ¡ con sillas y todo !, todo un lujo en
plena montaña solo al alcance de unos pocos.
El mes transcurrió con
temperaturas más suaves de lo normal, lo cual fue de agradecer, pero con la
llegada del verano, apretó de lo lindo las dos última semanas, aún así, nuestra "Selene" no cambió de atuendo, lástima. Cabría destacar especialmente, la foto del calendario de este mes para el año
próximo, en la que hemos querido inmortalizar un “acebuche” muy especial para nosotros, pues nos
trae imborrables recuerdos de nuestra niñez, “la olivera gran”.
“Julio caliente, quema al más valiente”
Julio entró con retraso en
cuanto a la foto del calendario, ya que una lesión de gemelo de Salva, le
obligó a permanecer en “stand by” las dos primeras semanas. En lo
meteorológico, el mes hizo bueno el refrán que precede el resumen del mes, cosa
bastante normal por otra parte. Por lo demás, nada que destacar a no ser el
calor sofocante de la última semana que ya nos dejo un buen surco como era de esperar.
“Agosto, todo lo seca menos el rostro”
Agosto es el mes vacacional por excelencia, y siempre solemos
hacer algún paroncillo debido a los viajes programados que siempre se suceden
al llegar el merecido descanso a estas alturas del verano.
Este año solo aparcamos las burricas el primer sábado, y menos mal que
las aparcamos, ya que el termómetro subió hasta marcar 38,2º a la hora en la que solemos estar regresando
a la base, es decir, antes de las horas centrales del día, claro, que otra cosa
no será, pero conocimiento, tenemos, aunque solo sea el justito para pasar el
día.
El resto del mes transcurrió con normalidad en la montaña y nos
hicimos la foto de rigor junto a otro emblemático icono de la geografía
valenciana y de los que cada vez quedan menos. Cabe destacar que éste mes incorporamos en la ruta del miércoles,
una costumbre que teníamos casi olvidada, los almuerzos en Benaguacil a media
ruta, lo que nos ha hecho disfrutar un poco más de la rodada matinal a media
semana.El mes hizo bueno el refrán y las sudadas fueron de campeonato. ¡¡
Menudos huérfanos pillamos a la vuelta de cada ruta !!, aún así, lo disfrutamos
de lo lindo.
"Septiembre, o seca
las fuentes o se lleva los puentes"
Y
pasó el verano, o mejor dicho agosto, porque el calor continuó durante la
primera semana y parecía que no había esperanza de que amainara, pero haciendo
válido el refrán en lo de “llevarse los
puentes” el segundo sábado del mes lo
sufrimos en nuestras carnes, y al igual que hace un par de años por esta misma
zona, nos volvió a caer la del pulpo. Conforme avanzaba la mañana, el cielo
amenazaba lluvia, y nada más almorzar empezó la fiesta. Ya calados hasta los
huesos, salimos del remanso de paz en busca de la primera subida, acompañados
por una lluvia intensa y relámpagos que parecían aproximarse hasta nuestra
situación. Menos mal que la temperatura era agradable y la sensación térmica aun
estando caladitos, no llego a ser preocupante.
Pero
lo mejor estaba por llegar, ya que al
enfilar el puente del 9, bajaba un rio
de agua y barro que debíamos cruzar para llegar a la base, así que con un par (no había otra…), nos adentramos con el
agua hasta más arriba del pedalier, a fin de tratar de recorrer los 150 metros que nos separaban del
camino del Babalá donde ya no había peligro. Toda una aventura que resolvimos
sin incidencias más allá del barro y la suciedad que acumulaban nuestras bicis
y nuestros traseros.
Al
llegar a la base, el “manguerazo” habitual nos dejó como nuevos, y unas
cervecitas fresquitas nos hicieron recuperar el humor y las fuerzas. Y a la
semana siguiente, tres cuartos de lo mismo, otra chopada monumental de similar
factura. En casi 25 años de rutas, nunca
habíamos repetido dos sábados seguidos calándonos hasta los huesos al regreso.
Parecerá imposible pero así fue.
El
resto del mes transcurrió por fin con normalidad, y la vuelta progresiva a
nuestra “bendita rutina” nos hizo
retornar a la realidad del mundo laboral, por lo que la ruta de cada sábado, nos
supo cada vez mejor y más, sin los excesivos calores veraniegos., que ya iba
siendo hora ¿no?.
"En octubre, de hoja el campo se
cubre"
Octubre
empezó con calma, las rutas tranquilas, los olores de uva madura y los colores
ocre de los viñedos caducos, fue la tónica destacable durante todo el mes,
aunque tuvimos suerte de no pillar el temporal de lluvia de mediados de mes,
que nos dejó los caminos anegados y la montaña fresca y rebosante de vitalidad.
Eso
sí, el frío se hizo de rogar y ni tan siquiera las lluvias ni el cambio de hora
del último sábado, nos hizo cambiar de atuendo veraniego, aunque es verdad que
algún sábado, una camisetilla de manga larga a primera hora tal vez no hubiese
molestado, por lo demás, todo perfecto en cada rodada.
"Noviembre acabado, invierno
empezado"
Y por fin llegó el fresquito y con él, ese cambio de atuendo, que tras casi siete meses de llevar puesto lo justo, ya iba
tocando…
Con la lluvia caída estas últimas semanas y
el fresquito mañanero, el invierno nos vino de golpe, y en la primera semana ya
nos obligó a ponernos las plantillas. Este finde además tocaba foto y tras la
festividad tan recientemente acaecida,
el sito nos pareció apropiado y hasta allí que subimos a inmortalizaros
de nuevo. La segunda semana hubo parón, debido a que se nos marchó el patriarca que nos quedaba tras un año complicado, quien lo hubiese dicho una semana antes cuando celebramos el cumpleaños de Salva y se sentó a la mesa tan feliz contándonos como de costumbre sus batallitas y disfrutando cual chaval de las viandas y del buen ambiente. En fin, aunque duela es ley de vida, (Q.E.P.D.), nunca lo olvidaremos.
El resto de mes transcurrió sin más sobresaltos, salvo por la temperatura que cayó en picado la
última semana. Las rutas fueron cayendo una tras otra a la espera de las
vacaciones de invierno que ya están a la vuelta de la esquina, y como no,
tramando los preparatorios para esa última y un tanto especial foto del año,
que se barrunta cuanto menos divertida…
"En diciembre, sale el sol con tardura y poco dura"
El último mes del año llegó como toca, es
decir, con la esperada rasca mañanera y el clásico solecito de “la terreta”
a media mañana que nos alegró las rutas y nos hizo deleitarnos de los paisajes
rodaneros.
El mes transcurrió sin sobresaltos y mucho
mejor de lo que empezó, solo cabía esperar las ansiadas vacaciones navideñas
cuyo rumor ya empezaba a barruntarse pasada la segunda semana, y más, cuando
nos hicimos la última foto del año; este mes y como no podía ser de otra forma,
en un emblemático lugar que hemos bautizado como “el portal de Bike-len”, donde tras el
almuerzo de rigor, brindamos por todo el año pedaleado. Este mes además tuvimos dos miércoles de rutas extras en las que visitamos a nuestra "tortillera de Benaguacil", que nos preparó deliciosos bocatas que disfrutamos en tan apacible terraza.
En fin, un año más de camaradería
y buenos ratos al son de nuestro eterno pedaleo, en el que solo resta desear
que el año venidero nos mantenga en buena forma, y que sea a ser posible, algo
mejor si cabe.
Y así quedó nuestro año pedalístico en miniaturas
fotográficas, imágenes que como de costumbre, ya han quedado plasmadas en
nuestro habitual calendario de Roda i Pedal que nos acompañará durante toda la próxima temporada 2019
en el RC, recordándonos por donde rodamos y
los buenos momentos acaecidos.
¡¡
Feliz 2019 !!
Roda i
Pedal ©