Crónica fin de año (2022)
“Cuanta más arena haya
escapado del reloj de nuestra vida, más claramente deberíamos poder ver a través
de su cristal.”
Jean-Paul Sartre
ENERO
Con
INCERTIDUMBRE, así empezó para Roda i Pedal el nuevo año, ya que la primera de
las rutas previstas se quedó de nuevo en barbecho hasta el próximo año, al
surgir un imprevisto de última hora tras la placentera ruta del 29 de diciembre . Finalmente “Ómicron” hizo
acto de presencia y se cebó con uno de nosotros tumbándonos en consecuencia,
las tres primeras rodadas del año sin previo aviso. ( y eso contando con que ya
estábamos vacunados, aunque cierto es que hubiese podido ser peor…) En fin, es lo que aconteció sin
esperárselo y poco más se puede alegar. Lo importante es que pasó sin afectar
en lo físico al que sufrió la infección y toquemos madera (de pino…of course) para que no volvamos a sufrir la infección de
ninguna otra variante venidera.
Por
otra parte y en nuestra primera salida del año tal y como teníamos previsto,
nos dimos prisa en inmortalizar los 100 años del lugar de podrá verse en la
foto que incluiremos en el calendario anual, lugar en el que hace ya 25 años tomamos idéntica instantánea que tal vez fue la primera
toma en la llamémosle “ruta” , con una cámara
pocket con carrete de 100 ASA y en la que como se aprecia en la instantánea, únicamente aparecía uno de nosotros retratado (el otro era el que hacía la foto, claro… ya que no llevábamos trípode)
con las primeras “super bicis” con las que nos iniciamos, una con cuadro de
“aluminio” y la otra con cuadro de “cromoli”, ambas máquinas equipadas con cambio trasero
Shimano Deore XT y zapatas de freno de bloque, casi ná… . Obsérvese igualmente, el “super equipaje”
que porta el biker entre otros detalles, sin comentarios…
En
fin, el primer mes del nuevo año transcurrió tranquilo aunque con un frio
considerable, con cielos despejados y una
excelente visibilidad, que dejo a media mañana un cálido Sol a la hora del
avituallamiento, Sol que nos reconfortó y permitió celebrar como es debido (y con la “cata / degustación” de rigor), el quincuagésimo cuarto cumpleaños de
Luis que ya goza a “tuti plen” de esas 54 castañas, que no está nada mal. Cabe
destacar para el recuerdo que perdimos en una de las abruptas bajadas a tumba
abierta, uno de nuestros cuentakilómetros Polar, y a la semana siguiente el
mini timbre también salto por los aires, aunque este lo pudimos recuperar, gajes del oficio. Nunca en todos años de
rodar por las montañas, nos había sucedido algo similar salvo hace ya bastantes
lustros, cuando perdimos un antiperro en aquella loca y rota bajada en la
que eso si, nos perseguían sendos canes colina abajo que nos nublaron la
totalidad del poco conocimiento que tenemos cuando nos dejamos caer a tumba
abierta colina abajo. Por lo demás, nada que destacar en este
principio de año.
FEBRERO
El
mes empezó amenazante de lluvia, cuestión que nos obligó a buscar cobijo en “Ca
Robert” a la hora del avituallamiento, aunque finalmente y aunque no nos
mojamos por los pelos en la primera salida,
fue en la última ruta del mes nos cayó la chopadita de rigor, gajes del
oficio.
Febrero
como viene siendo costumbre estos últimos años, se caracteriza por el adelanto
primaveral que se observa por doquier; primeros almendros en flor, temperatura no
demasiado fría, mucho polen en el ambiente y olor a tierra mojada, y como no,
las alergias que afectan a unos más que a otros como es nuestro caso.
Por
lo demás, las rutas tranquilas nos hicieron disfrutar como de costumbre, de la
paz y la tranquilidad que se respira en la montaña, aunque este año y por
necesidad, tuvimos que rodar en domingo
la tercera semana del mes, cosa muy poco habitual en nuestras salidas semanales
a lo largo de estos últimos 25 años.
MARZO
El
mes empezó casi como terminó el anterior, amenazante de lluvia y con mucho
barro en los caminos, aunque esta vez y en la primera salida, si que nos
libramos de la lluvia por acontecer en viernes como tantas y tantas veces nos
viene sucediendo. Como de costumbre, sacamos a pasear a nuestra Nikoleta para capturar la imagen del mes que salvo
sorpresas, lucirá en el próximo calendario de Roda i Pedal, y menos mal…,
porque la cosa empezó con una salida en domingo la segunda semana por
cuestiones personales de agenda y terminaría peor.
El
resto del mes fue un completo desastre en cuanto a las posibles salidas, ya que
por un motivo (ausencias por las vacaciones de fallas de los más afortunados) o por
otro, (reformas hogareñas ineludibles),
solo salimos los dos primeros sábados, eso sin contar la mucha lluvia acumulada
este mes en nuestra terreta, (20 días del
mes con registros pluviométricos positivos, cosa rara de coj… por estos lares),
aunque esto último no nos hubiese impedido rodar el último fin de semana, pero
en fin, así fueron las cosas. La
cuestión es que en lo que llevamos de año, nos estamos cargando de “sábados en
blanco” por diversos motivos de fuerza mayor, por lo que tocará recuperar en la
primera ocasión que tengamos.
ABRIL
Con
los albores de la primavera, nuestra “bendita rutina” hizo nuevamente acto de
presencia. El azahar empezaba a hacerse patente por los caminos en la primera
rodada, y ya pudimos dar fe de que el equinoccio era nuevamente un hecho
confirmado. En breve, el fuerte y
embelesante perfume de la flor del naranjo, nos acompañará como de costumbre
hasta bien entrado el mes, aunque curiosamente, el fruto maduro de la pasada
campaña todavía cuelga de los árboles en muchos de los campos que atravesamos
en nuestras rutas, una verdadera lástima.
El
tiempo frío a principios de mes, hizo de nuevo acto de presencia y aunque con
horizontes muy despejados y una excelente visibilidad de las montañas, nos
obligó a buscar el calor solar a la hora del avituallamiento, lo que nos dio
pie a prolongadas charlas en torno al tema del mes, ( o tal vez del año…) la
maldita guerra que azota de nuevo a Europa y por ende, a todos sus habitantes.
No hemos tenido bastante con la pandemia que ahora toca sufrir los efectos de
un conflicto bélico. En fin, esperemos que acabe pronto y que nos afecte lo
menos posible, ya que poco podemos hacer al respecto.
Por
si las moscas y visto lo visto, inmortalizamos abril en la primera ocasión de
tuvimos, aprovechando el buen tiempo de la primera del mes y las ganas que
teníamos de ciclar nuevamente.
Como
no, el viento también nos acompaño en más de una ocasión, aunque no molestó en
demasía y nos dejo pedalear sin demasiados problemas.
MAYO
Con
“el colocón” aromático ambiental todavía presente, iniciamos el mes de las
flores cuyas copiosas lluvias nos siguieron dando tregua, ya que después de los más de 150l/m2
que cayeron el día 3, sumados a los más de 300 caídos en los que llevamos del
año, nos han dejado los caminos maltrechos aunque cierto es que podían estar
peor, ya que por fortuna cayeron sin tregua pero lentamente, por lo que no se
produjeron demasiados desperfectos ambientales más allá de los “supercharcos”
en vaguadas y las roderas de rigor en las subidas/bajadas habituales, lo que
nos obligo a tomar ciertas precauciones para evitar sorpresas.
Lo
que si que perdimos definitivamente hasta el próximo invierno es el postre, ya que finalmente la recogida de la
naranja fue total en las zonas por las que ciclamos habitualmente, duraba
demasiado...; el resto del mes transcurrió plácido y con una temperatura
claramente en ascenso que nos obligo a lucir la vestimenta veraniega desde la
primera salida de mes, y que culminó en un último sábado con temperaturas ya
muy altas y un sol abrasador que nos recordó que las treguas se habían
terminado y que “el veranito” en cuanto a temperaturas, ya estaba aquí para quedarse, veremos este
año hasta cuando se alarga.
JUNIO
Empezamos el mes con novedades, pues incorporamos sobre la marcha a una de nuestras rutas más habitual, un par de variantes que aunque distan mucho de ser novedosas, hacía por lo menos diez años que no transitábamos por alguno de esos caminos, o sea, un tiempo prudencial en Roda i Pedal que nos recuerda que como todo en la vida, si una cosa funciona para que cambiarla…, aún así y en contra de lo que dicta nuestra particular sensatez, nos aventuramos un par de veces y no fue mal la cosa sino todo lo contrario; mejora en el firme, nuevos paisajes, en fin…, atrevidos que somos, jajaja.
El
mes transcurrió tranquilo pero ya con mucho calor al regreso, lo cual ha sido
bastante normal en un año en el que el invierno prácticamente a brillado por su
ausencia, y en el que hemos tenido el mes de Mayo más cálido desde el año 61
del pasado siglo, ahí es nada.
Ya
en la segunda semana, el sol ya estaba
en modo agresivo y prácticamente en la posición más alta que puede estar, y así
continuó hasta el final, sin darnos tregua desde las primeras horas y que decir
de las centrales…, vamos, el surco estaba servido y ya se hizo notar en la
musculatura de algunos que regresamos en más de una rodada, con el termostato en la zona roja y con el
mensaje de la reserva avisando “ni una subida más”. El calor, que no perdona…
Con la esperanza de que no apretara mucho más, continuamos el mes hasta su final en la tranquilidad más absoluta, tanto en ruta como en la hora del avituallamiento, donde la zona estuvo desierta y en una “calma chicha” que no deja de sorprender año tras año en estas fechas y en estos parajes de nuestras montañas.
JULIO
El
mes de la canícula por excelencia, no defraudó en absoluto en cuanto a las temperaturas tal y como nos temíamos. Por
miedo a una posible fusión de la nikoleta, la séptima instantánea del año no se
hizo esperar, y la imagen del mes quedo capturada para la posteridad en la
primera ocasión que tuvimos.
A
la espera estamos de que alguien invente “el sombradrón”, es decir, un artilugio a modo de dron perseguidor de
bikers, dotado de una amplia sombra proyectada y con un buen “cold-tooth”
que mantenga fresquitas unas birritas en su bodega, a fin de hacernos un
regreso algo más llevadero. En fin…, por fantasear que no quede; estas paridas son la consecuencia directa de
los efectos del surco , que nos hace alucinar y ver espejismos de chiringuitos
a la menor ocasión, jajaja.
A pesar del calor en ruta, las semanas fueron cayendo aunque con esfuerzo extra , y el minuto, que digo minuto… el “segundo sombra” en las subidas se vendió tan caro como la gasolina en estos tiempos que nos ha tocado vivir; y para muestra un botón, el tercer sábado nos cayeron 38.4º a la vuelta, asi es ná; en consecuencia, el primer surco potente de la temporada que esperamos no se repita muchas veces, ya que nos vino justito llegar a la base antes de notar los síntomas del temido golpe, que digo golpe..., “hos… de calor” (en adelante “HdC”) que el tío del mazo estuvo a puntito de meternos entre ceja y ceja. En fin, “Bikesoquistas” que somos, ya que el veranito es lo que tiene y hay que tomárselo con filosofía pero sobre todo, con un poco más de cerveza para recuperar líquidos. ( algo bueno tendría que tener rodar con calor ¿no?).
AGOSTO
Y
llegó de nuevo el mes de las perseidas y a la par, el de las vacaciones por
excelencia, cuestión que se siempre se traduce en una nueva disminución de
bikers en las montañas por las que rodamos, lo cual no deja de venir bien ya
que mejora si cabe, la tranquilidad y la paz de nuestras rutas.
Por
lo demás, poco que destacar. Como cada año, Luis hizo novillos un par de
miércoles y un sábado, por lo que Salva rodó “a punta de día” en solitario, aprovechando
“la seua soletat” con una parada
extra en la ruta del fin de semana, a fin de recolectar el preciado “te de monte” que espera solícito a ser
recogido como cada dos años por estas fechas, en ese recóndito lugar cercano al
Monasterio de Sant Miquel que solo algunos conocemos, y cuyas infusiones nos
vendrán como anillo al dedo este invierno, en especial, alguno de esos viernes noche previos a la ruta
del sábado que podamos encontrarnos con síntomas de una inminente “castaña” a
modo de resfriado.
Pasada la primera semana del mes el fin de las vacaciones se acercaba para algunos, por lo que este año no pudimos añadir ninguna ruta extra de miércoles en compañía, aunque pensándolo bien, el que redacta estas líneas, tal vez esté muuuuyy cerca de pillar todos los miércoles y lunes y martes..., toquemos madera. En fin, - no urguis - a ver si se nos va a molestar la cuadrilla, jajaja.
SEPTIEMBRE
Pasadas
ya las merecidas vacaciones que cada vez pasan más rápido, volvió la rutina ( o eso creímos…) y con ella, una leve
mejoría de las duras condiciones climatológicas que estamos sufriendo este
verano con el calor extremo, del que por suerte nos hemos librado de la temida HdC
que hemos tenido seguramente cerquita en alguna ocasión durante estos tórridos
meses.
Las
rutas y con ellas, las fotos del próximo calendario siguieron cayendo, aunque
tuvieron que esperar, puesto que la primera semana y aunque pareciese mentira a
estas alturas y con tres vacunas en el cuerpo, Salva pilló “el ómicrón-bicho” y lo
tumbó de mala manera. Dichoso COVID de los coj…
Por
suerte, los anticuerpos trabajaron rápido y la segunda semana ya rodamos en
compañía mutua tras el letargo vacacional y cayó la foto para el recuerdo, y
van 9.
La
montaña, tranquila, nos recibió con su paz de costumbre cada uno de los
restantes sábados del mes, y la charla amena fue el común denominador como de
costumbre en cada una de nuestras rutas. Con la última salida llego el otoño y
con él, los primeros síntomas del cambio de luz y color en nuestras rutas,
cambio que como de costumbre se irá acentuando a medida de que pasen las
semanas.
OCTUBRE
La
primera de las cinco salidas previstas para este mes se caracterizó por un pequeño
cambio en la temperatura a primera hora, y aunque aguantamos bien con el
equipaje de verano, todo parecía indicar que no tardaríamos mucho en guardarlo hasta
nueva orden.
A
estas alturas de año, ya podemos observar con júbilo, cómo va creciendo y “pintando” nuestro postre hibernal, esas
maravillosas naranjas que esperamos nos deleiten más pronto que tarde después
de zamparnos el bocata.
En
cuanto al mes, nos dio lo que prometía, ningún problema y mucha calma en la
montaña, que junto con un agradable frescor y un sol mucho más amable, permitió que las sombras fuesen creciendo de
semana en semana aumentando las “umbrías”. A finales de mes seguramente tendremos un muy feliz cumpleaños de uno de nosotros, ya que las 63 castañas están a punto de caerle a Salva y con ellas posiblemente un premio de los gordos y no será de lotería, o si..., ya se verá.
En cuanto a las rutas, los fuertes olores a tierra húmeda y vegetación aromática fueron la tónica general que nos acompañó en
cada salida.
NOVIEMBRE
El
mes en el que empiezan a alargarse definitivamente nuestras sombras al amanecer no
pudo empezar mejor, el festivo a principios de semana nos aportó una ruta extra
de martes que nos permitió darle esquinazo a nuestro amigo Nachete y mantenerlo
una semana más en la lata, así que como de costumbre en los festivos entre
semana, nos fuimos de ruta y recuperamos fuerza pasados los veinticinco
primeros kilómetros y la primera subida en “El taller de la tapa”, disfrutando de unos bocatas calentitos y
recién hechos que nos repararon el esfuerzo realizado en la ida.
El
primer sábado sin más dilación paseamos a la nikoleta y en consecuencia, cayó
la onceava imagen del año, que ya casi nos permitió completar el calendario del
23, solo a falta de la foto “rodaipeldalnavideña” que esperamos poder realizar
en breve llegado el momento propicio, no vaya a ser que la vayamos a liar en
alguna bajada…
Este
inicio de mes vino marcado por el cambio de vestuario, ya que la salida a 12º y
con el vientecillo que soplaba de frente, no molestaba en absoluto el atuendo
hibernal, aunque a la vuelta se hubiese podido rodar sin problemas con el
uniforme de verano. El segundo finde del mes tocó parada, ya que las lluvias torrenciales
acaecidas en la zona imposibilitaron que rodáramos, pues aparte de la copiosa
lluvia que estaban cayendo desde primera hora, había que sumar los 90 l/m2
caídos el viernes, cuestión que estaba claro que habría dejado inundados los
caminos y que provocó incluso el cierre del Aeropuerto internacional de Manises
durante toda la mañana del sábado. Al final se rozaron los 200 l/m2
en dos días, así es nada.
Pasada
la racha de lluvias, el resto del mes nos dejo un ambiente más limpio, aunque
con algunos caminos muy deteriorados como era de esperar, es lo que tienen las
trombas cuando caen sin control, es lo que hay.
DICIEMBRE
Y
por fin llegó el último mes del año, y decimos por fin porque este ha sido un
mes muy pero que muuuuuyyy especial, no solo caracterizado por las rutas extra de algún que otro miércoles, ni por la ya clásica foto navideña de costumbre, sino porque cada una de
nuestras conversaciones en ruta, estuvo marcada por el anhelado “countdown” que se divisaba
en el "horizonte de sucesos" para el mayor del binomio de Roda i
Pedal. Salva se jubilaba "si o si" el penúltimo día del mes, y la última ruta del año iba a ser algo especial, ya que sería la primera ruta oficial como “jubileta” y además
con el aliciente de ser “rutavieja” por caer en sábado 31. Este año ha
tocado rodar en fechas tan señaladas como en “rutanueva” del día 24 y la citada del último
día del año, cosa que no sucedía desde el año 2016 que cayó en idénticos
días de mes, al igual que en el ya lejano 2011.
Tal vez por eso los duendes del bosque también nos tenían reservada una envolvente a modo pinchazo a lo bestia, pues rajamos una cubierta que nos obligaba a tener que poder solucionar el problema en ruta para poder regresar a la base. Afortunadamente tras el almuerzo en el alto de la Ermita de la Virgen del Castillo de Chiva, nos pusimos manos a la obra y lo pudimos solucionar sin mayor problema.
En
fin, cosas que pueden pasar tras 53 salidas sin incidentes que hemos realizado
este año que ahora termina. En total han sido 54 rodadas con 0 caídas y 0
incidentes salvo el surgido el último día, esperemos que el próximo año siga
siendo tan benévolo como el que ahora finiquitamos y sigamos pudiendo disfrutar
de nuestro deporte favorito en la paz de las montañas.
¡¡ Feliz 2023 !!