martes, 31 de diciembre de 2024

Crónica fin de año (2024)

“Cuando más viejo te vuelves, más sientes que debes disfrutar el presente; es un regalo precioso comparable a un estado de gracia.

Marie Curie

Empezamos el nuevo año con la esperanza de que la salud continúe acompañándonos y que podamos disfrutar de multitud de rodadas con las mejores sensaciones, con el entusiasmo extra de haber cerrado un año 2023 de record absoluto en cuanto a salidas efectuadas, con el firme propósito y la esperanza de poder al menos, acercarnos lo máximo posible a esa histórica cifra en el que ahora comienza. Esto sería un claro exponente de que la vida nos sigue sonriendo en todos los sentidos y que las piernas habrán aguantado, potentes, los esfuerzos que la bicicleta nos demanda en cada ruta que efectuamos. Vamos pues a resumir lo que nos ha deparado el año biker.

ENERO

Iniciamos el 2024 con temperaturas anormalmente suaves para la época, con mínimas por encima de los 7º, aunque con algún que otro pico de “rasquita” como se dio el sábado 13 en el que salimos con solo 3,1º, temperatura que marcó la mínima del mes. Por lo demás, nada que matizar a no ser la poquísima gente que nos encontramos los primeros días del año, derivados seguramente por el efecto frío, las comilonas y la fiesta en general, circunstancias  que hacen que el personal se resienta y le cueste más salir “del sobre” a toque de diana.

El mes vino marcado por una extraña salida en “viernes” que efectuamos la primera semana del año, circunstancia que no habíamos repetido desde hace la friolera de 12 años, cuando allá por el 2012 en un mes de abril, tuvimos que adelantar igualmente una salida de sábado a Sant Miquel de Llíria a viernes, seguramente por alguna especial circunstancia que no llegamos a recordar, suceso que no es nada habitual en nuestra bendita rutina biker.

Por lo demás, nada destacable a no ser “la quema” de calorías extra ingeridas recientemente, por lo que ya sin polvorones, ni pastisets de boniato  en la despensa, toca volver a la normalidad de nuestras rutas por la montaña y disfrutar del ambiente tranquilo que suele reinar metódicamente durante los inicios de años, conversando en la primera ruta sobre todo lo acaecido en las pasadas fiestas navideñas al igual que sobre los juguetes que nos deberán traer los Reyes Magos, ya que hemos sido muuuuuy buenos y hemos bebido muuuuucha cerveza, como todo buen biker que se precie debe haber ingerido durante el pasado año que ya es historia.

FEBRERO

“Febrerico” no fue “el corto” en ésta ocasión, sino algo más largo por ser bisiesto el presente 2024. Y para seguir con las anomalías del mes, habría que recalcar que ha sido un mes realmente especial en cuanto a las temperaturas, ya que nos quedamos esperando la llegada del frio mañanero que no paso de ser únicamente “fresquito” en cada salida, pero que en ninguna de las 8 salidas realizadas a lo largo del mes,  bajamos de los 5º y pico de principios de mes, sábado que marcamos la mínima del mes con esos 5,3º, nada del otro mundo para las fechas en las que nos encontramos.

Por contra, el viento sí que nos acompañó en varias de las salidas efectuadas, aunque sin pasarse si exceptuamos el sábado 10 que nos metió cuneta con rachas por encima de los 40 km/h.

En general buen tiempo y sin amenaza de lluvia que sigue brillando por su ausencia. Por lo demás, rutas tranquilas y buenos avituallamientos con maravillosos cítricos de postre, que siguieron aguantando hasta final de mes, momento en el que empezamos a observar movimiento de recogida en los campos, claro exponente de que los postres se iban a terminar a no mucho tardar.

MARZO

La tercera salida de mes nos sorprendió con el primer aguacero en ruta desde hacía mucho, pero que muuuuucho tiempo a los pocos kilómetros de iniciar el pedaleo, lluvia que fue leve y nos permitió llegar secos a “Ca Robert”, donde por mera precaución, paramos a reponer fuerzas a cubierto por si las moscas. Finalmente fueron cuatro gotas aunque pillamos casi cinco si contamos las de la vuelta, donde la lluvia nos volvió a sorprender a poco más de un kilómetro de llegar a la base, eso sí, sin llegar a incomodarnos lo más mínimo.

De cualquier forma, buen inicio de mes a la espera de la primavera que todo parecía indicar  que iba a llegar calentita, teniendo en cuenta que como ha sido el invierno, el cual no se ha dejado ver este año por estas latitudes. 

Lo más destacable del mes fue sin duda, la completa y absoluta desaparición de nuestra fruta preferida ya en la primera salida de mes,( se veía venir…) así que tocará esperar 8 o 9 meses para volverla  ver y en consecuencia, poderla catar.

Por lo demás, poco comentar salvo las dos salidas en solitario de Salva ante la ausencia de Luis en su habitual huida de las fiestas Josefinas y los 25º y pico del sábado 16, que obligo al “biker solitario”, a cambiar rápidamente el atuendo de invierno por el de verano a fin de rodar en condiciones y no recalentar demasiado la musculatura.

ABRIL

Llegados a este punto de la órbita terrestre, las sombras fueron dejando de ser lo que eran, cuestión que ya nos estaba avisando que el veranito se acercaba.  Con el reciente inicio de la primavera sumado al cambio de hora, las mañanas fueron algo más frescas a primera hora, pero “Lorenzo” ya se encontraba cerca de lo más alto y por lo tanto  empezaba a incomodar algo más a la vuelta, por lo que el equipaje de verano si impuso si o si, aunque algunos ya lo llevábamos luciendo desde hacía casi un mes.

Destacable como cada año, el fortísimo aroma de azahar en todas y cada una de las rutas de abril que fueron 8 de las 8 posibles (otro pleno y van 4…), ya que los campos de naranjos estaban a reventar de flor y en consecuencia, el potente aroma se dejó sentir por doquier, aunque de vez en cuando y con la preparación de los campos de cultivo, “los purines” también atacaron “de valent”, nuestras pituitarias amarillas, en fin, es lo que tiene la primavera.

La foto mensual, cuyo “leitmotive” este año decidimos que iban a ser los almuerzos, no se hizo de esperar, y como viene siendo costumbre en los últimos lustros, la primera semana del mes dimos buena cuenta de ello y quedó plasmada según lo previsto.   

Por lo demás, el mes transcurrió tranquilo a excepción de que aunque tuvimos suerte y no lo tuvimos que ver en directo, dos incendios provocados uno muy cerca de la Masía Cisterciense del Mas de Zampa y otro en la zona posterior de la Masía de Traver, arruinaron sendas extensiones del Parque Natural del Turia a su paso por estas zonas, incendios que aunque se atajaron a tiempo, han dejado su negra huella en el citado paraje natural. En fin, es lo que hay, poco control, mucho descerebrado y nula vigilancia en la zona, por lo que las consecuencias son más que previsibles y el desastre está servido.

 MAYO

El mes se presentaba a priori tranquilo en lo meteorológico, por lo que las rutas se preveían placenteras, con temperaturas suaves y sin extremos que nos permitieran rodar disfrutando del paisaje a cada pedalada. Esto era lo previsto, pero si comentábamos tan solo hace una semana el asunto de los incendios, mayo lo empezamos con otro y en la misma zona del Parque Natural del Turia, esta vez aún más cerca de la Masía de Traver, habiéndose quemado unas buenas hectáreas de terreno alrededor de la urbanización y para más inri, incluyendo uno de los puentes de madera que cruzan el cauce del rio, nefasta circunstancia que dejó cortado el camino en perjuicio de todos los usuarios que por allí transitan; hasta que no acaben con todo no van a parar.

En otro orden de temas y en lo personal, la avería en nuestro observatorio que venimos arrastrando desde principios de año, continuó siendo entre otros muchos, uno de los temas “estrella” (nunca mejor dicho) de nuestras conversaciones a ritmo de pedal. Destacar en cuanto a las rutas, el muy notable aumento de las denominadas por nosotros “ibilke” que venimos observando últimamente, en detrimento de los bikers “a pulmón” que todavía valoramos y mucho, lo que supone este deporte de esfuerzo físico y superación que poco a poco y en vista de la moda que se está imponiendo incluso entre el personal muy joven, a fecha de hoy está dejando de tener el sentido de empeño, arrojo y voluntad que siempre buscamos los bikers que nos resistimos a rodar “a pilas” por las montañas;  y todo ello sin contar con los que cariñosamente denominamos como “gili-bikers”, que con sus altavoces portátiles inundan irrespetuosamente de vez en cuando, la paz que cabría encontrar en los entornos naturales por los que solemos rodar, serán cosas de los tiempos que corren.

Por lo demás, solo destacar que el mes finalizó con un apretón de temperaturas el último sábado, lo que nos vino a recordar nuevamente que el veranito se acerca definitivamente. En lo positivo, otro mes de pleno al 9 en rutas de las 9 posibles y seguimos pedaleando para bingo.

 

JUNIO

Sexto mes del año y en su centésimo quincuagésimo tercer día, es decir, el día 153  del año en curso por ser este 2024 bisiesto, nos marcamos la primera ruta en la que como de costumbre, nos tocaba pasear a nuestra nikoleta con tal de inmortalizar el primer almuerzo del mes, destacando en la imagen, el último de los "cuatro elementos" que faltaba por inmortalizar, elementos todos ellos tan habituales como necesarios en nuestras salidas de sábado.

A priori el mes se esperaba calentito, por lo que ya totalmente “desabrigados” en lo posible (plantillas térmicas fuera, ya que es lo único que nos podemos quitar J ), y preparados mentalmente para los meses de la canícula que ya se acercan, este año está por ver que sorpresa nos depara, seguramente nada bueno para nuestro deporte sobre todo en las horas de retorno a la base. De momento la primera salida fue un lujo biker, muchas nubes y una temperatura ambiente más que agradable, circunstancia que nos permitió rodar con una inesperada comodidad y estrenar el mes de forma placentera;  ya veremos cuanto nos dura la alegría.

Continuamos con la suerte de cara hasta la llegada del verano meteorológico, ya que con él, su primera ruta fue sin duda la más dura en lo que llevamos de año. Los casi 32º de calor sofocante al regreso marcó la tónica que salvo milagro, será lo que vamos a tener durante muchos meses. En fin, habrá que hacerse el ánimo como cada año y llevarlo con resignación, aunque finalmente no fue lo que parecía y “Lorenzo” se mantuvo discreto y no apretó en general como el año pasado, así que tocó celebrarlo semana tras semana con birritas fresquitas en la base como de costumbre. Finalmente terminamos de nuevo con pleno de salidas y como el anterior mes, realizamos las 9 salidas posibles sin novedad. Esto funciona.

 

JULIO

Como siempre y llegados a estas alturas del año, la montaña empieza a quedarse vacía de personal, debido principalmente al “éxodo playero” que supuestamente sucede con la primera operación salida, cosa que celebramos profundamente por la tranquilidad que acontece en estas fechas en las montañas, (algo positivo tenía que tener el veranito…), así que con la cautela habitual para que el tío del mazo no nos pueda sorprender en cualquier momento en el camino de vuelta, tratamos de hidratarnos lo mejor posible en cada ruta para que  “caloret”, no acabase por reventarnos en cualquier momento.

Aunque con temperaturas altas pero no extremas, el mes transcurría más o menos plácido hasta que nos metió la primera HC el último miércoles de mes, que nos quedamos a tan solo 4 décimas de los 37º, la máxima del año hasta el momento, y nos dio un buen recordatorio de lo que es pedalear en verano, así que paciencia y a esperar que pare ahí la cosa, que nos quedan todavía muchas salidas de "solstitium" como para empezar a quejarnos.

Por lo demás, poco que destacar, caminos cada vez más polvorientos ante la ausencia de un buen chaparrón, cosa nada relevante a estas alturas del año.

 

AGOSTO

Y como cada año, el mes nos complica los avituallamientos de los miércoles debido al cierre habitual por vacaciones de nuestra terracita miercolera, por lo que este año decidimos variar las rutas a fin de buscar nuevo emplazamiento donde calmar el estómago y sobre todo, refrescar el gaznate, añadiendo algunos kilómetros para poder  llegar a “les Civerines”, lugar ya conocido de antaño y donde sirven unos bocatas muuuyyyy cumplidos, además de la birra más fresca de todos los lugares que hasta el momento hemos visitado, así que no hay discusión.

El problema se nos presentó de nuevo cuando nos indicaron sus fechas vacacionales a mitad de mes, por lo que vuelta a pensar en otro emplazamiento donde retomar fuerzas hasta que el día 23 podamos  regularizar de nuevo la ruta. En fin, cosas del verano.

El mes lo siguió liderando por goleada el calor extremo, que nos dio poca tregua en las salidas, más y más polvo en los caminos faltos de lluvia y como consecuencia, mucho sudor, aunque como dice el refrán biker, “pedalear con gusto no pica”, así que continuamos a la espera de que poco a poco vaya bajando el sol y nos dé un respiro, que ya va tocando.

SEPTIEMBRE

La primera del mes nos cayó en miércoles, con un cielo amenazante y aviso naranja en la previsión, lo que nos hizo plantearnos a primera hora si sería prudente salir a pedalear. Los dos litros caídos la madrugada anterior y el aspecto del cielo al amanecer nos sembraron la duda, pero confiando en nuestra particular “bikesuerte”, nos aventuramos a ganarle la partida una vez más a la previsión y allá que nos fuimos desafiando al pronóstico. (algo temerarios somos, hay que reconocerlo), pero la cuestión es que apetecía y mucho recordar la sensación de ciclar sin calor ni sol en muchos meses, consiguiendo finalmente llegar a destino y avituallarnos en la terracita habitual bajo un cielo cambiante que continuaba con la amenaza de que no llegásemos secos a la base,  pero como tantas otras veces lo conseguimos y le ganamos nuevamente la partida a las nubes, repitiéndose la circunstancia casi exactamente en la misma fecha del pasado año en la que nada más llegar a la base, las nubes  descargaron un buen aguacero. Nuestra suerte biker nos había echado de nuevo "un pechito”;  será cosa de meigas pero nos volvimos a librar por los pelos, ya que solo diez minutos más y nos chopamos a tuti plen.

No obstante, el calor todavía siguió dando guerra, aunque cada semana se hizo más soportable a medida que las sombras iban creciendo. Las rutas siguieron agradables a la espera de una bajada definitiva de la temperatura que como siempre se hizo de rogar, es lo que hay. Finalmente, cerramos las rutas de verano el penúltimo sábado de mes, con una nueva amenaza de lluvia y esta vez sí que nos pilló, cosa que casi nos resultó agradable debido al tiempo que hacía que no veíamos llover en ruta.

 OCTUBRE

El otoño ya lo empezamos dos rutas atrás con una agradable sensación de frescorcillo que esperamos prosiga durante algunas semanas más sin tener que recurrir a la manguita de entretiempo, cosa que no es preocupante ya que el primer miércoles de mes  el sol todavía nos dio el recordatorio de que nos podía “asar”, premiándonos con casi 32º a la sombra y eso que estamos en octubre;  ahí te lo dejo.

Así pues, el mes lo iniciamos mejor que bien, con la primera salida en miércoles y por lo tanto con almuerzo de lujo en la terracita habitual y además, con “cascos nuevos”, porque ya tocaba jubilar (por aquello de la seguridad…),a los que en tantas rutas nos han acompañado y protegido.  

El estreno de los citados parecía haber llamado a la lluvia, porque semana tras semana poco o mucho los mojamos, y eso sin saber la que se nos venía encima, la riada del día 29 que se llevó muchas vidas y dejó mucho dolor en nuestra querida terreta. En lo material muchos fueron los daños ocasionados en general, y en lo referente a los espacios naturales por donde solemos ciclar, reventó vallas, puentes y la mayor parte de los caminos, destrozando todo lo que encontraba a su paso como ha sido entre otros muchos lugares, el Parque Natural del Turia que ya es historia. Ha dejado de  existir tal y como lo conocimos, al haberlo arrasado totalmente la riada.

Por nuestra parte la salida del miércoles 30 fue tal y como esperábamos, y aunque tratamos de evitar las zonas bajas y más conflictivas, pudimos comprobar a nuestro paso, los grandes y múltiples destrozos ocasionados alrededor de las poblaciones cercanas, y como la fuerza del agua se impuso sobre cualquier asentamiento humano que estuviese enclavado en sus dominios, llenando barrancos y acequias por doquier y aumentando el caudal del Turia hasta niveles que no llegamos a recordar, por lo que dedicamos la salida exclusivamente a investigar si podríamos rodar próximamente por las zonas habituales, respuesta que fue rotundamente negativa tal y como esperábamos, aún así lo intentamos pero a pocos kilómetros de la base, nos pusimos hasta las trancas de barro y no logramos llegar más allá de 10-12 kilómetros desde nuestro punto de partida,  teniendo que abandonar  ante la ingente cantidad de fango que encontramos en la “baseta blanca”, circunstancia que ya veníamos apuntando meses atrás a medida que fuimos observando la evolución de las  obras de acondicionamiento que se están efectuando en la zona.

Esta especial circunstancia nunca vivida desde que somos bikers, (ya cerca de 30 años)  nos obligó a variar tanto las rutas como los trazados habituales, a fin de poder seguir teniendo acceso a algunos de los lugares a los que solemos acercarnos en cada salida. Otra cosa serán los almuerzos de los miércoles en  Benaguacil..., eso está por ver, pero de momento esta zona ha quedado aislada y por lo tanto, cerrada a nuestro acceso en bicicleta hasta que se acondicione de nuevo y sean reparados los puentes y caminos que usualmente transitábamos.

 

NOVIEMBRE

El mes como era de esperar, empezó con una primera salida complicada, buscando esas rutas alternativas que planemos el mes pasado, buscando las zonas altas con la intención de tratar de llegar hasta nuestro “remanso de paz” para avituallarnos como de costumbre. 

Finalmente lo conseguimos y pudimos dar fe de como el agua había destrozado los caminos de montaña, llevándose a su paso vallas, puentes, acequias, muros y todo aquello que el agua fue encontrando a su paso, el desastre ha sido tan monumental como difícil de imaginar. Un pequeño ejemplo sorprendente de nunca había ocurrido, fue el desplazamiento de una mesa de pesados troncos que solemos utilizar, una clara señal de que la lluvia en la zona fue tan intensa (> de 300 l/m2 en Villamarxant), cuestión que ratifica todo lo que pudimos ir viendo a nuestro paso.

El mes transcurrió con cielos grises, temperaturas algo más bajas y más y más lluvia, aunque eso sí, sin mayores consecuencias que el arruinarnos la salida del segundo miércoles que dio al traste con nuestra intención de calzarnos un copioso almuerzo calentito a mitad ruta, al habernos calado hasta los huesos en la ida aún portando el equipamiento oportuno para estas circunstancias, aún así, la intermitente lluvia que nos acompañó casi desde que empezamos a pedalear, nos hizo finalmente desistir a medida que pasaban los kilómetros de realizar una parada a cubierto para almorzar, por miedo a quedarnos “pajaritos” tras el avituallamiento, todo ello contando con que el regreso iba a ser realmente incómodo por la persistente lluvia como así lo fue. En fin, por citar algo llamémoslo positivo, fue el estreno de los flamantes “guardabarros” traseros, “debidamente reacondicionados”, los cuales al menos nos evitaron la incómoda sensación de “trasero mojado” y embarrado que sin ellos solíamos padecer en los días de  lluvia, que aunque poquísimos, alguna vez nos toca sufrir.  Finalizamos el mes con una salida marcada por una espesa niebla que se fue disipando a medida que pasaban las horas, niebla que no impidió que pudiésemos divisar el postre que ya colgaba de los naranjos y que a partir de ahora podremos degustar cada sábado tras el almuerzo en la montaña. ¿Alguien da más?

 

DICIEMBRE

La primera del mes empezó con lluvia, aunque a la hora de la salida cesó tal y como estaba previsto. En las siguientes rutas, la soledad en la montaña fue notoria estas últimas semanas desde el trágico desastre ocasionado por la DANA, ya que la mayor parte de los caminos continuaron reventados cuando no cortados o inexistentes, por lo que hay que conocer muy bien la zona para poder llegar a cualquiera de los lugares por donde solemos rodar habitualmente.

El par de litros caídos la noche anterior, nos dejaron los caminos casi perfectos dentro de lo roto que está todo, claro, pero la primera ruta del mes nos dejó a pié de “Civer” donde repusimos fuerzas a base de bocatas calentitos, birritas fresquitas y cafelito como de costumbre.

En cuanto al tiempo, el frío no se hizo esperar demasiado, cosa que por otra parte ya iba tocando a las alturas de año que estamos, así que la segunda semana nos dio un buen latigazo para recordarnos que el invierno está al caer, por lo que tocó abrigarse a tope con tal de soportar bien los 6º que sumados al 86% de humedad relativa a las ocho de la mañana, nos puso a huevo el estreno de los nuevos “peucos” neoprénicos de Castelli que teníamos preparados para la primera ocasión, los cuales han resultado ser una bendición y nos han mantenido los pies en modo incubadora.

A la primera ocasión que tuvimos, dejamos igualmente constancia gráfica de nuestras salidas a través de la foto mensual, y esta vez, celebrando como de costumbre las fiestas que se nos avecinan. Calendario completo para el 2025 cuyo “leitmotiv” como ya comentamos a principios de año, han sido los almuerzos en la montaña; ya van diez con el “atrezzo” navideño los que han cerrado nuestro particular calendario biker anual.  

En la sexta salida del mes, salimos en otoño y almorzamos en invierno, así que tocaba disfrutar de los casi 89 días que nos quedan por delante de solsticio, período hibernal el cual esperamos sea benévolo y no apriete demasiado. Este año también volvimos a tener una “Rutabuena” y una “Rutavieja” al igual que ya lo hicimos en el ya lejano 2016, año en el que también nos tocó rodar tanto en la mañana de Nochebuena como en la de Nochevieja, cuestión que sumada a las "105 salidas realizadas este año, ( si,si, 105 y ahora toca cantar BINGO!) que completa un año de p… records difícilmente superable. No obstante, hay que destacar que en la última salida nos la ganamos a fuerza de pedal y voluntad, ya que nos chopamos pero bien;  una fina lluvia y constante nos acompañó en la ida obligándonos incluso a tener que resguardarnos unos minutos en una caseta de labranza y regadío a fin de librarnos del fuerte aguacero que nos cayó a pocos kilómetros del Civer, bendito lugar donde finalmente llegamos algo maltrechos para reponer fuerzas, con las manos en modo "rigor mortis" pese a llevar buenos guantes. Lo que si que nos funcionó a las mil, fue el estreno de los "chubascascos", artilugio que logró mantener el calor y la cabeza seca a pesar de los muchos kilómetros bajo la lluvia. Con la experiencia, vamos mejorando año tras año la equipación biker;  que lejos quedan aquellos pantalones de chandal y las zapatillas de tenis de los comienzos... J

Tocará pues celebrarlo como se merece y esperar que el próximo sea cuanto menos, lo más parecido posible y que podamos seguir disfrutando del pedaleo así como de las buenas sensaciones físicas que seguimos manteniendo desde hace más de cinco lustros.


¡
¡ Feliz 2025 !!  ( aunque tenga mala rima... J  )