Crónica fin de año (2012)
Pues si el año pasado en las mismas fechas decíamos que había quedado algo pobre en cuanto a las rutas y por ende, en las entradas al blog, este año y en solidaridad con la que está cayendo en nuestro país, la cosa parece haber ido a peor, solo han sido 5 salidas de largo recorrido y por lo tanto 6 crónicas si contamos con ésta.
Y es que los años no pasan en balde….; bueno, pero como todo en la vida la cosa tiene una explicación. Por una parte, uno de los “pedales” del grupo en cuanto a la búsqueda de rutas nuevas se refiere (Kike), está todo el año “downhill” como diría su “niece Laura”, y no solo por los horarios del curro que la verdad sea dicha, no le permiten demasiadas alegrías biker, sino porque de cuando en cuando uno tiene un mal año de ánimo y el chaval ha estado “out” de casi todo durante algunos meses, aunque eso sí, en solitario, ha sido un gran año para él y se ha subido y por supuesto bajado, casi toda la serranía; así es nada, o sea que remedio lo que es remedio, lo tiene.
Por otra parte, el junior del grupo (Carlos) este año ha fallado más que una escopeta de feria, y aunque está más “torito” que nunca, (no hay más que verlo) eso de dar pedales se le ha hecho más cuesta arriba que otros años, razones principales, a saber : que si hace calor…, que si tengo examen… que si estoy de viaje…, que si tengo un tirón…, que si me voy a Aras…, que si voy a la radio…, que si tengo la bici en el taller…, que si me acosté tarde…, que si tengo fútbol……,que si me han dado un golpe…, que si la abuela fuma…, vamos, un “quesisi” continuo que le ha provocado multitud de semanas en paro técnico biker y que eso si, “casualmente”, solucionó con soltura cuando tocaba rutón y foto para el calendario, casualidades de la vida...¡ que bandido está hecho el gachó !
En fin, que la cuestión de RODAR lo que se dice RODAR con mayúsculas y en grupo al son del Roda i Pedal, es decir, como la piña piñonera que hemos sido tantos años por estas montañas nuestras (y de los otros.., Albertos incluidos), este año se llevan el pedal del oro “el germanets”, ya que al menos han mantenido el listón bien alto en cuanto a lo que al número de salidas en sábado se refiere (50) a fin de mantener el espíritu “RodaiPedalaro” lo más alto posible para que no decaiga y a la espera de que lleguen tiempos mejores y podamos rodar todos juntos de nuevo con mayor asiduidad, tiempos que llegarán a buen seguro. ¡Amunt amics!, que las montañas esperan.
Pero bien, hoy toca hacer balance y es de lo que trata esta crónica.
Resulta que lo rodado este año y visto más en detalle tampoco es que haya sido ninguna mariconada, ( casi 3000 kilómetros “en grupo” han tenido la culpa, cifra que se acerca a los 5000 si contamos los pedaleados “indoor ” o salidas de miércoles, vamos que pedalear lo que es pedalear, hemos pedaleado ), la cuestión es que tal vez y durante mucho tiempo, nos pusimos el listón tan alto en las rutas de cada sábado, que cada año resulta más difícil superar el anterior, sobre todo porque los años y los kilómetros siguen cayendo sin compasión, y eso es algo que al menos a tres de los cuatro” jinetes” del grupo nos afecta de una u otra forma, seguro.
Lo negativo si comparamos rutas con años anteriores, ha sido la sequía de vértices “nuevos”, ya que nos hemos librado del “ 0 pedalero verticial” porque en abril nos marcamos un rutón del 8 subiendo hasta el Toro, donde pudimos coronar y recoger el codiciado trofeo pétreo que nos acompaño hasta el R.C. donde descansa plácidamente en su estante, dando fe de tal fechoría, aunque alguna cicatriz en la moral nos dejó a unos más que a otros aquella ruta…, pero subir, subimos y con la piedra bajamos, con un par.
Después, mes a mes, el trabajo, las obligaciones de unos u otros y la imprevisible meteorología, han truncado sistemáticamente todos los intentos de salida, de hecho Kike apenas ha podido salir un par de veces para acompañar a la facción permanente del grupo, con algunas salidas más por parte de Carlos que también ha tenido su particular “annus horribilis” como hemos comentado en cuanto a salidas se refiere. Ni siquiera la tradicional ruta nocturna se ha podido materializar este año. Aunque eso ha sido más por dejadez y falta de planificación que otra cosa, pues para eso solo hacía falta una noche libre por parte de Kike y solucionado el tema. Eso lo arreglamos el año próximo con dos nocturnas y las bicicletas de titanio, eso sí, les pondremos unas buenas “horquillas” que se nos van a “robellar” allí en el garaje.
De cualquier forma hay que ser realistas y reconocer que si nos situamos en la gaussiana de las rutas del Roda i Pedal, estamos “de bajada”, lo cual y si nos ceñimos al significado puro de la palabra en si, no está mal, es más, incluso suena esperanzador…¿no? después de tantos años “de subida” por esas montañas… . Bueno, bromas aparte, es verdad que la ilusión por recorrer, descubrir, conocer, explorar, subir hasta la extenuación, bajar al límite, y en definitiva, pretender disfrutar de rutas nuevas semana si, semana también, parece haber tocado techo por diversos motivos.
Esto no significa que hayamos terminado de pensar en rodar por esos parajes que tanto nos gustan y que tanto respetamos, ni que nuestros deseos en conjunto por descubrir lugares solo aptos para bikers haya llegado a su fin ¡ ni mucho menos !, eso sí, la que podríamos denominar usando términos marinos como “calma chicha pedalera” parece haber ganado presencia en el grupo este año que termina, y las circunstancias actuales obligan a ser tal vez, menos ambiciosos en cuanto a esa desmesurada búsqueda de novedad en las rutas semanales, cuestión que intentaremos equilibrar en lo posible en el futuro mientras el cuerpo y las piernas aguanten (eso esperamos) con nuestras salidas de siempre sábado a sábado sin excepción, y como no, con todas aquellas nuevas rutas que podamos incluir de vez en cuando, a fin de mantener ese simbólico “carnet” de Roda i Pedal que no todos tienen el honor de poseer.
En definitiva y como decíamos, la cosa no ha ido tan mal y para muestra el “collage” fotográfico que incluimos a continuación, el cual ilustra tirando de foto de calendario, por donde anduvimos este año que en resumen fue de esta forma:
Enero. Requena-Pico Negrete.
Con una temperatura gélida nos saludo al salir al frío invierno de Requena. Al menos la falta de humedad nos mitigó algo los inapelables 2º bajo cero con los que nos poníamos a pedalear. Luego entramos en calor a través de la campiña hasta comenzar la ascensión al pico Negrete con parada en el santuario de la Virgen del Remedio de Utiel. El olvido del trípode de la cámara nos hizo pegarnos un buen calentón cuando a mitad de subida nos dimos cuenta del olvido. Tras una bajada antológica y el primer pinchazo del año, visitamos la Casa Nueva para deleitarnos con su arquitectura modernista. Un comienzo de año a lo grande.
Febrero: Gátova-Alcublas
Un mes después nos poníamos en marcha por la zona menos transitada de la Calderona. Conoceríamos las masías de Uñoz y Cucalón así como el paraje de la fuente de la Alameda. Después tendríamos una subida terrible en la que arrastrar la bici unos 200 metros. Alcublas no nos regalaría esta vez con la compañía de los molinos, en su lugar visitamos las 3 ermitas del pueblo para iniciar el camino de regreso y toparnos con otra subida desesperante que finalmente hizo mella en la moral del grupo y deslució las hermosísimas panorámicas que habíamos captado hasta el momento.
En Marzo volvimos a Guarda; en Abril visitamos la Reina y en Mayo nos marcamos el rutón del año rodando por Alcublas-La Salada-Sacañet (La Lidia del Toro).
Habíamos hecho la parada de primavera. La climatología y el trabajo se unieron semana tras semana para hacer imposible que pudiéramos salir antes. 3 meses sin ruta de día entero y estábamos que nos subíamos por las paredes. Que mejor que hacer un rutón que dejara huella. Así que lo retomamos allí donde lo habíamos dejado hace unos meses, en Alcublas. Hacía años que queríamos subir hasta la base militar del Toro, ubicada en tierras de Teruel a la que se accede por Castellón pero que pertenecía a la demarcación militar de Valencia, vamos, un “tres reinos” en toda regla. Transitamos por unos caminos fantásticos pocos meses antes de que un devastador incendio calcinara estas montañas hasta los cimientos. La subida hacia La Salada será de las recordadas en el seno del grupo por lo terrible de las rampas y lo larga que es. El calor se cebo y algunos termostatos se quemaron, los daños colaterales a su paso se centraron en el “Toro y el Torito” y la lidia fue completa, hasta el punto de simular, allá en las alturas, un pequeño sepelio por si a alguno le viniera el caso que no nos pille desentrenados.
Junio: Alcalá del Júcar-Embalse del Molinar (finde biker a lo grande)
Llegaba el momento más esperado del año. El finde biker prometía ser perfecto. Y lo fue. Como todos los años, una escapada con las parientas que este año nos llevaba allende la comunidad valenciana. Alcalá nos regalaba una primera panorámica difícil de igualar, pero con algunas excursiones y visitas, amén de la comida, la compañía, la charla y la generosa cerveza que regaba nuestro paladar aún este no se había secado, pudimos mejorar sustancialmente esa primera impresión. La ruta queda aparte. Difícil de calificar por la grandiosidad de las vistas y el impresionante recorrido, bien amortiguado todo el calor vespertino bajo un increíble manto arbolado junto al río Júcar. Sin duda, un año más, lo mejor fue la compañía y poder volver al hotel a contarles a las chicas nuestras batallitas; es la única ruta en la que nos escuchan casi con devoción, lo que nos hace sentirnos un poco como héroes. La anécdota quedará en la colosal “metida de pata” de alguno de nosotros y del imponente muro que tuvimos que subir para coronar el santuario.
Julio y Agosto desgastamos la Bassa Barreta y secamos su fuente de tanto visitarla, en Septiembre fue Perenxisa, en Octubre lo pagó Chiva, en Noviembre las rutas de siempre por nuestros habituales parajes rodaneros que muchos quisieran para si, y todo ello contando con que “la Reina” nos vio los pedales en cada uno de los solsticios y los equinoccios anuales como es nuestra invariable costumbre desde hace ya muchos años.
Y finalmente en Diciembre: Bocairent- nacimiento del Vinalopó.
Cerramos el año a lo grande como no podía ser de otra forma, aunque estuvo cerca el no poder concluir el año con una ruta de todo el día y con el grupo al completo que es como más nos gusta. Pero esta vez las ninfas de la montaña que siempre nos protegen y nos complacen, permitieron que rodáramos por una zona privilegiada en las cercanías del nacimiento del Rio Vinalopó.
Comenzamos la ruta en lo que antaño fue la estación de ferrocarril de Bocairent y las vistas que vamos contemplando, mueren poco más allá cercadas por la miríada de árboles que engrandecen estos bosques: pinos y carrascas se multiplican junto a oréganos, romeros y otras hierbas aromáticas que despliegan sus embriagadores aromas a nuestro paso.
La casa Reiner; la Font de Mariola; la finca Mas del Parral con su preciosa Ermita de Santo Tomás; la Ermita y fuente de Santa Bárbara; la Font de la Coveta; el Mas del Ull del Canals y la Ermita del Santo Cristo, son algunos de los lugares que hoy hemos visitado a lo largo de esta espléndida ruta, parajes todos ellos de incalculable valor paisajístico. Hoy únicamente nos ha faltado poder terminar la rodada con una bajada del tipo que nos gusta, aunque nada más podemos demandarle a la ruta de hoy, ya que tanto las vistas contempladas como los muchos lugares visitados, nos han dejado un buen excelente sabor de boca.
Con esta ruta, culminamos otro año de pedal disfrutando de la mejor compañía y del buen “feeling biker” que sigue reinando entre nosotros, y como no podía faltar, hemos cerrado el año y la ruta juntando las manos en nuestro grito de guerra “Roda i Pedal” con el café de fin de ruta tras nuestra llegada al grandote como viene siendo nuestra costumbre.
Bien amigos de pedal, pues emulando a Zorrilla y “ en un modo resumido, dimos fe de lo ciclado y sin entrar en detalles de lo que este año ha pasado, raudo os lo hemos contado y como lo hemos vivido.
Desgranamos lo rodado sin relegar lo sufrido y porque no, lo gozado, sin olvidar lo charlado, que fue lo más distraído en el R.C. descansando, al son de la musiquita, bebiendo birrita en mano, una tras otra fresquita, que buen goce ha generado, después de haberla bebido.
Y así en este plan distendido, recordando lo reído y dejando atrás lo pasado, perpetuamos lo subido y como no, lo bajado, que fue lo más divertido o tal vez lo más osado.
El tiempo pasa volando y con el 2012 vencido, el año lo hemos cerrado y no nos hemos caído, lo que resulta inaudito sabiendo como bajamos, a tumba abierta y sin freno, como locos trastornados, más locos unos que otros, pero en resumen, chalados.
¡¡ Terminando que es gerundio !! diréis algunos gritando, pues a ello voy compañeros, porque me estoy enrollando.
Si pensamos lo perdido o el porqué de lo aplazado, ¿ será que no se ha podido? o ¿ porque fue descartado? , razón, ¡¡ porque era jodido !!... y tras hablarlo….zanjado.
Pero todo está olvidado esperando revivirlo y por supuesto ciclarlo, y después como es costumbre, lo mejor será contarlo, siempre que Roda i Pedal siga unido por el grito conocido al terminar lo rodado. ¡ Roda y Pedal ! siempre unido y que nos quiten lo ciclado. “¡¡ Que bien que lo hemos pasado !!
-- Feliz 2013 --
Roda i Pedal