martes, 31 de diciembre de 2024

Crónica fin de año (2024)

“Cuando más viejo te vuelves, más sientes que debes disfrutar el presente; es un regalo precioso comparable a un estado de gracia.

Marie Curie

Empezamos el nuevo año con la esperanza de que la salud continúe acompañándonos y que podamos disfrutar de multitud de rodadas con las mejores sensaciones, con el entusiasmo extra de haber cerrado un año 2023 de record absoluto en cuanto a salidas efectuadas, con el firme propósito y la esperanza de poder al menos, acercarnos lo máximo posible a esa histórica cifra en el que ahora comienza. Esto sería un claro exponente de que la vida nos sigue sonriendo en todos los sentidos y que las piernas habrán aguantado, potentes, los esfuerzos que la bicicleta nos demanda en cada ruta que efectuamos. Vamos pues a resumir lo que nos ha deparado el año biker.

ENERO

Iniciamos el 2024 con temperaturas anormalmente suaves para la época, con mínimas por encima de los 7º, aunque con algún que otro pico de “rasquita” como se dio el sábado 13 en el que salimos con solo 3,1º, temperatura que marcó la mínima del mes. Por lo demás, nada que matizar a no ser la poquísima gente que nos encontramos los primeros días del año, derivados seguramente por el efecto frío, las comilonas y la fiesta en general, circunstancias  que hacen que el personal se resienta y le cueste más salir “del sobre” a toque de diana.

El mes vino marcado por una extraña salida en “viernes” que efectuamos la primera semana del año, circunstancia que no habíamos repetido desde hace la friolera de 12 años, cuando allá por el 2012 en un mes de abril, tuvimos que adelantar igualmente una salida de sábado a Sant Miquel de Llíria a viernes, seguramente por alguna especial circunstancia que no llegamos a recordar, suceso que no es nada habitual en nuestra bendita rutina biker.

Por lo demás, nada destacable a no ser “la quema” de calorías extra ingeridas recientemente, por lo que ya sin polvorones, ni pastisets de boniato  en la despensa, toca volver a la normalidad de nuestras rutas por la montaña y disfrutar del ambiente tranquilo que suele reinar metódicamente durante los inicios de años, conversando en la primera ruta sobre todo lo acaecido en las pasadas fiestas navideñas al igual que sobre los juguetes que nos deberán traer los Reyes Magos, ya que hemos sido muuuuuy buenos y hemos bebido muuuuucha cerveza, como todo buen biker que se precie debe haber ingerido durante el pasado año que ya es historia.

FEBRERO

“Febrerico” no fue “el corto” en ésta ocasión, sino algo más largo por ser bisiesto el presente 2024. Y para seguir con las anomalías del mes, habría que recalcar que ha sido un mes realmente especial en cuanto a las temperaturas, ya que nos quedamos esperando la llegada del frio mañanero que no paso de ser únicamente “fresquito” en cada salida, pero que en ninguna de las 8 salidas realizadas a lo largo del mes,  bajamos de los 5º y pico de principios de mes, sábado que marcamos la mínima del mes con esos 5,3º, nada del otro mundo para las fechas en las que nos encontramos.

Por contra, el viento sí que nos acompañó en varias de las salidas efectuadas, aunque sin pasarse si exceptuamos el sábado 10 que nos metió cuneta con rachas por encima de los 40 km/h.

En general buen tiempo y sin amenaza de lluvia que sigue brillando por su ausencia. Por lo demás, rutas tranquilas y buenos avituallamientos con maravillosos cítricos de postre, que siguieron aguantando hasta final de mes, momento en el que empezamos a observar movimiento de recogida en los campos, claro exponente de que los postres se iban a terminar a no mucho tardar.

MARZO

La tercera salida de mes nos sorprendió con el primer aguacero en ruta desde hacía mucho, pero que muuuuucho tiempo a los pocos kilómetros de iniciar el pedaleo, lluvia que fue leve y nos permitió llegar secos a “Ca Robert”, donde por mera precaución, paramos a reponer fuerzas a cubierto por si las moscas. Finalmente fueron cuatro gotas aunque pillamos casi cinco si contamos las de la vuelta, donde la lluvia nos volvió a sorprender a poco más de un kilómetro de llegar a la base, eso sí, sin llegar a incomodarnos lo más mínimo.

De cualquier forma, buen inicio de mes a la espera de la primavera que todo parecía indicar  que iba a llegar calentita, teniendo en cuenta que como ha sido el invierno, el cual no se ha dejado ver este año por estas latitudes. 

Lo más destacable del mes fue sin duda, la completa y absoluta desaparición de nuestra fruta preferida ya en la primera salida de mes,( se veía venir…) así que tocará esperar 8 o 9 meses para volverla  ver y en consecuencia, poderla catar.

Por lo demás, poco comentar salvo las dos salidas en solitario de Salva ante la ausencia de Luis en su habitual huida de las fiestas Josefinas y los 25º y pico del sábado 16, que obligo al “biker solitario”, a cambiar rápidamente el atuendo de invierno por el de verano a fin de rodar en condiciones y no recalentar demasiado la musculatura.

ABRIL

Llegados a este punto de la órbita terrestre, las sombras fueron dejando de ser lo que eran, cuestión que ya nos estaba avisando que el veranito se acercaba.  Con el reciente inicio de la primavera sumado al cambio de hora, las mañanas fueron algo más frescas a primera hora, pero “Lorenzo” ya se encontraba cerca de lo más alto y por lo tanto  empezaba a incomodar algo más a la vuelta, por lo que el equipaje de verano si impuso si o si, aunque algunos ya lo llevábamos luciendo desde hacía casi un mes.

Destacable como cada año, el fortísimo aroma de azahar en todas y cada una de las rutas de abril que fueron 8 de las 8 posibles (otro pleno y van 4…), ya que los campos de naranjos estaban a reventar de flor y en consecuencia, el potente aroma se dejó sentir por doquier, aunque de vez en cuando y con la preparación de los campos de cultivo, “los purines” también atacaron “de valent”, nuestras pituitarias amarillas, en fin, es lo que tiene la primavera.

La foto mensual, cuyo “leitmotive” este año decidimos que iban a ser los almuerzos, no se hizo de esperar, y como viene siendo costumbre en los últimos lustros, la primera semana del mes dimos buena cuenta de ello y quedó plasmada según lo previsto.   

Por lo demás, el mes transcurrió tranquilo a excepción de que aunque tuvimos suerte y no lo tuvimos que ver en directo, dos incendios provocados uno muy cerca de la Masía Cisterciense del Mas de Zampa y otro en la zona posterior de la Masía de Traver, arruinaron sendas extensiones del Parque Natural del Turia a su paso por estas zonas, incendios que aunque se atajaron a tiempo, han dejado su negra huella en el citado paraje natural. En fin, es lo que hay, poco control, mucho descerebrado y nula vigilancia en la zona, por lo que las consecuencias son más que previsibles y el desastre está servido.

 MAYO

El mes se presentaba a priori tranquilo en lo meteorológico, por lo que las rutas se preveían placenteras, con temperaturas suaves y sin extremos que nos permitieran rodar disfrutando del paisaje a cada pedalada. Esto era lo previsto, pero si comentábamos tan solo hace una semana el asunto de los incendios, mayo lo empezamos con otro y en la misma zona del Parque Natural del Turia, esta vez aún más cerca de la Masía de Traver, habiéndose quemado unas buenas hectáreas de terreno alrededor de la urbanización y para más inri, incluyendo uno de los puentes de madera que cruzan el cauce del rio, nefasta circunstancia que dejó cortado el camino en perjuicio de todos los usuarios que por allí transitan; hasta que no acaben con todo no van a parar.

En otro orden de temas y en lo personal, la avería en nuestro observatorio que venimos arrastrando desde principios de año, continuó siendo entre otros muchos, uno de los temas “estrella” (nunca mejor dicho) de nuestras conversaciones a ritmo de pedal. Destacar en cuanto a las rutas, el muy notable aumento de las denominadas por nosotros “ibilke” que venimos observando últimamente, en detrimento de los bikers “a pulmón” que todavía valoramos y mucho, lo que supone este deporte de esfuerzo físico y superación que poco a poco y en vista de la moda que se está imponiendo incluso entre el personal muy joven, a fecha de hoy está dejando de tener el sentido de empeño, arrojo y voluntad que siempre buscamos los bikers que nos resistimos a rodar “a pilas” por las montañas;  y todo ello sin contar con los que cariñosamente denominamos como “gili-bikers”, que con sus altavoces portátiles inundan irrespetuosamente de vez en cuando, la paz que cabría encontrar en los entornos naturales por los que solemos rodar, serán cosas de los tiempos que corren.

Por lo demás, solo destacar que el mes finalizó con un apretón de temperaturas el último sábado, lo que nos vino a recordar nuevamente que el veranito se acerca definitivamente. En lo positivo, otro mes de pleno al 9 en rutas de las 9 posibles y seguimos pedaleando para bingo.

 

JUNIO

Sexto mes del año y en su centésimo quincuagésimo tercer día, es decir, el día 153  del año en curso por ser este 2024 bisiesto, nos marcamos la primera ruta en la que como de costumbre, nos tocaba pasear a nuestra nikoleta con tal de inmortalizar el primer almuerzo del mes, destacando en la imagen, el último de los "cuatro elementos" que faltaba por inmortalizar, elementos todos ellos tan habituales como necesarios en nuestras salidas de sábado.

A priori el mes se esperaba calentito, por lo que ya totalmente “desabrigados” en lo posible (plantillas térmicas fuera, ya que es lo único que nos podemos quitar J ), y preparados mentalmente para los meses de la canícula que ya se acercan, este año está por ver que sorpresa nos depara, seguramente nada bueno para nuestro deporte sobre todo en las horas de retorno a la base. De momento la primera salida fue un lujo biker, muchas nubes y una temperatura ambiente más que agradable, circunstancia que nos permitió rodar con una inesperada comodidad y estrenar el mes de forma placentera;  ya veremos cuanto nos dura la alegría.

Continuamos con la suerte de cara hasta la llegada del verano meteorológico, ya que con él, su primera ruta fue sin duda la más dura en lo que llevamos de año. Los casi 32º de calor sofocante al regreso marcó la tónica que salvo milagro, será lo que vamos a tener durante muchos meses. En fin, habrá que hacerse el ánimo como cada año y llevarlo con resignación, aunque finalmente no fue lo que parecía y “Lorenzo” se mantuvo discreto y no apretó en general como el año pasado, así que tocó celebrarlo semana tras semana con birritas fresquitas en la base como de costumbre. Finalmente terminamos de nuevo con pleno de salidas y como el anterior mes, realizamos las 9 salidas posibles sin novedad. Esto funciona.

 

JULIO

Como siempre y llegados a estas alturas del año, la montaña empieza a quedarse vacía de personal, debido principalmente al “éxodo playero” que supuestamente sucede con la primera operación salida, cosa que celebramos profundamente por la tranquilidad que acontece en estas fechas en las montañas, (algo positivo tenía que tener el veranito…), así que con la cautela habitual para que el tío del mazo no nos pueda sorprender en cualquier momento en el camino de vuelta, tratamos de hidratarnos lo mejor posible en cada ruta para que  “caloret”, no acabase por reventarnos en cualquier momento.

Aunque con temperaturas altas pero no extremas, el mes transcurría más o menos plácido hasta que nos metió la primera HC el último miércoles de mes, que nos quedamos a tan solo 4 décimas de los 37º, la máxima del año hasta el momento, y nos dio un buen recordatorio de lo que es pedalear en verano, así que paciencia y a esperar que pare ahí la cosa, que nos quedan todavía muchas salidas de "solstitium" como para empezar a quejarnos.

Por lo demás, poco que destacar, caminos cada vez más polvorientos ante la ausencia de un buen chaparrón, cosa nada relevante a estas alturas del año.

 

AGOSTO

Y como cada año, el mes nos complica los avituallamientos de los miércoles debido al cierre habitual por vacaciones de nuestra terracita miercolera, por lo que este año decidimos variar las rutas a fin de buscar nuevo emplazamiento donde calmar el estómago y sobre todo, refrescar el gaznate, añadiendo algunos kilómetros para poder  llegar a “les Civerines”, lugar ya conocido de antaño y donde sirven unos bocatas muuuyyyy cumplidos, además de la birra más fresca de todos los lugares que hasta el momento hemos visitado, así que no hay discusión.

El problema se nos presentó de nuevo cuando nos indicaron sus fechas vacacionales a mitad de mes, por lo que vuelta a pensar en otro emplazamiento donde retomar fuerzas hasta que el día 23 podamos  regularizar de nuevo la ruta. En fin, cosas del verano.

El mes lo siguió liderando por goleada el calor extremo, que nos dio poca tregua en las salidas, más y más polvo en los caminos faltos de lluvia y como consecuencia, mucho sudor, aunque como dice el refrán biker, “pedalear con gusto no pica”, así que continuamos a la espera de que poco a poco vaya bajando el sol y nos dé un respiro, que ya va tocando.

SEPTIEMBRE

La primera del mes nos cayó en miércoles, con un cielo amenazante y aviso naranja en la previsión, lo que nos hizo plantearnos a primera hora si sería prudente salir a pedalear. Los dos litros caídos la madrugada anterior y el aspecto del cielo al amanecer nos sembraron la duda, pero confiando en nuestra particular “bikesuerte”, nos aventuramos a ganarle la partida una vez más a la previsión y allá que nos fuimos desafiando al pronóstico. (algo temerarios somos, hay que reconocerlo), pero la cuestión es que apetecía y mucho recordar la sensación de ciclar sin calor ni sol en muchos meses, consiguiendo finalmente llegar a destino y avituallarnos en la terracita habitual bajo un cielo cambiante que continuaba con la amenaza de que no llegásemos secos a la base,  pero como tantas otras veces lo conseguimos y le ganamos nuevamente la partida a las nubes, repitiéndose la circunstancia casi exactamente en la misma fecha del pasado año en la que nada más llegar a la base, las nubes  descargaron un buen aguacero. Nuestra suerte biker nos había echado de nuevo "un pechito”;  será cosa de meigas pero nos volvimos a librar por los pelos, ya que solo diez minutos más y nos chopamos a tuti plen.

No obstante, el calor todavía siguió dando guerra, aunque cada semana se hizo más soportable a medida que las sombras iban creciendo. Las rutas siguieron agradables a la espera de una bajada definitiva de la temperatura que como siempre se hizo de rogar, es lo que hay. Finalmente, cerramos las rutas de verano el penúltimo sábado de mes, con una nueva amenaza de lluvia y esta vez sí que nos pilló, cosa que casi nos resultó agradable debido al tiempo que hacía que no veíamos llover en ruta.

 OCTUBRE

El otoño ya lo empezamos dos rutas atrás con una agradable sensación de frescorcillo que esperamos prosiga durante algunas semanas más sin tener que recurrir a la manguita de entretiempo, cosa que no es preocupante ya que el primer miércoles de mes  el sol todavía nos dio el recordatorio de que nos podía “asar”, premiándonos con casi 32º a la sombra y eso que estamos en octubre;  ahí te lo dejo.

Así pues, el mes lo iniciamos mejor que bien, con la primera salida en miércoles y por lo tanto con almuerzo de lujo en la terracita habitual y además, con “cascos nuevos”, porque ya tocaba jubilar (por aquello de la seguridad…),a los que en tantas rutas nos han acompañado y protegido.  

El estreno de los citados parecía haber llamado a la lluvia, porque semana tras semana poco o mucho los mojamos, y eso sin saber la que se nos venía encima, la riada del día 29 que se llevó muchas vidas y dejó mucho dolor en nuestra querida terreta. En lo material muchos fueron los daños ocasionados en general, y en lo referente a los espacios naturales por donde solemos ciclar, reventó vallas, puentes y la mayor parte de los caminos, destrozando todo lo que encontraba a su paso como ha sido entre otros muchos lugares, el Parque Natural del Turia que ya es historia. Ha dejado de  existir tal y como lo conocimos, al haberlo arrasado totalmente la riada.

Por nuestra parte la salida del miércoles 30 fue tal y como esperábamos, y aunque tratamos de evitar las zonas bajas y más conflictivas, pudimos comprobar a nuestro paso, los grandes y múltiples destrozos ocasionados alrededor de las poblaciones cercanas, y como la fuerza del agua se impuso sobre cualquier asentamiento humano que estuviese enclavado en sus dominios, llenando barrancos y acequias por doquier y aumentando el caudal del Turia hasta niveles que no llegamos a recordar, por lo que dedicamos la salida exclusivamente a investigar si podríamos rodar próximamente por las zonas habituales, respuesta que fue rotundamente negativa tal y como esperábamos, aún así lo intentamos pero a pocos kilómetros de la base, nos pusimos hasta las trancas de barro y no logramos llegar más allá de 10-12 kilómetros desde nuestro punto de partida,  teniendo que abandonar  ante la ingente cantidad de fango que encontramos en la “baseta blanca”, circunstancia que ya veníamos apuntando meses atrás a medida que fuimos observando la evolución de las  obras de acondicionamiento que se están efectuando en la zona.

Esta especial circunstancia nunca vivida desde que somos bikers, (ya cerca de 30 años)  nos obligó a variar tanto las rutas como los trazados habituales, a fin de poder seguir teniendo acceso a algunos de los lugares a los que solemos acercarnos en cada salida. Otra cosa serán los almuerzos de los miércoles en  Benaguacil..., eso está por ver, pero de momento esta zona ha quedado aislada y por lo tanto, cerrada a nuestro acceso en bicicleta hasta que se acondicione de nuevo y sean reparados los puentes y caminos que usualmente transitábamos.

 

NOVIEMBRE

El mes como era de esperar, empezó con una primera salida complicada, buscando esas rutas alternativas que planemos el mes pasado, buscando las zonas altas con la intención de tratar de llegar hasta nuestro “remanso de paz” para avituallarnos como de costumbre. 

Finalmente lo conseguimos y pudimos dar fe de como el agua había destrozado los caminos de montaña, llevándose a su paso vallas, puentes, acequias, muros y todo aquello que el agua fue encontrando a su paso, el desastre ha sido tan monumental como difícil de imaginar. Un pequeño ejemplo sorprendente de nunca había ocurrido, fue el desplazamiento de una mesa de pesados troncos que solemos utilizar, una clara señal de que la lluvia en la zona fue tan intensa (> de 300 l/m2 en Villamarxant), cuestión que ratifica todo lo que pudimos ir viendo a nuestro paso.

El mes transcurrió con cielos grises, temperaturas algo más bajas y más y más lluvia, aunque eso sí, sin mayores consecuencias que el arruinarnos la salida del segundo miércoles que dio al traste con nuestra intención de calzarnos un copioso almuerzo calentito a mitad ruta, al habernos calado hasta los huesos en la ida aún portando el equipamiento oportuno para estas circunstancias, aún así, la intermitente lluvia que nos acompañó casi desde que empezamos a pedalear, nos hizo finalmente desistir a medida que pasaban los kilómetros de realizar una parada a cubierto para almorzar, por miedo a quedarnos “pajaritos” tras el avituallamiento, todo ello contando con que el regreso iba a ser realmente incómodo por la persistente lluvia como así lo fue. En fin, por citar algo llamémoslo positivo, fue el estreno de los flamantes “guardabarros” traseros, “debidamente reacondicionados”, los cuales al menos nos evitaron la incómoda sensación de “trasero mojado” y embarrado que sin ellos solíamos padecer en los días de  lluvia, que aunque poquísimos, alguna vez nos toca sufrir.  Finalizamos el mes con una salida marcada por una espesa niebla que se fue disipando a medida que pasaban las horas, niebla que no impidió que pudiésemos divisar el postre que ya colgaba de los naranjos y que a partir de ahora podremos degustar cada sábado tras el almuerzo en la montaña. ¿Alguien da más?

 

DICIEMBRE

La primera del mes empezó con lluvia, aunque a la hora de la salida cesó tal y como estaba previsto. En las siguientes rutas, la soledad en la montaña fue notoria estas últimas semanas desde el trágico desastre ocasionado por la DANA, ya que la mayor parte de los caminos continuaron reventados cuando no cortados o inexistentes, por lo que hay que conocer muy bien la zona para poder llegar a cualquiera de los lugares por donde solemos rodar habitualmente.

El par de litros caídos la noche anterior, nos dejaron los caminos casi perfectos dentro de lo roto que está todo, claro, pero la primera ruta del mes nos dejó a pié de “Civer” donde repusimos fuerzas a base de bocatas calentitos, birritas fresquitas y cafelito como de costumbre.

En cuanto al tiempo, el frío no se hizo esperar demasiado, cosa que por otra parte ya iba tocando a las alturas de año que estamos, así que la segunda semana nos dio un buen latigazo para recordarnos que el invierno está al caer, por lo que tocó abrigarse a tope con tal de soportar bien los 6º que sumados al 86% de humedad relativa a las ocho de la mañana, nos puso a huevo el estreno de los nuevos “peucos” neoprénicos de Castelli que teníamos preparados para la primera ocasión, los cuales han resultado ser una bendición y nos han mantenido los pies en modo incubadora.

A la primera ocasión que tuvimos, dejamos igualmente constancia gráfica de nuestras salidas a través de la foto mensual, y esta vez, celebrando como de costumbre las fiestas que se nos avecinan. Calendario completo para el 2025 cuyo “leitmotiv” como ya comentamos a principios de año, han sido los almuerzos en la montaña; ya van diez con el “atrezzo” navideño los que han cerrado nuestro particular calendario biker anual.  

En la sexta salida del mes, salimos en otoño y almorzamos en invierno, así que tocaba disfrutar de los casi 89 días que nos quedan por delante de solsticio, período hibernal el cual esperamos sea benévolo y no apriete demasiado. Este año también volvimos a tener una “Rutabuena” y una “Rutavieja” al igual que ya lo hicimos en el ya lejano 2016, año en el que también nos tocó rodar tanto en la mañana de Nochebuena como en la de Nochevieja, cuestión que sumada a las "105 salidas realizadas este año, ( si,si, 105 y ahora toca cantar BINGO!) que completa un año de p… records difícilmente superable. No obstante, hay que destacar que en la última salida nos la ganamos a fuerza de pedal y voluntad, ya que nos chopamos pero bien;  una fina lluvia y constante nos acompañó en la ida obligándonos incluso a tener que resguardarnos unos minutos en una caseta de labranza y regadío a fin de librarnos del fuerte aguacero que nos cayó a pocos kilómetros del Civer, bendito lugar donde finalmente llegamos algo maltrechos para reponer fuerzas, con las manos en modo "rigor mortis" pese a llevar buenos guantes. Lo que si que nos funcionó a las mil, fue el estreno de los "chubascascos", artilugio que logró mantener el calor y la cabeza seca a pesar de los muchos kilómetros bajo la lluvia. Con la experiencia, vamos mejorando año tras año la equipación biker;  que lejos quedan aquellos pantalones de chandal y las zapatillas de tenis de los comienzos... J

Tocará pues celebrarlo como se merece y esperar que el próximo sea cuanto menos, lo más parecido posible y que podamos seguir disfrutando del pedaleo así como de las buenas sensaciones físicas que seguimos manteniendo desde hace más de cinco lustros.


¡
¡ Feliz 2025 !!  ( aunque tenga mala rima... J  )

domingo, 31 de diciembre de 2023

 Crónica fin de año (2023)

“Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza” 

 Paul Géraldy

ENERO

Tal vez algún día, ésta bitácora se convierta en un fiel aliado de nuestra memoria colectiva, convirtiéndose en un estimulante ejercicio que nos ayude a sobrellevar esos tiempos que seguramente y muy a nuestro pesar han de llegar, esos tiempos en los que las piernas nos planteen su definitiva e innegociable negativa a pedalear, pero mientras llegan, trataremos de seguir rodando y disfrutando cada semana en la medida de lo posible de nuestra dosis de adrenalina y diversión, aderezada con un pellizco de aire puro y una buena porción de camaradería que nos mantenga en forma de manera tan placentera como deleitable, dándole de lo lindo a los pedales.

Pasado ya el vigesimoquinto aniversario de Roda i Pedal, comenzamos de pleno una nueva época, una nueva etapa la cual deseamos y esperamos sea duradera, período que seguramente estará marcado a medida que vaya transcurriendo el tiempo, por profundos cambios en alguno de nosotros. En el presente año, la obligatoriedad del trabajo quedó atrás para uno de los integrantes del binomio, dando paso a ese tan merecido como dulce y apacible descanso de la que hasta hace tan solo unos días, venía siendo la “rutina” durante más de 43 años, así es nada… . Ahora el reto es aguantar marea para que el otro componente del equipo, pueda llegar a este mismo punto y poder celebrarlo a lo grande.

Puestos en antecedentes y empezando un nuevo año, volvemos como de costumbre a pedalear por caminos y senderos de montaña, esta temporada con un posible objetivo a la vista, que no es otro que el intentar batir el record de Roda i Pedal en cuanto a salidas realizadas en un mismo año se refiere, ya que la ruta de los miércoles podría incluso llegar a enquistarse en nuestra “bendita rutina”, otorgándonos una dosis extra de disfrute al poder mantener en la lata a nuestro fiel amigo y profesor de spinning “Nachete”, rutas “miercoleras” que además planeamos que cuenten con  el aliciente de incluir sus avituallamientos de lujo, esos que reducen el peso de las mochilas y reconfortan tanto el estómago como el gaznate. No pedimos más, (de momento).

El mes comenzó con temperaturas y ambiente a medio día casi primaveral, cuyos valores muy poco a poco se fueron encauzando en busca de temperaturas acorde con la época, mínimas que aunque incómodas a primera hora, ya iba siendo hora que hiciesen su aparición. Y así lo hicieron pasada la primera quincena, bajando notoriamente a finales de mes y dejando un ambiente tal vez algo demasiado gélido para estas tierras. Ejemplo de lo comentado fueron los 1,8º del sábado 28, aunque por otra parte y por fortuna sin gota de lluvia durante todo el mes. Como bien sabemos los bikers, el frio se combate con un buen equipaje y dándole fuerte a los pedales, aunque en los almuerzos de los miércoles no nos vendría nada mal “una mantita” o unos “peucos calefactados”, ya que en la terracita habitual donde nos deleitamos de un espléndido almuerzo calentito, hace un frio del copón. En fin, como nos decían de pequeños, “tot no es pot tindre xiquet”, así que hay que quejarse lo justo porque hemos empezado el año con dos rutas a la semana y eso no está al alcance de muchos bikers.

 

FEBRERO

Febrero nos dió frio de lo lindo, con mínimas muy poco por encima de los 4º a la salida de la base y con lluvias de regalo en la segunda semana, lo que nos obligó a abrir la lata de Nachete el miércoles 8 debido a que no valía la pena rodar y padecer las inclemencias climatológicas en ruta de un día de perros y mucho menos tener que almorzar mojados y al raso.

Pasado el temporal, volvimos a la rutina y ciclamos con tranquilidad acompañados por los aromas que emanaban de la tierra mojada, eso sí, con el frio normal para esta época del año, aún así las rutas resultaron  plácidas y agradables aunque algo frías a primera hora, destacando que cada vez más nos encontramos con bikers que lucen “barbas plateadas” sobre todo en esta época de frio intenso, circunstancia que parece indicar claramente que la juventud no se anima mucho con este deporte y menos con temperaturas “incómodas”, o tal vez pudiera deberse a que los más jóvenes únicamente salen a competir, debe ser eso… .

  

MARZO

El mes de “Sant Josep” vino marcado por la anomalía meteorológica del año (hasta el momento), que fue una súbita y anormal subida de temperaturas pasada la primera semana del mes, con el termómetro marcando casi los 25º en la salida del miércoles 8, y culminando por si no habíamos tenido bastante, el sábado 11 con 28º a la sombra, cuestión que nos obligó a cambiar a la vestimenta veraniega más rápido que inmediatamente, a fin de no recalentar motores y evitar una “HdC” del 8.

Las temperaturas a medio día se mantuvieron excesivamente altas casi hasta finales de mes, suavizándose las máximas y bajando notoriamente las mínimas a los niveles habituales de la época pasada la primera quincena, aunque todo parecía indicar que ya no nos volveríamos a poner de largo hasta bien entrado el otoño.

El mes continuó tranquilo hasta el final, con nuestras salidas de los miércoles únicamente interrumpidas (a medias…) en la semana fallera, ya que Luis se tomó los días de rigor en estas fechas y Salva no tuvo más remedio que rodar en solitario a fin de tratar de mantener el listón lo más alto posible y no perder el ritmo ni la costumbre, eso sí, con los excesos habituales y “animalades sense goteta de coneiximent”, vista la ausencia del más sensato, jajaja, en fin…, cosas de bikers.

 

Y con la llegada de la primavera, casi se terminó el mes y con él, el postre que nos había acompañado en las rutas de los sábados, ya que el preciado manjar de nuestra querida “terreta” desapareció como por encanto hasta de los campos cuya recogida solían hasta la fecha abandonar, lugares por los que solemos transitar habitualmente. (este año ni tan siquiera quedaron necro-naranjas) . Ojalá que a final de año podamos volver a capturarlo en ruta, sería una buena señal.

ABRIL

Y con el mes llegó puntual en su primera cita, el fuerte y delicado aroma de azahar con el que nos premia cada primavera en sus inicios, fragancias que se mantuvieron intactas durante las 9 salidas que realizamos este mes.

Una temperatura ya del todo primaveral y agradable, unida a la calma climatológica de cada salida, dotaron a las rutas de un especial y placentero ambiente que con buena charla como de costumbre, hicieron realmente satisfactorias todas y cada una de las rodadas en la estación de las flores.

Este año con cuatro festivos en lunes por delante, el mes se presentaba más corto que de costumbre, y esta particular circunstancia supondría previsiblemente un notorio incremento de personal de todo tipo en la montaña, creando cierta incomodidad para los que nos gusta gozar de la naturaleza en soledad y respirar paz en la montaña, y como era de esperar no nos equivocamos… , pero no quedaba otra y tocó resignarse, así que “ajo y agua”.

Aún así, dimos buena cuenta cada miércoles en nuestra terracita benaguacilera, con sus magníficas viandas bien regaditas con birritras fresquitas y sus “cacauets i olivetes”, sin faltar el “cafenet” como mandan los cánones, para terminar de cargar pilas y regresar a la base.

 

MAYO

Por fin amainó la multitud en la sierra, y con el mes, volvió la tranquilidad a la montaña. Libres ya de caminantes extra, jinetes y excursionistas de ocasión que nos agobiaron un poco el mes anterior, rodamos como de costumbre con buen tiempo y ya totalmente veraniegos en cuanto a la vestimenta, ya que el sol a mediodía se hizo de notar a partir de la segunda quincena del mes. Aunque sin ser destacable, citar que   tuvimos nuestro primer “momento perro” del año, ya que cuatro canes “grandotes” y de ladrido fácil (uno de ellos con aspecto amenazante),  nos dieron la bienvenida en el remanso de paz el tercer sábado del mes, menos mal que nos tranquilizó saber según sus dueños nos vociferaban al paso que “no hacen nada”, claro; no faltó la usual frase lapidaria que todo dueño de cualquier can que se precie pronuncia de inmediato, frase que seguida de un simple “buenos días”, un “hola” o incluso un “que aproveche” hubiese quedado mucho mejor, pero todo no se puede pedir, en fin…, es lo que hay.

Las salidas en sábado las terminamos con amenaza de lluvia, la cual nos intentó mojar levemente a la vuelta y sin mayores consecuencias el último sábado del mes, no así las de los miércoles, sin una gota y con el día 31 pasadas ya las municipales y autonómicas, en las que todavía pudimos disfrutar de la alegre cartelería político-propagandista que pendía en calles y plazas para que la fiesta no decaiga, faltaría.

 

JUNIO

El mes que marcaba el ecuador anual llegó como es habitual en la terreta, con buen tiempo asegurado, aunque no nos agobió demasiado en las sucesivas salidas a causa de livianas nubes altas que amortiguaron un poco la ya importante radiación solar. Las sombras habituales se volvieron poco a poco más esquivas y cortas, por lo que el “segundo/sombra” se pagaba muy caro si es que nos encontrábamos alguno a nuestro paso.

El  “biker-bilado” se dio un respiro de rodar a mediados de mes, ya que este año le tocaba celebrar su jubileo a lo grande y en familia por tierras del tío Sam, así que esta vez, se quedo dándole a los pedales Luis  como reserva del grupo para mantener el listón en su lugar adecuado.

Rodar en el mes que se inicia el verano resultó finalmente más placentero que de costumbre, ya que aunque acabamos con calor a raudales y sin compasión en las dos últimas salidas, (cuestión que por otra parte era de esperar) podría haber sido peor, así que no nos quejaremos pues seguramente lo peor estaba todavía por llegar y el “tío del mazo” siempre está al acecho, sobre todo durante estos meses.

 

JULIO

El primer día del mes coincidió con el primer sábado de ruta, por lo que no hubo más que rodar a placer con la esperada charla sobre los lugares visitados recientemente por el jubileta & family, y de paso, distraernos con las  anécdotas vividas a fin de amenizar los kilómetros y llegar al lugar de avituallamiento casi sin darnos cuenta y sin pensar en la temperatura ambiente. Además, el primer sábado tocaba la foto habitual del mes y no convenía alargar mucho la sobremesa mañanera, pues Lorenzo esperaba impaciente aplicar su martirio en caso de descuidarnos y sobrepasar mínimamente las horas centrales del día…

El mes de la canícula por excelencia nos brindó, como era de esperar, calor a raudales, mucho “bikegolito” en los senderos y altísimas temperaturas, y aunque hubiese podido ser peor al haber rodado muchos días con intensas calimas y cielos enmarañados como el mes anterior, a medida que avanzaba el mes el castigo fue obviamente “in crescendo” como era de esperar, en fin, peor lo pasan los del tour ¿no?, jajaja.

No obstante, los silencios en las rutas de vuelta en algunos momentos denotaba a las claras, la inconsciente búsqueda de ahorro energético ante las desmesuradas temperaturas que soportamos en algunas de las rodadas, con la búsqueda de “diagonales” imposibles al divisar cualquier sombra por pequeña que fuese a fin de aprovechar esos pocos segundos-sombra, claro exponente de la que nos estaba cayendo encima sobre todo en el transcurso de los regresos a la base, con la idea fija del premio que nos esperaba como de costumbre a pocos kilómetros, y cuyo pensamiento único parece que le “echa un pechito” aunque sea virtual, al sufrido cerebro, que bajo el casco imagina un constante “espejismo cervecil” seguramente abalado por la imagen de unos botes de cerveza helados que ante nuestro impetuoso deseo, deben reflejarse en nuestras retinas, todo ello para aguantar lo mejor posible la sofoquina.  

 

AGOSTO

Visto lo visto el mes pasado, todo indicaba que íbamos a seguir con la misma tónica en cuanto al sufrimiento calórico se refiere, cuestión que nos hizo elucubrar en ocasiones sobre el futuro cada vez menos lejano, de si tardaremos muchos años en poder seguir saliendo en los meses más intensos de calor, a lo que hay que añadir la esperanza de que las zonas de montaña por las que solemos rodar, se mantengan verdes y por lo tanto, libres de pirómanos descerebrados. Toquemos madera ( como siempre de pino, claro…).

Las rutas fueron sencillamente infernales de principio a fin durante el que fue un tan tropical como tórrido mes. De las nueve rutas que nos marcamos, las máximas no bajaron de los 33º con mínimas a la salida por encima de 25º, si exceptuamos el miércoles 30 al que le faltaron 6 décimas de grado para llegar a los 30º, (todo un lujo…), ahora bien, para compensar el regalo, tuvimos dos miércoles de 38.5º en los que ni el parón del almuerzo ni las cervecitas frescas nos sirvieron para reducir el calentón, sin olvidar la humedad relativa en el ambiente por encima del 80% que dinamitó la posibilidad de detener la sudoración constante y la sensación de bochorno durante cada minuto de pedaleo.

Fue otro mes de record en cuanto a salidas (9 de 9 posibles) y también en cuanto a temperaturas y noches tropicales, en fin, es lo que hay y peor que no venga, seamos optimistas.

 

SEPTIEMBRE

Y como por arte de magia, septiembre nos premió en su primera ocasión de rodar, con un sábado nublado aunque extremadamente amenazante que nos mantuvo en vilo la noche anterior. El aviso firme de “Dana” se nos venía encima en pocas horas y la predicción nos dejaba tan estrecho margen como para estar intranquilos.

Decidimos salir finalmente sobre la marcha y vistas las condiciones que presentaba el cielo apoyados como siempre por la previsión meteorológica de las 8 de la mañana, apostamos por jugar fuerte y arriesgar al máximo. Aún así, cargamos con los almuerzos y avituallamientos usuales por si sonaba la flauta, y sonó.

La ruta fue más que placentera, con aromas que ya ni recordábamos. Un ambiente fresco y un firme en buenas condiciones, nos permitió llegar a Ca Robert ( uno de nuestros puntos de parada cuando las cosas se ponen feas), y almorzar con tranquilidad; incluso pudimos disfrutar unos minutos tomando café tras el almuerzo y a cubierto, de la tormenta que se precipitó rauda y el fuerte aguacero con viento racheado que se nos vino encima en un visto y no visto, situación que solo duró unos minutos y que milagrosamente cesó por completo al termino del descanso, lo que nos puso en bandeja de plata el regreso pasada la tormenta y volver sin lluvia hasta nuestra entrada en la base, momento en la que se lió de nuevo y cayeron más de 30 l/m2 en poco más de 10 minutos. De nuevo las hadas del bosque nos protegieron una vez más.

El resto del mes rodamos con tranquilidad y por fin, con temperaturas soportables y acordes con la época del año. Todo parece indicar que el “bikegolito” de los caminos, se ha terminado por este año.

Para ir finalizando el mes en el que por motivos de fuerza mayor tuvimos que cambiar las salidas intermedias de los miércoles por los martes, nada más destacable que la efeméride del 23 en la que se nos echó encima el otoño al poco de salir de la base, así que cambiamos de estación pedaleando que es como mejor podemos darle una buena bienvenida biker al nuevo equinoccio.

Nada más que objetar en las dos rutas ya otoñales que restaban tras la entrada del otoño, ya con temperaturas definitivamente más amables. Solamente destacar un nuevo pleno de 9 salidas/mes (y van 76…) en las que nuevamente nos libramos como de costumbre, de los 37 días de lluvia que hemos tenido durante los nueve meses que ya llevamos este año. ¿Alguien da más?

 

OCTUBRE

Como cada octubre, el alargamiento definitivo de las sombras se hizo notar desde principios de mes, aunque “el fresquito” no llegó hasta la tercera semana en la que ya lucimos camiseta fina de manga larga bajo el habitual maillot veraniego, aunque con culotte corto, claro.

El viento también hizo su habitual presencia en estas fechas, aunque no se portó del todo mal en ninguna de las salidas realizadas.

Los caminos nos acogieron amables como de costumbre, con los viñedos ya caducos y los naranjos hasta no hace mucho en flor, ahora ya con su fruto apuntando maneras, lo que nos indicaba claramente que pronto podremos gozar de tan preciado postre en nuestras paradas de   avituallamiento de los sábados.

Poco más que destacar a no ser la interrupción hasta nueva orden de las salidas en miércoles, por lo que el equipo de Bestcycling  nos volverá a machacar como de costumbre cada miércoles, eso sí, manteniendo nuestras piernas y pulmones en plena forma a golpe de pedal estático; no queda otra de momento.

 

NOVIEMBRE

El mes en curso y su ya clásico veranillo de San Martín no faltó a la cita. De nuevo las elevadas temperaturas para la época en la que nos encontramos, hicieron acto de presencia y aunque con el incómodo viento como referencia durante buena parte de las salidas del mes, las mínimas volvieron a estar en su primera quincena por encima de los 15º, con máximas superando los 23-24º, cosa que cambió de repente como era de esperar en la última semana del mes, donde ya tuvimos que lucir el equipaje de invierno a tuti plen; un poco más y nos plantamos en fiestas todavía de corto, (todo se andará, y si no al tiempo…)

La falta de lluvia empezaba a hacerse notar en la montaña, sobre todo en los caminos, a tenor de la polvareda que vamos creando a nuestro paso, que aumenta notoriamente en las bajadas y nos obligaba a mantener un centenar de metros de distancia a fin de evitar que el de atrás, parezca un obrero del caolín.

Por fortuna y a final de mes, ya pudimos retomar nuestra habitual ruta de los miércoles tras casi dos meses en sequía, pudiendo darle esquinazo al estático y cansino Nachete y disfrutar de nuestro típico almuerzo a media ruta, todo un lujo oriental al alcance de muy pocos.

El último sábado del mes lo celebramos “con postre” tras el almuerzo, ya que los cítricos ya colgaban como maravillosos adornos multicolores, por lo que hay que aprovechar la cosecha mientras dure.


DICIEMBRE

La última foto para el calendario no se hizo de esperar, por lo que no nos la jugamos y recién estrenado el mes y con el atrezzo navideño preparado en la mochila, nos dispusimos a inmortalizar el momento en alguno de los lugares de las montañas por las que transitamos, lugar cuya ubicación únicamente conocemos nosotros y que por supuesto, no se nos ocurrirá enviar a nadie no vaya a ser que se nos llene de curiosos.

El mes prometía de nuevo, ocho salidas de las nueve posibles de las que cinco serían en otoño y las últimas tres, ya en invierno, por lo que a priori pintaba de categoría y de poder terminarlo sin imprevistos, este año habríamos batido tal y como ya preveíamos allá por el mes de enero, todos los records en cuanto al número de salidas en la historia de Roda i Pedal, ya que nunca en estos 26 años que llevamos de pedaleo continuado, habíamos rodado en un mismo año un total de 25 x 3 veces o lo que es lo mismo, en ”XCVI ocasiones” o dicho de otro modo, el penúltimo día del año realizamos la “nonagésimo sexta” salida, ,si,si, el 26,6% de los días del 2023 nos hemos subido a la burrica a pedalear, así pues y expresado finalmente en números cardinales, habrán sido noventa y seis (96) las ocasiones en las que hemos ciclado este mismo año (44 salidas entre semana y 52 salidas de sábado), es decir, 1 de cada 4 días hemos disfrutado de la bici, (ahí te lo dejo, solo iguálamelo…); un año éste que ha sido tan redondo como las ruedas de nuestras bicis en el que únicamente hemos tenido un día de lluvia en una mañana traicionera de miércoles (ocho de febrero para más señas), en el que la mayor parte de los 25,2 litros por m2 de lluvia recogida a lo largo de toda la jornada, estaban cayendo en el momento que nos disponíamos a salir, en fin, vistos los números totales creo no procede quejarse ¿verdad?. Eso sí, el mes terminó con frio del bueno en las tres últimas rutas coincidiendo con la llegada del el invierno, aunque con un sol reparador y un tiempo espléndido a media mañana, si a esto le sumamos que no tuvimos ningún susto importante y ninguna caída ¿que más podemos pedir?

Pues este ha sido el breve resumen lo que nos ha regalado (y damos fe que ha sido mucho) este 2023 que ya agoniza en lo relativo a esta afición nuestra de pedalear y subir y bajar montañas, un año bastante tranquilo y sin sobresaltos de ningún tipo que nos ha permitido disfrutar de lo lindo en los más de 4700 kilómetros recorridos con la única espinita de no haber podido llegar a las 100 salidas por muy poquito…J, ¿tal vez el próximo año?, ya se verá. Ojalá las piernas, los pulmones y “la patata” nos dejen al menos intentarlo, lo firmábamos con cerveza ya.   

 ¡¡ Feliz 2024 !!

Roda i Pedal ©


 



sábado, 31 de diciembre de 2022

 Crónica fin de año (2022)

“Cuanta más arena haya escapado del reloj de nuestra vida, más claramente deberíamos poder ver a través de su cristal.” 

Jean-Paul Sartre

ENERO

Con INCERTIDUMBRE,  así empezó para Roda i Pedal el nuevo año, ya que la  primera de las rutas previstas se quedó de nuevo en barbecho hasta el próximo año, al surgir un imprevisto de última hora tras la placentera ruta  del 29 de diciembre . Finalmente “Ómicron” hizo acto de presencia y se cebó con uno de nosotros tumbándonos en consecuencia, las tres primeras rodadas del año sin previo aviso. ( y eso contando con que ya estábamos vacunados, aunque cierto es que hubiese podido ser peor…) En fin, es lo que aconteció sin esperárselo y poco más se puede alegar. Lo importante es que pasó sin afectar en lo físico al que sufrió la infección y toquemos madera (de pino…of course) para que no volvamos a sufrir la infección de ninguna otra variante venidera.

Por otra parte y en nuestra primera salida del año tal y como teníamos previsto, nos dimos prisa en inmortalizar los 100 años del lugar de podrá verse en la foto que incluiremos en el calendario anual, lugar en el que hace ya 25 años tomamos idéntica instantánea que tal vez fue la primera toma en la llamémosle “ruta” , con una cámara pocket con carrete de 100 ASA y en la que como se aprecia en la instantánea,  únicamente aparecía uno de nosotros retratado (el otro era el que hacía la foto, claro… ya que no llevábamos trípode) con las primeras “super bicis” con las que nos iniciamos, una con cuadro de “aluminio” y la otra con cuadro de “cromoli”,  ambas máquinas equipadas con cambio trasero Shimano Deore XT y zapatas de freno de bloque, casi ná…  . Obsérvese igualmente, el “super equipaje” que porta el biker entre otros detalles, sin comentarios…

En fin, el primer mes del nuevo año transcurrió tranquilo aunque con un frio considerable,  con cielos despejados y una excelente visibilidad, que dejo a media mañana un cálido Sol a la hora del avituallamiento, Sol que nos reconfortó y permitió celebrar como es debido (y con la “cata / degustación” de rigor), el quincuagésimo cuarto cumpleaños de Luis que ya goza a “tuti plen” de esas 54 castañas, que no está nada mal. Cabe destacar para el recuerdo que perdimos en una de las abruptas bajadas a tumba abierta, uno de nuestros cuentakilómetros Polar, y a la semana siguiente el mini timbre también salto por los aires, aunque este lo pudimos recuperar,  gajes del oficio. Nunca en todos años de rodar por las montañas, nos había sucedido algo similar salvo hace ya bastantes lustros, cuando perdimos un  antiperro en aquella loca y rota bajada en la que eso si, nos perseguían sendos canes colina abajo que nos nublaron la totalidad del poco conocimiento que tenemos cuando nos dejamos caer a tumba abierta colina abajo. Por lo demás, nada que destacar en este principio de año.

FEBRERO

El mes empezó amenazante de lluvia, cuestión que nos obligó a buscar cobijo en “Ca Robert” a la hora del avituallamiento, aunque finalmente y aunque no nos mojamos por los pelos en la primera salida,  fue en la última ruta del mes nos cayó la chopadita de rigor, gajes del oficio.

Febrero como viene siendo costumbre estos últimos años, se caracteriza por el adelanto primaveral que se observa por doquier;  primeros almendros en flor, temperatura no demasiado fría, mucho polen en el ambiente y olor a tierra mojada, y como no, las alergias que afectan a unos más que a otros como es nuestro caso.

Por lo demás, las rutas tranquilas nos hicieron disfrutar como de costumbre, de la paz y la tranquilidad que se respira en la montaña, aunque este año y por necesidad,  tuvimos que rodar en domingo la tercera semana del mes, cosa muy poco habitual en nuestras salidas semanales a lo largo de estos últimos 25 años.

MARZO

El mes empezó casi como terminó el anterior, amenazante de lluvia y con mucho barro en los caminos, aunque esta vez y en la primera salida, si que nos libramos de la lluvia por acontecer en viernes como tantas y tantas veces nos viene sucediendo. Como de costumbre, sacamos a pasear a nuestra Nikoleta  para capturar la imagen del mes que salvo sorpresas, lucirá en el próximo calendario de Roda i Pedal, y menos mal…, porque la cosa empezó con una salida en domingo la segunda semana por cuestiones personales de agenda y terminaría peor. 

El resto del mes fue un completo desastre en cuanto a las posibles salidas, ya que por un motivo (ausencias por las vacaciones de fallas de los más afortunados) o por otro, (reformas hogareñas ineludibles), solo salimos los dos primeros sábados, eso sin contar la mucha lluvia acumulada este mes en nuestra terreta, (20 días del mes con registros pluviométricos positivos, cosa rara de coj… por estos lares), aunque esto último no nos hubiese impedido rodar el último fin de semana, pero en fin, así fueron las cosas.  La cuestión es que en lo que llevamos de año, nos estamos cargando de “sábados en blanco” por diversos motivos de fuerza mayor, por lo que tocará recuperar en la primera ocasión que tengamos.

ABRIL

Con los albores de la primavera, nuestra “bendita rutina” hizo nuevamente acto de presencia. El azahar empezaba a hacerse patente por los caminos en la primera rodada, y ya pudimos dar fe de que el equinoccio era nuevamente un hecho confirmado.  En breve, el fuerte y embelesante perfume de la flor del naranjo, nos acompañará como de costumbre hasta bien entrado el mes, aunque curiosamente, el fruto maduro de la pasada campaña todavía cuelga de los árboles en muchos de los campos que atravesamos en nuestras rutas, una verdadera lástima.

El tiempo frío a principios de mes, hizo de nuevo acto de presencia y aunque con horizontes muy despejados y una excelente visibilidad de las montañas, nos obligó a buscar el calor solar a la hora del avituallamiento, lo que nos dio pie a prolongadas charlas en torno al tema del mes, ( o tal vez del año…)  la maldita guerra que azota de nuevo a Europa y por ende, a todos sus habitantes. No hemos tenido bastante con la pandemia que ahora toca sufrir los efectos de un conflicto bélico. En fin, esperemos que acabe pronto y que nos afecte lo menos posible, ya que poco podemos hacer al respecto.

Por si las moscas y visto lo visto, inmortalizamos abril en la primera ocasión de tuvimos, aprovechando el buen tiempo de la primera del mes y las ganas que teníamos de ciclar nuevamente.

Como no, el viento también nos acompaño en más de una ocasión, aunque no molestó en demasía y nos dejo pedalear sin demasiados problemas.

MAYO

Con “el colocón” aromático ambiental todavía presente, iniciamos el mes de las flores cuyas copiosas lluvias nos siguieron dando tregua,  ya que después de los más de 150l/m2 que cayeron el día 3, sumados a los más de 300 caídos en los que llevamos del año, nos han dejado los caminos maltrechos aunque cierto es que podían estar peor, ya que por fortuna cayeron sin tregua pero lentamente, por lo que no se produjeron demasiados desperfectos ambientales más allá de los “supercharcos” en vaguadas y las roderas de rigor en las subidas/bajadas habituales, lo que nos obligo a tomar ciertas precauciones para evitar sorpresas.

Lo que si que perdimos definitivamente hasta el próximo invierno es el postre, ya que finalmente la recogida de la naranja fue total en las zonas por las que ciclamos habitualmente, duraba demasiado...; el resto del mes transcurrió plácido y con una temperatura claramente en ascenso que nos obligo a lucir la vestimenta veraniega desde la primera salida de mes, y que culminó en un último sábado con temperaturas ya muy altas y un sol abrasador que nos recordó que las treguas se habían terminado y que “el veranito” en cuanto a temperaturas,  ya estaba aquí para quedarse, veremos este año hasta cuando se alarga.

JUNIO

Empezamos el mes con novedades, pues incorporamos sobre la marcha a una de nuestras rutas más habitual, un par de variantes que aunque distan mucho de ser novedosas, hacía por lo menos diez años que no transitábamos por alguno de esos caminos, o sea, un tiempo prudencial en Roda i Pedal que nos recuerda que como todo en la vida, si una cosa funciona para que cambiarla…, aún así y en contra de lo que dicta nuestra particular sensatez, nos aventuramos un par de veces y no fue mal la cosa sino todo lo contrario; mejora en el firme, nuevos paisajes, en fin…, atrevidos que somos, jajaja.

El mes transcurrió tranquilo pero ya con mucho calor al regreso, lo cual ha sido bastante normal en un año en el que el invierno prácticamente a brillado por su ausencia, y en el que hemos tenido el mes de Mayo más cálido desde el año 61 del pasado siglo, ahí es nada.

Ya en la segunda semana,  el sol ya estaba en modo agresivo y prácticamente en la posición más alta que puede estar, y así continuó hasta el final, sin darnos tregua desde las primeras horas y que decir de las centrales…, vamos, el surco estaba servido y ya se hizo notar en la musculatura de algunos que regresamos en más de una rodada,  con el termostato en la zona roja y con el mensaje de la reserva avisando “ni una subida más”. El calor, que no perdona…

Con la esperanza de que no apretara mucho más, continuamos el mes hasta su final en la tranquilidad más absoluta, tanto en ruta como en la hora del avituallamiento, donde la zona estuvo desierta y en una “calma chicha” que no deja de sorprender año tras año en estas fechas y en estos parajes de nuestras montañas.

JULIO

El mes de la canícula por excelencia, no defraudó en absoluto en cuanto a las  temperaturas tal y como nos temíamos. Por miedo a una posible fusión de la nikoleta, la séptima instantánea del año no se hizo esperar, y la imagen del mes quedo capturada para la posteridad en la primera ocasión que tuvimos.   

A la espera estamos de que alguien invente “el sombradrón”, es decir,  un artilugio a modo de dron perseguidor de bikers, dotado de una amplia sombra proyectada y con un buen  “cold-tooth”  que mantenga fresquitas unas birritas en su bodega, a fin de hacernos un regreso algo más llevadero. En fin…, por fantasear que no quede;  estas paridas son la consecuencia directa de los efectos del surco , que nos hace alucinar y ver espejismos de chiringuitos a la menor ocasión, jajaja.

A pesar del calor en ruta, las semanas fueron cayendo aunque con esfuerzo extra , y el minuto, que digo minuto… el “segundo sombra” en las subidas se vendió tan caro como  la gasolina en estos tiempos que nos ha tocado vivir; y para muestra un botón, el tercer sábado nos cayeron 38.4º a la vuelta, asi es ná;  en consecuencia, el primer surco potente de la temporada que esperamos no se repita muchas veces, ya que nos vino justito llegar a la base antes de notar los síntomas del temido golpe, que digo golpe..., “hos… de calor” (en adelante “HdC”) que el tío del mazo estuvo a puntito de meternos entre ceja y ceja. En fin, “Bikesoquistas” que somos, ya que el veranito es lo que tiene y hay que tomárselo con filosofía pero sobre todo,  con un poco más de cerveza para recuperar líquidos. ( algo bueno tendría que tener rodar con calor ¿no?).

AGOSTO

Y llegó de nuevo el mes de las perseidas y a la par, el de las vacaciones por excelencia, cuestión que se siempre se traduce en una nueva disminución de bikers en las montañas por las que rodamos, lo cual no deja de venir bien ya que mejora si cabe, la tranquilidad y la paz de nuestras rutas.

Por lo demás, poco que destacar. Como cada año, Luis hizo novillos un par de miércoles y un sábado, por lo que Salva rodó “a punta de día” en solitario, aprovechando “la seua soletat” con una parada extra en la ruta del fin de semana, a fin de recolectar el preciado “te de monte” que espera solícito a ser recogido como cada dos años por estas fechas, en ese recóndito lugar cercano al Monasterio de Sant Miquel que solo algunos conocemos, y cuyas infusiones nos vendrán como anillo al dedo este invierno, en especial, alguno de esos viernes noche previos a la ruta del sábado que podamos encontrarnos con síntomas de una inminente “castaña” a modo de resfriado.

Pasada la primera semana del mes el fin de las vacaciones se acercaba para algunos, por lo que este año no pudimos añadir ninguna ruta extra de miércoles en compañía, aunque pensándolo bien, el que redacta estas líneas, tal vez esté muuuuyy cerca de pillar todos los miércoles y lunes y martes..., toquemos madera. En fin,  - no urguis -  a ver si se nos va a molestar la cuadrilla, jajaja.

SEPTIEMBRE

Pasadas ya las merecidas vacaciones que cada vez pasan más rápido, volvió la rutina ( o eso creímos…) y con ella, una leve mejoría de las duras condiciones climatológicas que estamos sufriendo este verano con el calor extremo, del que por suerte nos hemos librado de la temida HdC que hemos tenido seguramente cerquita en alguna ocasión durante estos tórridos meses.

Las rutas y con ellas, las fotos del próximo calendario siguieron cayendo, aunque tuvieron que esperar, puesto que la primera semana y aunque pareciese mentira a estas alturas y con tres vacunas en el cuerpo, Salva pilló “el ómicrón-bicho” y lo tumbó de mala manera. Dichoso COVID de los coj…

Por suerte, los anticuerpos trabajaron rápido y la segunda semana ya rodamos en compañía mutua tras el letargo vacacional y cayó la foto para el recuerdo, y van 9.

La montaña, tranquila, nos recibió con su paz de costumbre cada uno de los restantes sábados del mes, y la charla amena fue el común denominador como de costumbre en cada una de nuestras rutas. Con la última salida llego el otoño y con él, los primeros síntomas del cambio de luz y color en nuestras rutas, cambio que como de costumbre se irá acentuando a medida de que pasen las semanas.

OCTUBRE

La primera de las cinco salidas previstas para este mes se caracterizó por un pequeño cambio en la temperatura a primera hora, y aunque aguantamos bien con el equipaje de verano, todo parecía indicar que no tardaríamos mucho en guardarlo hasta nueva orden.

A estas alturas de año, ya podemos observar con júbilo, cómo va creciendo y “pintando” nuestro postre hibernal, esas maravillosas naranjas que esperamos nos deleiten más pronto que tarde después de zamparnos el bocata.

En cuanto al mes, nos dio lo que prometía, ningún problema y mucha calma en la montaña, que junto con un agradable frescor y un sol mucho más amable,  permitió que las sombras fuesen creciendo de semana en semana aumentando las “umbrías”.  A finales de mes seguramente tendremos un muy feliz cumpleaños de uno de nosotros, ya que las 63 castañas están a punto de caerle a Salva y con ellas posiblemente un premio de los gordos y no será de lotería, o si...,  ya se verá.

En cuanto a las rutas, los fuertes olores a tierra húmeda y vegetación aromática  fueron la tónica general que nos acompañó en cada salida.

NOVIEMBRE

El mes en el que empiezan a alargarse definitivamente nuestras sombras al amanecer no pudo empezar mejor, el festivo a principios de semana nos aportó una ruta extra de martes que nos permitió darle esquinazo a nuestro amigo Nachete y mantenerlo una semana más en la lata, así que como de costumbre en los festivos entre semana, nos fuimos de ruta y recuperamos fuerza pasados los veinticinco primeros kilómetros y la primera subida en  “El taller de la tapa”,  disfrutando de unos bocatas calentitos y recién hechos que nos repararon el esfuerzo realizado en la ida.

El primer sábado sin más dilación paseamos a la nikoleta y en consecuencia, cayó la onceava imagen del año, que ya casi nos permitió completar el calendario del 23, solo a falta de la foto “rodaipeldalnavideña” que esperamos poder realizar en breve llegado el momento propicio, no vaya a ser que la vayamos a liar en alguna bajada…

Este inicio de mes vino marcado por el cambio de vestuario, ya que la salida a 12º y con el vientecillo que soplaba de frente, no molestaba en absoluto el atuendo hibernal, aunque a la vuelta se hubiese podido rodar sin problemas con el uniforme de verano. El segundo finde del mes tocó parada, ya que las lluvias torrenciales acaecidas en la zona imposibilitaron que rodáramos, pues aparte de la copiosa lluvia que estaban cayendo desde primera hora, había que sumar los 90 l/m2 caídos el viernes, cuestión que estaba claro que habría dejado inundados los caminos y que provocó incluso el cierre del Aeropuerto internacional de Manises durante toda la mañana del sábado. Al final se rozaron los 200 l/m2 en dos días, así es nada.

Pasada la racha de lluvias, el resto del mes nos dejo un ambiente más limpio, aunque con algunos caminos muy deteriorados como era de esperar, es lo que tienen las trombas cuando caen sin control, es lo que hay.

DICIEMBRE

Y por fin llegó el último mes del año, y decimos por fin porque este ha sido un mes muy pero que muuuuuyyy especial, no solo caracterizado por las rutas extra de algún que otro miércoles, ni por la ya clásica foto navideña de costumbre, sino porque cada una de nuestras conversaciones en ruta, estuvo marcada por el anhelado “countdown” que se divisaba en el "horizonte de sucesos" para el mayor del binomio de Roda i Pedal.  Salva se jubilaba "si o si" el penúltimo día del mes, y la última ruta del año iba a ser algo especial, ya que sería la primera ruta oficial como “jubileta” y además con el aliciente de ser “rutavieja” por caer en sábado 31. Este año ha tocado rodar en fechas tan señaladas como en “rutanueva” del día 24 y la citada del último día del año, cosa que no sucedía desde el año 2016 que cayó en idénticos días de mes, al igual que en el ya lejano 2011.

Tal vez por eso los duendes del bosque también nos tenían reservada una envolvente a modo pinchazo a lo bestia, pues rajamos una cubierta que nos obligaba a tener que poder solucionar el problema en ruta para poder regresar a la base. Afortunadamente tras el almuerzo en el alto de la Ermita de la Virgen del Castillo de Chiva, nos pusimos manos a la obra y lo pudimos solucionar sin mayor problema.

En fin, cosas que pueden pasar tras 53 salidas sin incidentes que hemos realizado este año que ahora termina. En total han sido 54 rodadas con 0 caídas y 0 incidentes salvo el surgido el último día, esperemos que el próximo año siga siendo tan benévolo como el que ahora finiquitamos y sigamos pudiendo disfrutar de nuestro deporte favorito en la paz de las montañas.


 ¡¡ Feliz 2023 !!

Roda i Pedal ©