martes, 31 de diciembre de 2019


 Crónica fin de año (2019)

"Hasta donde el cuerpo aguanta, somos personas normales.., a partir de ahí, somos bikers"

Este año nos hemos propuesto pasarlo lo mejor posible en todo lo relacionado con el pedal. Los años van cayendo al igual que los kilómetros, y no están para ir desperdiciándolos a lo loco.  Así que en nuestras rutas intentaremos sumar y aprovechar todo aquello que pueda hacernos sentir mejor; rodar, charlar y/o filosofar, en definitiva, disfrutar de la montaña y de la mutua compañía, es decir, todo lo que termine en "ar" o incluso en "er" nos parece bien, así que vamos con el resumen de lo vivido en éstas últimas 52 salidas que ha tenido este 2019 que ya termina.

Y para empezar cada mes y siguiendo con una tónica "similar" a la del año pasado, (pero al más puro estilo biker), incluiremos una frase "filosófica" de esas que todos los bikers hemos oído alguna vez en ruta, y que nos han hecho el sufrimiento de la subida, algo más llevadero aunque solo haya sido por un instante; allá vamos:

Enero 
En ciclismo, todo te da por... detrás menos el viento, que siempre te da de cara.

Otra vez Enero y con él, el frío intenso a partir de la segunda semana del mes. Como cada año, la Virgen del Castillo en Chiva nos vio llegar puntuales el día 5,  tras marcarnos una buena subida al trote chochinero, y cuál  fue nuestra sorpresa cuando todavía con las pulsaciones desbocadas al llegar a la cima, no encontramos la imagen esperada, es decir, a los Reyes Magos que desde hace al menos diez años que los visitamos, adornaban el lugar con sus imponentes imágenes de cartón piedra.¡Que desilusión!, en fin, no sabemos el motivo pero tuvimos que enviar nuestras cartas por paloma mensajera con la esperanza de que llegaran a tiempo. 
Menos mal que en esta ocasión éramos tres y en la foto de rigor, pudimos suplir a SS.MM. posando “como reyes” en el mismo lugar que tantas veces ocuparon éstos. 
Desde aquí, hacemos un llamamiento a quien corresponda, a fin de que vuelva pronto tan bella tradición, ya que no fuimos los únicos en quedar sorprendidos. Volveremos… 
El resto del mes siguió como se esperaba, tranquilo pero con heladas por doquier que nos hizo buscar el bendito sol de “la terreta” a la hora del avituallamiento.

Febrero   
En la bici, el dolor no es permanente, el orgullo sí.

Febrerico el corto empezó como terminó enero, con frío pero con los almendros ya en flor, lo cual significa que el crudo invierno parece haber pasado, cualquier año se nos va a quedar por el camino, al tiempo…
Semana tras semana, el calor fue aumentando, y sin llegar a ser ni mucho menos agobiante, aunque con mañanas a la salida de la base algo frescas, si que nos ofreció unas rodadas placenteras con un tiempo increíble para la época del año en la que nos encontramos. Sol por doquier y pocas nubes fueron la tónica del mes, que terminó sin darnos apenas cuenta.

Marzo  
Para subir pulmones y para bajar cojones.

El mes de la primavera por antonomasia, confirmó lo que ya veníamos disfrutando del anterior, unas temperaturas primaverales aunque eso si, la lluvia sin dar muestras de asomo. A principios de mes ya son casi 80 los días sin caer ni una sola gota en nuestra zona y los caminos empiezan a resentirse, no hay mas que ver las burricas cuando llegamos a la base. Todo esto hace que el alto contenido de polen en el ambiente, nos empiece a atacar sin piedad y al llegar a casa necesitamos más cerveza de la habitual…, será por eso ¿no?;  al menos es lo que le digo yo a mi mujer cuando me ve “asaltar” la nevera nada más llegar, en busca del líquido elemento, jejeje.

Cabe destacar, que últimamente hemos visto más jóvenes y menos “chavales” de más de 50 ciclando por la zona. Será que hay nueva hornada de bikers que vienen a sustituir alguna remesa de los que ya hace mucho que nos consagramos. De momento, a nosotros todavía nos queda mucho pedal y muchas subidas (y bajadas…) de las que disfrutar.
Otro dato curioso que hemos de remarcar este mes, es el que hemos comido las primeras “necro-naranjas” de nuestra vida y será por eso que estaban “de muerte”.  Lástima de naranjal haya pasado a mejor vida. RIP. 

Poco después de la primera quincena en la que Salva ya se había vestido de corto la semana del 16 para subir a San Miguel, (Luis estaba de vacaciones, como siempre en estas fechas…),  volvió el fresquito y por fin, las lluvias retornando afortunadamente a la normalidad meteorológica como cabía esperar y por lo tanto, vuelta al equipaje de invierno. El mes y sus cinco salidas no dieron para más.

 Abril
¡ Yo me bajo de la bici como me da la gana ! (vocea el que se acaba de caer ).

Por fortuna, ya hace más de un año que  Roda i Pedal  no ha tenido que decirle a nadie la frase que encabeza el mes. Toquemos madera y que siga la racha.
El mes transcurrió como tocaba, es decir, apacible, fresco, con fortísimos aromas de  azahar conforme avanzaba el mes, y con un sol primaveral a la vuelta de  todos y “casi” todos los sábados que ciclamos, ya que el penúltimo sábado del mes, el viento y la lluvia nos impidieron la rodada ( que no el almuerzo tras la sesión indoor de spinning con nuestro amigo Nachete), es más, hoy se cumplen 4 años de la última ruta que rodamos con Carlos, el benjamín de aquel grupo “multitudinario” que en su día fuimos. Casualmente este mes y en una de las rutas, nos desviamos hacia un lugar que visitamos en su día y al que hacía muchos años que no habíamos regresado, por lo que volvimos para hacerle una visita ( y una foto, claro…)  al magnífico pino monumental de la Masía de Porxinos, el cual seguía igual que la primera vez que allí estuvimos en tan apacible lugar  y con el grupo al completo, una fría mañana de otoño, en concreto, la ruta nº 78 acaecida un 21 de octubre de 2009; casi 10 años ya y parece que fue ayer…

Las rodadas se sucedieron tranquilas, disfrutando del paisaje y la montaña, a lomo de nuestras máquinas de pedalear, todo un lujo que todavía es gratis, ¡increíble!; tal y como les comentábamos a los guardias voluntarios a los que tuvimos el placer de saludar en la citada masía, esa gente extraordinaria que vigila estos tesoros de forma totalmente altruista y que trata de mantener a raya a esos descerebrados que queman rastrojos en días con fuerte viento…   

Mayo  
Nunca dejéis que mi mujer venda la bici por el precio que le dije que me había costado.

Este mes como de costumbre, supuso el cambio de indumentaria definitivo por el “uniforme” de verano. La temperatura suave a la ida y con el sol ya situado en lo alto a la vuelta, era un claro anuncio de que el veranito ya nos acecha.
Debido a esta circunstancia, volvimos a nuestro “remanso de paz” habitual a la hora de avituallarnos, disfrutando del silencio y el canto de los pájaros que en ocasiones parecen vigilar nuestra respetuosa visita . “Manolito” en cambio, no  dió señales de vida, por lo que supusimos que  habría cambiado de hábitat al echarnos tantos meses en falta. J

Este mes vimos en ruta lo que nunca habíamos visto, y mira que hemos vistos animales, toros, vacas, caballos, burros, jabalíes, cabras, ciervos, erizos, conejos, perdices, liebres, gatos, córvidos, carroñeros, pájaros de un sinfín de especies, y un largo etc.,  pero hasta hoy, nunca habíamos viso un “camello” en modo paseo con su dueño montado en la joroba, toda una novedad sin nada que reprochar, cada uno tiene sus preferencias de transporte a la hora de salir de paseo por el campo, jejeje.
En fin, solo añadir que el 18 nos libramos de una gran chopada por poco, ya que fue llegar al casa y al rato cayó una buena, pero las nubes que ya son viejas conocidas de trayecto y nos respetaron una vez más.

Junio   
 La única diferencia entre un niño y un hombre, es el precio de sus juguetes.

El mes empezó sin sobresaltos meteorológicos, y a pesar del caloret que ya empezó a dar señales de vida justo a mediados de mes en el camino de vuelta a la base. En general hay que decir que no apretó demasiado ( si no contamos el último sábado que nos cayeron 37.7º claro…) , y todo fue aún más placentero de lo que se esperaba a estas alturas de primavera. Y continuando con las sorpresas, ese mes no fue un camello con lo que nos topamos, sino tres humanos con sendos ¡scooters de una rueda! en plena montaña, ya veremos que es lo siguiente 

 Julio
Después de la subida viene lo mejor…

Con el verano ya plenamente instalado, empezó el mes como lo dejamos. El primer sábado marcamos 34.5º y ya no abandonamos el agobio en lo que restó de mes, vamos lo que se esperaba, eso sí, a las horas centrales del día, en casa, como dicen los del tiempo en la tele J, a fin de evitar “sofocos” o peor aún, que te de una h….. de calor.

Las nubes ni estaban ni se les esperaba, así que solo nos quedó darle a la “mui” al son del pedaleo a fin de olvidar el calor, y al igual que  cuando  hemos tenido una emergencia, regresar por el “super forat de cuc” que nos recorta la ruta de regreso en dos o tres kilómetros, que con estos calores y el sol zumbando de lo lindo a rayo partido, siempre es de agradecer, y sobre todo a sabiendas del peligro que supone como todo buen biker debe conocer, que en verano es extremadamente peligroso alargar el tiempo de pedaleo sin echarse una buena birra fresquita a “gaznate gayola” nada más exista esa bendita posibilidad.

En fin, a estas alturas las vacaciones están cerca y eso siempre da ánimos para continuar con la ruta semanal sin desfallecer, pero bikers lo que se dice bikers, no hemos visto muchos este mes, ¿porqué será?  


Agosto
Ojos que no ven, árbol que te comes.

El mes empezó con el parón vacacional obligado, ya que Luis estaba ausente y Salva “en solidaridad con su hermanito”, se quedó en la cama un ratito más, aunque esta especial circunstancia no significaba que tuviese que perdonar el nivel habitual de cervecitas durante el resto de la mañana J , con este calor, que otra cosa se puede hacer…

De vuelta ya el día 10, continuamos donde lo dejamos; sol abrasador a gogó y buenas pedaladas al son de la charla, contándonos las novedades acaecidas estos últimos días cada uno donde los haya pasado. Buenas sensaciones y caminos solitarios que nos corroboran que el kilómetro se vende caro por estas latitudes pasadas las 12:01 p.m.

Los caminos polvorientos, la hierba amarillenta, las cigarras a pleno pulmón, y las viñas en su máximo esplendor, son señales inequívocas de la época del año en que nos encontramos. Ciclar sin pensar en Lorenzo es de lo que se trata; esto te permite llegar a la base sin una circunvolución cerebral extra en la cabeza, vamos, lo que en el  lenguaje coloquial biker llamamos llegar con un “surco” o “raya” en el coco debido al esfuerzo y la temperatura corporal que se alcanza. Esto solo se soporta con buen rollo a la sombra de los pinos, una birrita fresquita a la hora de almorzar, y sobre todo, la esperanza de un buen refrigerio a la vuelta, sin olvidar una siesta del ocho que tras una placentera ducha y un buen plato de hidratos de carbono a libre albedrío, todo ello claro está, bien regado con zumo de cebada, viene a ser el resumen de la mañana del sábado con cincuenta o sesenta kilómetros de montaña en las piernas. Así es como se soporta una salida en bici en los meses que aprieta el amigo Lorenzo de lo lindo.

 Septiembre 
Para jugar al fútbol se necesita una pelota; para hacer mountain bike, se necesitan dos.

Empezamos el mes con peligro inminente de lluvia, que no nos desanimó la primera semana e hicimos pleno, ya que terminamos la ruta sequitos, al menos de agua de lluvia.
No fue así la segunda, que ante la que había caído la noche anterior (más de 100 l/m2, decidimos no arriesgar, y esta sí que fallamos pues ya no cayó una gota el resto de la mañana. El tercer sábado del mes y último del verano, seguimos con la misma tónica, lluvia durante la madrugada y a primera hora, pero de nuevo volvimos a arriesgar y volvimos a acertar, ni gota durante la ruta aunque la amenaza nubosa fue constante. Al menos en estos días inciertos climatológicamente hablando, rodar es un disfrute, ya que los olores a tierra mojada y a las plantas aromáticas de la montaña no tienen precio. Si  eso le sumamos una buena temperatura y ganas de rodar, la ruta se vuelve simplemente perfecta.

Y como era de esperar, el tiempo se calmó y el último del mes, la temperatura rozó los 30º y nos hizo recordar las rutas de pleno verano. En fin, como siempre por estos lares, el calor no nos abandona hasta bien entrado Octubre o…..

Octubre
No se deja de pedalear cuando se envejece, se envejece cuando se deja de pedalear

Y con él, entramos ya en el último trimestre del año. Las viñas caducas y los montones de hojas muertas por los caminos, marcan la tónica otoñal que nos acompañará durante casi 90 días, aunque a juzgar por la temperatura nadie lo diría. El sol, ya visiblemente bajo, sigue calentando de lo lindo sobre todo a la vuelta y por ello, el “veroño” parece una nueva estación que vamos a tener que aceptar si esto sigue así.

Por lo demás, las rutas se sucedieron tranquilas como de costumbre, salvo algún altercado puntual como el que hemos bautizado a un nuevo personaje al que desde ahora llamaremos “el cacique” , un cacho carne con ojos que tras casi atropellarnos marcha atrás, todavía quería tener razón (que si me vieras con traje, que si no sabes quién soy yo…), en fin, que cada vez cuesta más obtener una disculpa de quien se equivoca, serán los tiempos.

En lo positivo, este mes tuvimos un miércoles de ruta, y lo celebramos avituallándonos en Benaguacil, cosa que ya hemos convertido en costumbre en estos días extra de rodada. También resulta destacable que el que redacta estas líneas, se hizo la última instantánea para el calendario anual con 59, ya que la próxima será ya con “60 tacos” y muchos, pero muchos kilómetros en las piernas. Ojalá, quede alguna que otra decena de crónicas que escribir, buena señal será. De momento habrá que celebrarlo como merece la ocasión, es decir, a lo grande y en buena compañía.

Noviembre
En la montaña y con la bici, todo lo que baja, sube.

Pues como decíamos ayer…, ya ha caído otro y con él,  la primera ruta con 60 castañas y tres días no se hizo esperar, así que como el primer finde de mes tocaba foto, pues nada mejor para el recuerdo por partida doble.

En lo meteorológico, todo parecía seguir igual, ya que el mes empezó con máximas de “ casi 29º ”, así es nada, por lo que rodamos con la certeza de que cualquier sábado a no tardar mucho, nos vendría de golpe alguna helada, pero no llegó, rasca si, pero frio lo que se dice frio del copón, no demasiado, únicamente nos molestó el viento que hacía ya mucho tiempo que no nos martirizaba en ruta y las dos últimas semanas nos obligó a reponer fuerzas en “el forat” para tener un ratito de tranquilidad mientras nos avituallábamos al son de la tertulia.

 Diciembre
 Las únicas cadenas que te dan libertad son las de tu bici.

Pues en lo concerniente al último mes del año, el que escribe este resumen poco puede contar, ya que un grave problema de salud en el entorno familiar me impidió rodar como de costumbre.  El superviviente de Roda i Pedal cicló como un cadete sábado tras sábado y me envió las fotos de las rutas para darme ánimo, cuestión que palió al menos durante un rato, la preocupación que en esos momentos tan complicados sentía, y que espero que con el tiempo, vaya disipándose poco a poco pasada con éxito, la primera tanda del problema.


Espero que el año entrante nos traiga sobre todo, “SALUD” a todos los miembros de la familia, puesto que es el bien más preciado que tenemos, aunque a veces lo solemos olvidar con demasiada frecuencia, de esta forma podremos seguir con nuestra “bendita rutina” y rodar cada sábado como de costumbre por esas bienaventuradas montañas que observan impertérritas año tras año nuestro pedaleo por sus innumerables sendas. 



¡¡ Feliz 2020 !!

Roda i Pedal ©