domingo, 31 de diciembre de 2023

 Crónica fin de año (2023)

“Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza” 

 Paul Géraldy

ENERO

Tal vez algún día, ésta bitácora se convierta en un fiel aliado de nuestra memoria colectiva, convirtiéndose en un estimulante ejercicio que nos ayude a sobrellevar esos tiempos que seguramente y muy a nuestro pesar han de llegar, esos tiempos en los que las piernas nos planteen su definitiva e innegociable negativa a pedalear, pero mientras llegan, trataremos de seguir rodando y disfrutando cada semana en la medida de lo posible de nuestra dosis de adrenalina y diversión, aderezada con un pellizco de aire puro y una buena porción de camaradería que nos mantenga en forma de manera tan placentera como deleitable, dándole de lo lindo a los pedales.

Pasado ya el vigesimoquinto aniversario de Roda i Pedal, comenzamos de pleno una nueva época, una nueva etapa la cual deseamos y esperamos sea duradera, período que seguramente estará marcado a medida que vaya transcurriendo el tiempo, por profundos cambios en alguno de nosotros. En el presente año, la obligatoriedad del trabajo quedó atrás para uno de los integrantes del binomio, dando paso a ese tan merecido como dulce y apacible descanso de la que hasta hace tan solo unos días, venía siendo la “rutina” durante más de 43 años, así es nada… . Ahora el reto es aguantar marea para que el otro componente del equipo, pueda llegar a este mismo punto y poder celebrarlo a lo grande.

Puestos en antecedentes y empezando un nuevo año, volvemos como de costumbre a pedalear por caminos y senderos de montaña, esta temporada con un posible objetivo a la vista, que no es otro que el intentar batir el record de Roda i Pedal en cuanto a salidas realizadas en un mismo año se refiere, ya que la ruta de los miércoles podría incluso llegar a enquistarse en nuestra “bendita rutina”, otorgándonos una dosis extra de disfrute al poder mantener en la lata a nuestro fiel amigo y profesor de spinning “Nachete”, rutas “miercoleras” que además planeamos que cuenten con  el aliciente de incluir sus avituallamientos de lujo, esos que reducen el peso de las mochilas y reconfortan tanto el estómago como el gaznate. No pedimos más, (de momento).

El mes comenzó con temperaturas y ambiente a medio día casi primaveral, cuyos valores muy poco a poco se fueron encauzando en busca de temperaturas acorde con la época, mínimas que aunque incómodas a primera hora, ya iba siendo hora que hiciesen su aparición. Y así lo hicieron pasada la primera quincena, bajando notoriamente a finales de mes y dejando un ambiente tal vez algo demasiado gélido para estas tierras. Ejemplo de lo comentado fueron los 1,8º del sábado 28, aunque por otra parte y por fortuna sin gota de lluvia durante todo el mes. Como bien sabemos los bikers, el frio se combate con un buen equipaje y dándole fuerte a los pedales, aunque en los almuerzos de los miércoles no nos vendría nada mal “una mantita” o unos “peucos calefactados”, ya que en la terracita habitual donde nos deleitamos de un espléndido almuerzo calentito, hace un frio del copón. En fin, como nos decían de pequeños, “tot no es pot tindre xiquet”, así que hay que quejarse lo justo porque hemos empezado el año con dos rutas a la semana y eso no está al alcance de muchos bikers.

 

FEBRERO

Febrero nos dió frio de lo lindo, con mínimas muy poco por encima de los 4º a la salida de la base y con lluvias de regalo en la segunda semana, lo que nos obligó a abrir la lata de Nachete el miércoles 8 debido a que no valía la pena rodar y padecer las inclemencias climatológicas en ruta de un día de perros y mucho menos tener que almorzar mojados y al raso.

Pasado el temporal, volvimos a la rutina y ciclamos con tranquilidad acompañados por los aromas que emanaban de la tierra mojada, eso sí, con el frio normal para esta época del año, aún así las rutas resultaron  plácidas y agradables aunque algo frías a primera hora, destacando que cada vez más nos encontramos con bikers que lucen “barbas plateadas” sobre todo en esta época de frio intenso, circunstancia que parece indicar claramente que la juventud no se anima mucho con este deporte y menos con temperaturas “incómodas”, o tal vez pudiera deberse a que los más jóvenes únicamente salen a competir, debe ser eso… .

  

MARZO

El mes de “Sant Josep” vino marcado por la anomalía meteorológica del año (hasta el momento), que fue una súbita y anormal subida de temperaturas pasada la primera semana del mes, con el termómetro marcando casi los 25º en la salida del miércoles 8, y culminando por si no habíamos tenido bastante, el sábado 11 con 28º a la sombra, cuestión que nos obligó a cambiar a la vestimenta veraniega más rápido que inmediatamente, a fin de no recalentar motores y evitar una “HdC” del 8.

Las temperaturas a medio día se mantuvieron excesivamente altas casi hasta finales de mes, suavizándose las máximas y bajando notoriamente las mínimas a los niveles habituales de la época pasada la primera quincena, aunque todo parecía indicar que ya no nos volveríamos a poner de largo hasta bien entrado el otoño.

El mes continuó tranquilo hasta el final, con nuestras salidas de los miércoles únicamente interrumpidas (a medias…) en la semana fallera, ya que Luis se tomó los días de rigor en estas fechas y Salva no tuvo más remedio que rodar en solitario a fin de tratar de mantener el listón lo más alto posible y no perder el ritmo ni la costumbre, eso sí, con los excesos habituales y “animalades sense goteta de coneiximent”, vista la ausencia del más sensato, jajaja, en fin…, cosas de bikers.

 

Y con la llegada de la primavera, casi se terminó el mes y con él, el postre que nos había acompañado en las rutas de los sábados, ya que el preciado manjar de nuestra querida “terreta” desapareció como por encanto hasta de los campos cuya recogida solían hasta la fecha abandonar, lugares por los que solemos transitar habitualmente. (este año ni tan siquiera quedaron necro-naranjas) . Ojalá que a final de año podamos volver a capturarlo en ruta, sería una buena señal.

ABRIL

Y con el mes llegó puntual en su primera cita, el fuerte y delicado aroma de azahar con el que nos premia cada primavera en sus inicios, fragancias que se mantuvieron intactas durante las 9 salidas que realizamos este mes.

Una temperatura ya del todo primaveral y agradable, unida a la calma climatológica de cada salida, dotaron a las rutas de un especial y placentero ambiente que con buena charla como de costumbre, hicieron realmente satisfactorias todas y cada una de las rodadas en la estación de las flores.

Este año con cuatro festivos en lunes por delante, el mes se presentaba más corto que de costumbre, y esta particular circunstancia supondría previsiblemente un notorio incremento de personal de todo tipo en la montaña, creando cierta incomodidad para los que nos gusta gozar de la naturaleza en soledad y respirar paz en la montaña, y como era de esperar no nos equivocamos… , pero no quedaba otra y tocó resignarse, así que “ajo y agua”.

Aún así, dimos buena cuenta cada miércoles en nuestra terracita benaguacilera, con sus magníficas viandas bien regaditas con birritras fresquitas y sus “cacauets i olivetes”, sin faltar el “cafenet” como mandan los cánones, para terminar de cargar pilas y regresar a la base.

 

MAYO

Por fin amainó la multitud en la sierra, y con el mes, volvió la tranquilidad a la montaña. Libres ya de caminantes extra, jinetes y excursionistas de ocasión que nos agobiaron un poco el mes anterior, rodamos como de costumbre con buen tiempo y ya totalmente veraniegos en cuanto a la vestimenta, ya que el sol a mediodía se hizo de notar a partir de la segunda quincena del mes. Aunque sin ser destacable, citar que   tuvimos nuestro primer “momento perro” del año, ya que cuatro canes “grandotes” y de ladrido fácil (uno de ellos con aspecto amenazante),  nos dieron la bienvenida en el remanso de paz el tercer sábado del mes, menos mal que nos tranquilizó saber según sus dueños nos vociferaban al paso que “no hacen nada”, claro; no faltó la usual frase lapidaria que todo dueño de cualquier can que se precie pronuncia de inmediato, frase que seguida de un simple “buenos días”, un “hola” o incluso un “que aproveche” hubiese quedado mucho mejor, pero todo no se puede pedir, en fin…, es lo que hay.

Las salidas en sábado las terminamos con amenaza de lluvia, la cual nos intentó mojar levemente a la vuelta y sin mayores consecuencias el último sábado del mes, no así las de los miércoles, sin una gota y con el día 31 pasadas ya las municipales y autonómicas, en las que todavía pudimos disfrutar de la alegre cartelería político-propagandista que pendía en calles y plazas para que la fiesta no decaiga, faltaría.

 

JUNIO

El mes que marcaba el ecuador anual llegó como es habitual en la terreta, con buen tiempo asegurado, aunque no nos agobió demasiado en las sucesivas salidas a causa de livianas nubes altas que amortiguaron un poco la ya importante radiación solar. Las sombras habituales se volvieron poco a poco más esquivas y cortas, por lo que el “segundo/sombra” se pagaba muy caro si es que nos encontrábamos alguno a nuestro paso.

El  “biker-bilado” se dio un respiro de rodar a mediados de mes, ya que este año le tocaba celebrar su jubileo a lo grande y en familia por tierras del tío Sam, así que esta vez, se quedo dándole a los pedales Luis  como reserva del grupo para mantener el listón en su lugar adecuado.

Rodar en el mes que se inicia el verano resultó finalmente más placentero que de costumbre, ya que aunque acabamos con calor a raudales y sin compasión en las dos últimas salidas, (cuestión que por otra parte era de esperar) podría haber sido peor, así que no nos quejaremos pues seguramente lo peor estaba todavía por llegar y el “tío del mazo” siempre está al acecho, sobre todo durante estos meses.

 

JULIO

El primer día del mes coincidió con el primer sábado de ruta, por lo que no hubo más que rodar a placer con la esperada charla sobre los lugares visitados recientemente por el jubileta & family, y de paso, distraernos con las  anécdotas vividas a fin de amenizar los kilómetros y llegar al lugar de avituallamiento casi sin darnos cuenta y sin pensar en la temperatura ambiente. Además, el primer sábado tocaba la foto habitual del mes y no convenía alargar mucho la sobremesa mañanera, pues Lorenzo esperaba impaciente aplicar su martirio en caso de descuidarnos y sobrepasar mínimamente las horas centrales del día…

El mes de la canícula por excelencia nos brindó, como era de esperar, calor a raudales, mucho “bikegolito” en los senderos y altísimas temperaturas, y aunque hubiese podido ser peor al haber rodado muchos días con intensas calimas y cielos enmarañados como el mes anterior, a medida que avanzaba el mes el castigo fue obviamente “in crescendo” como era de esperar, en fin, peor lo pasan los del tour ¿no?, jajaja.

No obstante, los silencios en las rutas de vuelta en algunos momentos denotaba a las claras, la inconsciente búsqueda de ahorro energético ante las desmesuradas temperaturas que soportamos en algunas de las rodadas, con la búsqueda de “diagonales” imposibles al divisar cualquier sombra por pequeña que fuese a fin de aprovechar esos pocos segundos-sombra, claro exponente de la que nos estaba cayendo encima sobre todo en el transcurso de los regresos a la base, con la idea fija del premio que nos esperaba como de costumbre a pocos kilómetros, y cuyo pensamiento único parece que le “echa un pechito” aunque sea virtual, al sufrido cerebro, que bajo el casco imagina un constante “espejismo cervecil” seguramente abalado por la imagen de unos botes de cerveza helados que ante nuestro impetuoso deseo, deben reflejarse en nuestras retinas, todo ello para aguantar lo mejor posible la sofoquina.  

 

AGOSTO

Visto lo visto el mes pasado, todo indicaba que íbamos a seguir con la misma tónica en cuanto al sufrimiento calórico se refiere, cuestión que nos hizo elucubrar en ocasiones sobre el futuro cada vez menos lejano, de si tardaremos muchos años en poder seguir saliendo en los meses más intensos de calor, a lo que hay que añadir la esperanza de que las zonas de montaña por las que solemos rodar, se mantengan verdes y por lo tanto, libres de pirómanos descerebrados. Toquemos madera ( como siempre de pino, claro…).

Las rutas fueron sencillamente infernales de principio a fin durante el que fue un tan tropical como tórrido mes. De las nueve rutas que nos marcamos, las máximas no bajaron de los 33º con mínimas a la salida por encima de 25º, si exceptuamos el miércoles 30 al que le faltaron 6 décimas de grado para llegar a los 30º, (todo un lujo…), ahora bien, para compensar el regalo, tuvimos dos miércoles de 38.5º en los que ni el parón del almuerzo ni las cervecitas frescas nos sirvieron para reducir el calentón, sin olvidar la humedad relativa en el ambiente por encima del 80% que dinamitó la posibilidad de detener la sudoración constante y la sensación de bochorno durante cada minuto de pedaleo.

Fue otro mes de record en cuanto a salidas (9 de 9 posibles) y también en cuanto a temperaturas y noches tropicales, en fin, es lo que hay y peor que no venga, seamos optimistas.

 

SEPTIEMBRE

Y como por arte de magia, septiembre nos premió en su primera ocasión de rodar, con un sábado nublado aunque extremadamente amenazante que nos mantuvo en vilo la noche anterior. El aviso firme de “Dana” se nos venía encima en pocas horas y la predicción nos dejaba tan estrecho margen como para estar intranquilos.

Decidimos salir finalmente sobre la marcha y vistas las condiciones que presentaba el cielo apoyados como siempre por la previsión meteorológica de las 8 de la mañana, apostamos por jugar fuerte y arriesgar al máximo. Aún así, cargamos con los almuerzos y avituallamientos usuales por si sonaba la flauta, y sonó.

La ruta fue más que placentera, con aromas que ya ni recordábamos. Un ambiente fresco y un firme en buenas condiciones, nos permitió llegar a Ca Robert ( uno de nuestros puntos de parada cuando las cosas se ponen feas), y almorzar con tranquilidad; incluso pudimos disfrutar unos minutos tomando café tras el almuerzo y a cubierto, de la tormenta que se precipitó rauda y el fuerte aguacero con viento racheado que se nos vino encima en un visto y no visto, situación que solo duró unos minutos y que milagrosamente cesó por completo al termino del descanso, lo que nos puso en bandeja de plata el regreso pasada la tormenta y volver sin lluvia hasta nuestra entrada en la base, momento en la que se lió de nuevo y cayeron más de 30 l/m2 en poco más de 10 minutos. De nuevo las hadas del bosque nos protegieron una vez más.

El resto del mes rodamos con tranquilidad y por fin, con temperaturas soportables y acordes con la época del año. Todo parece indicar que el “bikegolito” de los caminos, se ha terminado por este año.

Para ir finalizando el mes en el que por motivos de fuerza mayor tuvimos que cambiar las salidas intermedias de los miércoles por los martes, nada más destacable que la efeméride del 23 en la que se nos echó encima el otoño al poco de salir de la base, así que cambiamos de estación pedaleando que es como mejor podemos darle una buena bienvenida biker al nuevo equinoccio.

Nada más que objetar en las dos rutas ya otoñales que restaban tras la entrada del otoño, ya con temperaturas definitivamente más amables. Solamente destacar un nuevo pleno de 9 salidas/mes (y van 76…) en las que nuevamente nos libramos como de costumbre, de los 37 días de lluvia que hemos tenido durante los nueve meses que ya llevamos este año. ¿Alguien da más?

 

OCTUBRE

Como cada octubre, el alargamiento definitivo de las sombras se hizo notar desde principios de mes, aunque “el fresquito” no llegó hasta la tercera semana en la que ya lucimos camiseta fina de manga larga bajo el habitual maillot veraniego, aunque con culotte corto, claro.

El viento también hizo su habitual presencia en estas fechas, aunque no se portó del todo mal en ninguna de las salidas realizadas.

Los caminos nos acogieron amables como de costumbre, con los viñedos ya caducos y los naranjos hasta no hace mucho en flor, ahora ya con su fruto apuntando maneras, lo que nos indicaba claramente que pronto podremos gozar de tan preciado postre en nuestras paradas de   avituallamiento de los sábados.

Poco más que destacar a no ser la interrupción hasta nueva orden de las salidas en miércoles, por lo que el equipo de Bestcycling  nos volverá a machacar como de costumbre cada miércoles, eso sí, manteniendo nuestras piernas y pulmones en plena forma a golpe de pedal estático; no queda otra de momento.

 

NOVIEMBRE

El mes en curso y su ya clásico veranillo de San Martín no faltó a la cita. De nuevo las elevadas temperaturas para la época en la que nos encontramos, hicieron acto de presencia y aunque con el incómodo viento como referencia durante buena parte de las salidas del mes, las mínimas volvieron a estar en su primera quincena por encima de los 15º, con máximas superando los 23-24º, cosa que cambió de repente como era de esperar en la última semana del mes, donde ya tuvimos que lucir el equipaje de invierno a tuti plen; un poco más y nos plantamos en fiestas todavía de corto, (todo se andará, y si no al tiempo…)

La falta de lluvia empezaba a hacerse notar en la montaña, sobre todo en los caminos, a tenor de la polvareda que vamos creando a nuestro paso, que aumenta notoriamente en las bajadas y nos obligaba a mantener un centenar de metros de distancia a fin de evitar que el de atrás, parezca un obrero del caolín.

Por fortuna y a final de mes, ya pudimos retomar nuestra habitual ruta de los miércoles tras casi dos meses en sequía, pudiendo darle esquinazo al estático y cansino Nachete y disfrutar de nuestro típico almuerzo a media ruta, todo un lujo oriental al alcance de muy pocos.

El último sábado del mes lo celebramos “con postre” tras el almuerzo, ya que los cítricos ya colgaban como maravillosos adornos multicolores, por lo que hay que aprovechar la cosecha mientras dure.


DICIEMBRE

La última foto para el calendario no se hizo de esperar, por lo que no nos la jugamos y recién estrenado el mes y con el atrezzo navideño preparado en la mochila, nos dispusimos a inmortalizar el momento en alguno de los lugares de las montañas por las que transitamos, lugar cuya ubicación únicamente conocemos nosotros y que por supuesto, no se nos ocurrirá enviar a nadie no vaya a ser que se nos llene de curiosos.

El mes prometía de nuevo, ocho salidas de las nueve posibles de las que cinco serían en otoño y las últimas tres, ya en invierno, por lo que a priori pintaba de categoría y de poder terminarlo sin imprevistos, este año habríamos batido tal y como ya preveíamos allá por el mes de enero, todos los records en cuanto al número de salidas en la historia de Roda i Pedal, ya que nunca en estos 26 años que llevamos de pedaleo continuado, habíamos rodado en un mismo año un total de 25 x 3 veces o lo que es lo mismo, en ”XCVI ocasiones” o dicho de otro modo, el penúltimo día del año realizamos la “nonagésimo sexta” salida, ,si,si, el 26,6% de los días del 2023 nos hemos subido a la burrica a pedalear, así pues y expresado finalmente en números cardinales, habrán sido noventa y seis (96) las ocasiones en las que hemos ciclado este mismo año (44 salidas entre semana y 52 salidas de sábado), es decir, 1 de cada 4 días hemos disfrutado de la bici, (ahí te lo dejo, solo iguálamelo…); un año éste que ha sido tan redondo como las ruedas de nuestras bicis en el que únicamente hemos tenido un día de lluvia en una mañana traicionera de miércoles (ocho de febrero para más señas), en el que la mayor parte de los 25,2 litros por m2 de lluvia recogida a lo largo de toda la jornada, estaban cayendo en el momento que nos disponíamos a salir, en fin, vistos los números totales creo no procede quejarse ¿verdad?. Eso sí, el mes terminó con frio del bueno en las tres últimas rutas coincidiendo con la llegada del el invierno, aunque con un sol reparador y un tiempo espléndido a media mañana, si a esto le sumamos que no tuvimos ningún susto importante y ninguna caída ¿que más podemos pedir?

Pues este ha sido el breve resumen lo que nos ha regalado (y damos fe que ha sido mucho) este 2023 que ya agoniza en lo relativo a esta afición nuestra de pedalear y subir y bajar montañas, un año bastante tranquilo y sin sobresaltos de ningún tipo que nos ha permitido disfrutar de lo lindo en los más de 4700 kilómetros recorridos con la única espinita de no haber podido llegar a las 100 salidas por muy poquito…J, ¿tal vez el próximo año?, ya se verá. Ojalá las piernas, los pulmones y “la patata” nos dejen al menos intentarlo, lo firmábamos con cerveza ya.   

 ¡¡ Feliz 2024 !!

Roda i Pedal ©


 



sábado, 31 de diciembre de 2022

 Crónica fin de año (2022)

“Cuanta más arena haya escapado del reloj de nuestra vida, más claramente deberíamos poder ver a través de su cristal.” 

Jean-Paul Sartre

ENERO

Con INCERTIDUMBRE,  así empezó para Roda i Pedal el nuevo año, ya que la  primera de las rutas previstas se quedó de nuevo en barbecho hasta el próximo año, al surgir un imprevisto de última hora tras la placentera ruta  del 29 de diciembre . Finalmente “Ómicron” hizo acto de presencia y se cebó con uno de nosotros tumbándonos en consecuencia, las tres primeras rodadas del año sin previo aviso. ( y eso contando con que ya estábamos vacunados, aunque cierto es que hubiese podido ser peor…) En fin, es lo que aconteció sin esperárselo y poco más se puede alegar. Lo importante es que pasó sin afectar en lo físico al que sufrió la infección y toquemos madera (de pino…of course) para que no volvamos a sufrir la infección de ninguna otra variante venidera.

Por otra parte y en nuestra primera salida del año tal y como teníamos previsto, nos dimos prisa en inmortalizar los 100 años del lugar de podrá verse en la foto que incluiremos en el calendario anual, lugar en el que hace ya 25 años tomamos idéntica instantánea que tal vez fue la primera toma en la llamémosle “ruta” , con una cámara pocket con carrete de 100 ASA y en la que como se aprecia en la instantánea,  únicamente aparecía uno de nosotros retratado (el otro era el que hacía la foto, claro… ya que no llevábamos trípode) con las primeras “super bicis” con las que nos iniciamos, una con cuadro de “aluminio” y la otra con cuadro de “cromoli”,  ambas máquinas equipadas con cambio trasero Shimano Deore XT y zapatas de freno de bloque, casi ná…  . Obsérvese igualmente, el “super equipaje” que porta el biker entre otros detalles, sin comentarios…

En fin, el primer mes del nuevo año transcurrió tranquilo aunque con un frio considerable,  con cielos despejados y una excelente visibilidad, que dejo a media mañana un cálido Sol a la hora del avituallamiento, Sol que nos reconfortó y permitió celebrar como es debido (y con la “cata / degustación” de rigor), el quincuagésimo cuarto cumpleaños de Luis que ya goza a “tuti plen” de esas 54 castañas, que no está nada mal. Cabe destacar para el recuerdo que perdimos en una de las abruptas bajadas a tumba abierta, uno de nuestros cuentakilómetros Polar, y a la semana siguiente el mini timbre también salto por los aires, aunque este lo pudimos recuperar,  gajes del oficio. Nunca en todos años de rodar por las montañas, nos había sucedido algo similar salvo hace ya bastantes lustros, cuando perdimos un  antiperro en aquella loca y rota bajada en la que eso si, nos perseguían sendos canes colina abajo que nos nublaron la totalidad del poco conocimiento que tenemos cuando nos dejamos caer a tumba abierta colina abajo. Por lo demás, nada que destacar en este principio de año.

FEBRERO

El mes empezó amenazante de lluvia, cuestión que nos obligó a buscar cobijo en “Ca Robert” a la hora del avituallamiento, aunque finalmente y aunque no nos mojamos por los pelos en la primera salida,  fue en la última ruta del mes nos cayó la chopadita de rigor, gajes del oficio.

Febrero como viene siendo costumbre estos últimos años, se caracteriza por el adelanto primaveral que se observa por doquier;  primeros almendros en flor, temperatura no demasiado fría, mucho polen en el ambiente y olor a tierra mojada, y como no, las alergias que afectan a unos más que a otros como es nuestro caso.

Por lo demás, las rutas tranquilas nos hicieron disfrutar como de costumbre, de la paz y la tranquilidad que se respira en la montaña, aunque este año y por necesidad,  tuvimos que rodar en domingo la tercera semana del mes, cosa muy poco habitual en nuestras salidas semanales a lo largo de estos últimos 25 años.

MARZO

El mes empezó casi como terminó el anterior, amenazante de lluvia y con mucho barro en los caminos, aunque esta vez y en la primera salida, si que nos libramos de la lluvia por acontecer en viernes como tantas y tantas veces nos viene sucediendo. Como de costumbre, sacamos a pasear a nuestra Nikoleta  para capturar la imagen del mes que salvo sorpresas, lucirá en el próximo calendario de Roda i Pedal, y menos mal…, porque la cosa empezó con una salida en domingo la segunda semana por cuestiones personales de agenda y terminaría peor. 

El resto del mes fue un completo desastre en cuanto a las posibles salidas, ya que por un motivo (ausencias por las vacaciones de fallas de los más afortunados) o por otro, (reformas hogareñas ineludibles), solo salimos los dos primeros sábados, eso sin contar la mucha lluvia acumulada este mes en nuestra terreta, (20 días del mes con registros pluviométricos positivos, cosa rara de coj… por estos lares), aunque esto último no nos hubiese impedido rodar el último fin de semana, pero en fin, así fueron las cosas.  La cuestión es que en lo que llevamos de año, nos estamos cargando de “sábados en blanco” por diversos motivos de fuerza mayor, por lo que tocará recuperar en la primera ocasión que tengamos.

ABRIL

Con los albores de la primavera, nuestra “bendita rutina” hizo nuevamente acto de presencia. El azahar empezaba a hacerse patente por los caminos en la primera rodada, y ya pudimos dar fe de que el equinoccio era nuevamente un hecho confirmado.  En breve, el fuerte y embelesante perfume de la flor del naranjo, nos acompañará como de costumbre hasta bien entrado el mes, aunque curiosamente, el fruto maduro de la pasada campaña todavía cuelga de los árboles en muchos de los campos que atravesamos en nuestras rutas, una verdadera lástima.

El tiempo frío a principios de mes, hizo de nuevo acto de presencia y aunque con horizontes muy despejados y una excelente visibilidad de las montañas, nos obligó a buscar el calor solar a la hora del avituallamiento, lo que nos dio pie a prolongadas charlas en torno al tema del mes, ( o tal vez del año…)  la maldita guerra que azota de nuevo a Europa y por ende, a todos sus habitantes. No hemos tenido bastante con la pandemia que ahora toca sufrir los efectos de un conflicto bélico. En fin, esperemos que acabe pronto y que nos afecte lo menos posible, ya que poco podemos hacer al respecto.

Por si las moscas y visto lo visto, inmortalizamos abril en la primera ocasión de tuvimos, aprovechando el buen tiempo de la primera del mes y las ganas que teníamos de ciclar nuevamente.

Como no, el viento también nos acompaño en más de una ocasión, aunque no molestó en demasía y nos dejo pedalear sin demasiados problemas.

MAYO

Con “el colocón” aromático ambiental todavía presente, iniciamos el mes de las flores cuyas copiosas lluvias nos siguieron dando tregua,  ya que después de los más de 150l/m2 que cayeron el día 3, sumados a los más de 300 caídos en los que llevamos del año, nos han dejado los caminos maltrechos aunque cierto es que podían estar peor, ya que por fortuna cayeron sin tregua pero lentamente, por lo que no se produjeron demasiados desperfectos ambientales más allá de los “supercharcos” en vaguadas y las roderas de rigor en las subidas/bajadas habituales, lo que nos obligo a tomar ciertas precauciones para evitar sorpresas.

Lo que si que perdimos definitivamente hasta el próximo invierno es el postre, ya que finalmente la recogida de la naranja fue total en las zonas por las que ciclamos habitualmente, duraba demasiado...; el resto del mes transcurrió plácido y con una temperatura claramente en ascenso que nos obligo a lucir la vestimenta veraniega desde la primera salida de mes, y que culminó en un último sábado con temperaturas ya muy altas y un sol abrasador que nos recordó que las treguas se habían terminado y que “el veranito” en cuanto a temperaturas,  ya estaba aquí para quedarse, veremos este año hasta cuando se alarga.

JUNIO

Empezamos el mes con novedades, pues incorporamos sobre la marcha a una de nuestras rutas más habitual, un par de variantes que aunque distan mucho de ser novedosas, hacía por lo menos diez años que no transitábamos por alguno de esos caminos, o sea, un tiempo prudencial en Roda i Pedal que nos recuerda que como todo en la vida, si una cosa funciona para que cambiarla…, aún así y en contra de lo que dicta nuestra particular sensatez, nos aventuramos un par de veces y no fue mal la cosa sino todo lo contrario; mejora en el firme, nuevos paisajes, en fin…, atrevidos que somos, jajaja.

El mes transcurrió tranquilo pero ya con mucho calor al regreso, lo cual ha sido bastante normal en un año en el que el invierno prácticamente a brillado por su ausencia, y en el que hemos tenido el mes de Mayo más cálido desde el año 61 del pasado siglo, ahí es nada.

Ya en la segunda semana,  el sol ya estaba en modo agresivo y prácticamente en la posición más alta que puede estar, y así continuó hasta el final, sin darnos tregua desde las primeras horas y que decir de las centrales…, vamos, el surco estaba servido y ya se hizo notar en la musculatura de algunos que regresamos en más de una rodada,  con el termostato en la zona roja y con el mensaje de la reserva avisando “ni una subida más”. El calor, que no perdona…

Con la esperanza de que no apretara mucho más, continuamos el mes hasta su final en la tranquilidad más absoluta, tanto en ruta como en la hora del avituallamiento, donde la zona estuvo desierta y en una “calma chicha” que no deja de sorprender año tras año en estas fechas y en estos parajes de nuestras montañas.

JULIO

El mes de la canícula por excelencia, no defraudó en absoluto en cuanto a las  temperaturas tal y como nos temíamos. Por miedo a una posible fusión de la nikoleta, la séptima instantánea del año no se hizo esperar, y la imagen del mes quedo capturada para la posteridad en la primera ocasión que tuvimos.   

A la espera estamos de que alguien invente “el sombradrón”, es decir,  un artilugio a modo de dron perseguidor de bikers, dotado de una amplia sombra proyectada y con un buen  “cold-tooth”  que mantenga fresquitas unas birritas en su bodega, a fin de hacernos un regreso algo más llevadero. En fin…, por fantasear que no quede;  estas paridas son la consecuencia directa de los efectos del surco , que nos hace alucinar y ver espejismos de chiringuitos a la menor ocasión, jajaja.

A pesar del calor en ruta, las semanas fueron cayendo aunque con esfuerzo extra , y el minuto, que digo minuto… el “segundo sombra” en las subidas se vendió tan caro como  la gasolina en estos tiempos que nos ha tocado vivir; y para muestra un botón, el tercer sábado nos cayeron 38.4º a la vuelta, asi es ná;  en consecuencia, el primer surco potente de la temporada que esperamos no se repita muchas veces, ya que nos vino justito llegar a la base antes de notar los síntomas del temido golpe, que digo golpe..., “hos… de calor” (en adelante “HdC”) que el tío del mazo estuvo a puntito de meternos entre ceja y ceja. En fin, “Bikesoquistas” que somos, ya que el veranito es lo que tiene y hay que tomárselo con filosofía pero sobre todo,  con un poco más de cerveza para recuperar líquidos. ( algo bueno tendría que tener rodar con calor ¿no?).

AGOSTO

Y llegó de nuevo el mes de las perseidas y a la par, el de las vacaciones por excelencia, cuestión que se siempre se traduce en una nueva disminución de bikers en las montañas por las que rodamos, lo cual no deja de venir bien ya que mejora si cabe, la tranquilidad y la paz de nuestras rutas.

Por lo demás, poco que destacar. Como cada año, Luis hizo novillos un par de miércoles y un sábado, por lo que Salva rodó “a punta de día” en solitario, aprovechando “la seua soletat” con una parada extra en la ruta del fin de semana, a fin de recolectar el preciado “te de monte” que espera solícito a ser recogido como cada dos años por estas fechas, en ese recóndito lugar cercano al Monasterio de Sant Miquel que solo algunos conocemos, y cuyas infusiones nos vendrán como anillo al dedo este invierno, en especial, alguno de esos viernes noche previos a la ruta del sábado que podamos encontrarnos con síntomas de una inminente “castaña” a modo de resfriado.

Pasada la primera semana del mes el fin de las vacaciones se acercaba para algunos, por lo que este año no pudimos añadir ninguna ruta extra de miércoles en compañía, aunque pensándolo bien, el que redacta estas líneas, tal vez esté muuuuyy cerca de pillar todos los miércoles y lunes y martes..., toquemos madera. En fin,  - no urguis -  a ver si se nos va a molestar la cuadrilla, jajaja.

SEPTIEMBRE

Pasadas ya las merecidas vacaciones que cada vez pasan más rápido, volvió la rutina ( o eso creímos…) y con ella, una leve mejoría de las duras condiciones climatológicas que estamos sufriendo este verano con el calor extremo, del que por suerte nos hemos librado de la temida HdC que hemos tenido seguramente cerquita en alguna ocasión durante estos tórridos meses.

Las rutas y con ellas, las fotos del próximo calendario siguieron cayendo, aunque tuvieron que esperar, puesto que la primera semana y aunque pareciese mentira a estas alturas y con tres vacunas en el cuerpo, Salva pilló “el ómicrón-bicho” y lo tumbó de mala manera. Dichoso COVID de los coj…

Por suerte, los anticuerpos trabajaron rápido y la segunda semana ya rodamos en compañía mutua tras el letargo vacacional y cayó la foto para el recuerdo, y van 9.

La montaña, tranquila, nos recibió con su paz de costumbre cada uno de los restantes sábados del mes, y la charla amena fue el común denominador como de costumbre en cada una de nuestras rutas. Con la última salida llego el otoño y con él, los primeros síntomas del cambio de luz y color en nuestras rutas, cambio que como de costumbre se irá acentuando a medida de que pasen las semanas.

OCTUBRE

La primera de las cinco salidas previstas para este mes se caracterizó por un pequeño cambio en la temperatura a primera hora, y aunque aguantamos bien con el equipaje de verano, todo parecía indicar que no tardaríamos mucho en guardarlo hasta nueva orden.

A estas alturas de año, ya podemos observar con júbilo, cómo va creciendo y “pintando” nuestro postre hibernal, esas maravillosas naranjas que esperamos nos deleiten más pronto que tarde después de zamparnos el bocata.

En cuanto al mes, nos dio lo que prometía, ningún problema y mucha calma en la montaña, que junto con un agradable frescor y un sol mucho más amable,  permitió que las sombras fuesen creciendo de semana en semana aumentando las “umbrías”.  A finales de mes seguramente tendremos un muy feliz cumpleaños de uno de nosotros, ya que las 63 castañas están a punto de caerle a Salva y con ellas posiblemente un premio de los gordos y no será de lotería, o si...,  ya se verá.

En cuanto a las rutas, los fuertes olores a tierra húmeda y vegetación aromática  fueron la tónica general que nos acompañó en cada salida.

NOVIEMBRE

El mes en el que empiezan a alargarse definitivamente nuestras sombras al amanecer no pudo empezar mejor, el festivo a principios de semana nos aportó una ruta extra de martes que nos permitió darle esquinazo a nuestro amigo Nachete y mantenerlo una semana más en la lata, así que como de costumbre en los festivos entre semana, nos fuimos de ruta y recuperamos fuerza pasados los veinticinco primeros kilómetros y la primera subida en  “El taller de la tapa”,  disfrutando de unos bocatas calentitos y recién hechos que nos repararon el esfuerzo realizado en la ida.

El primer sábado sin más dilación paseamos a la nikoleta y en consecuencia, cayó la onceava imagen del año, que ya casi nos permitió completar el calendario del 23, solo a falta de la foto “rodaipeldalnavideña” que esperamos poder realizar en breve llegado el momento propicio, no vaya a ser que la vayamos a liar en alguna bajada…

Este inicio de mes vino marcado por el cambio de vestuario, ya que la salida a 12º y con el vientecillo que soplaba de frente, no molestaba en absoluto el atuendo hibernal, aunque a la vuelta se hubiese podido rodar sin problemas con el uniforme de verano. El segundo finde del mes tocó parada, ya que las lluvias torrenciales acaecidas en la zona imposibilitaron que rodáramos, pues aparte de la copiosa lluvia que estaban cayendo desde primera hora, había que sumar los 90 l/m2 caídos el viernes, cuestión que estaba claro que habría dejado inundados los caminos y que provocó incluso el cierre del Aeropuerto internacional de Manises durante toda la mañana del sábado. Al final se rozaron los 200 l/m2 en dos días, así es nada.

Pasada la racha de lluvias, el resto del mes nos dejo un ambiente más limpio, aunque con algunos caminos muy deteriorados como era de esperar, es lo que tienen las trombas cuando caen sin control, es lo que hay.

DICIEMBRE

Y por fin llegó el último mes del año, y decimos por fin porque este ha sido un mes muy pero que muuuuuyyy especial, no solo caracterizado por las rutas extra de algún que otro miércoles, ni por la ya clásica foto navideña de costumbre, sino porque cada una de nuestras conversaciones en ruta, estuvo marcada por el anhelado “countdown” que se divisaba en el "horizonte de sucesos" para el mayor del binomio de Roda i Pedal.  Salva se jubilaba "si o si" el penúltimo día del mes, y la última ruta del año iba a ser algo especial, ya que sería la primera ruta oficial como “jubileta” y además con el aliciente de ser “rutavieja” por caer en sábado 31. Este año ha tocado rodar en fechas tan señaladas como en “rutanueva” del día 24 y la citada del último día del año, cosa que no sucedía desde el año 2016 que cayó en idénticos días de mes, al igual que en el ya lejano 2011.

Tal vez por eso los duendes del bosque también nos tenían reservada una envolvente a modo pinchazo a lo bestia, pues rajamos una cubierta que nos obligaba a tener que poder solucionar el problema en ruta para poder regresar a la base. Afortunadamente tras el almuerzo en el alto de la Ermita de la Virgen del Castillo de Chiva, nos pusimos manos a la obra y lo pudimos solucionar sin mayor problema.

En fin, cosas que pueden pasar tras 53 salidas sin incidentes que hemos realizado este año que ahora termina. En total han sido 54 rodadas con 0 caídas y 0 incidentes salvo el surgido el último día, esperemos que el próximo año siga siendo tan benévolo como el que ahora finiquitamos y sigamos pudiendo disfrutar de nuestro deporte favorito en la paz de las montañas.


 ¡¡ Feliz 2023 !!

Roda i Pedal © 

viernes, 31 de diciembre de 2021

Crónica fin de año (2021) 

“La tragedia debe ser utilizada como una fuente de fortaleza. No importa qué tipo de dificultades tengamos, cómo de dolorosa sea la experiencia, si perdemos nuestra esperanza, ese será nuestro verdadero desastre”

“La esperanza es pasión por lo que es posible”

 Dalai Lama / Soren Kierkegaard

 Enero

Empezamos el nuevo año, el de nuestro “25 aniversario” como Roda i Pedal , con un frío del que hacía muchos años no teníamos registros en nuestro país. La ola de frío ártico nos sorprendió de lleno y “Filomena” hizo estragos. Nieve por doquier aunque aquí en “la terreta” y especialmente en nuestra zona, seguimos siendo unos privilegiados; únicamente rozamos los 0º en un par de salidas aunque dependiendo de los lugares por donde ciclamos, bajamos algún que otro grado negativo, cosa que se dejo sentir en nuestra piel (sobre todo la de los pies y las manos…) y que nos obligó a portar vestimenta térmica extra. Aún así, el frio tan intenso aderezado con una ligera lluvia nos obligó por precaución y sentido común, a parar el segundo fin de semana y esperar que la tormenta escampase, ya que rodar sin disfrutar, es algo que ya dejamos atrás hace algunos años y en estas puntuales ocasiones siempre nos espera nuestro estático amigo “Nachete” para darnos bambú del bueno.

La vista de las montañas nevadas a lo lejos, nos amenizó parte del mes que transcurrió únicamente con las novedades meteorológicas, ya que si empezamos con “Filomena” y el frío, lo  terminamos con “Justine” y el viento huracanado, viento que nos obligó a resguardarnos a la hora del avituallamiento en nuestro particular foso anti-ventisca en las tres últimas salidas de mes. En fin…, no quedó otra, eso sí, los regresos fueron endiabladamente rápidos ya que el viento nos “echó un pechito” y nos hizo volar con el consiguiente disfrute a poco que le apretamos un poquito al pedal. 

Por otra parte y aunque “el bicho” seguía acechándonos de cerca, la anunciada inmunidad de rebaño, pensamos que todavía tardará en llegar, por lo que tener paciencia y precaución es lo único que pudimos hacer.  

Febrero

El más corto del año fue un mes calmo, sin sorpresas, lo único destacable fue el encontrarnos con muchíiiiiiiiiisima más gente de lo normal por las montañas que rodamos. El confinamiento parcial y la bajada de persiana de los bares se hizo notar durante todo el mes, y vimos personal por doquier como nunca antes, (familias con niños, sin niños, gente mayor, sabandeños,  caballos, perros, grupos de excursionistas de todo tipo, coches, runners, gili-bikers, buff, un no parar…) , hasta el punto de no poder avituallarnos en los lugares en los que solemos hacerlo y tener que acudir a emplazamientos de emergencia para poder descansar y almorzar con tranquilidad, en fin, un agobio en plena montaña hasta para comernos el bocata.

Mascarilla en las zonas urbanas y a “cara gayola” en el resto, fue la tónica general de febreríco, por lo demás, la bendita rutina nos acompaño de buen grado y nos hizo disfrutar de las salidas de cada sábado pese a la falta de soledad en la montaña que es lo que más nos gusta.

Marzo  

El primer fin de semana estuvimos en vilo por si la lluvia hacía acto de presencia tal y como se anunciaba, pero como es habitual, se esperó al domingo y nos dejó rodar plácidamente como de costumbre, y como no, aprovechamos para inmortalizarlo con la instantánea del mes en un hermoso emplazamiento.

La primavera estaba cerca y por fin volvieron los olores a tierra húmeda y vegetación a nuestras montañas, cosa que habíamos echado a faltar durante muuuuuchas semanas. De hecho, estaba tan cerca que en la tercera salida del mes, salimos en invierno, y ya paramos a almorzar en primavera, una de esas coincidencias astronómicas nada habituales que pasan de cuando en cuando, y esta vez la hemos pillado en ruta.

Por fin y de semana en semana, la montaña fue poco a poco volviendo a la normalidad, y con la apertura de las terrazas y bares, atrás fueron quedando los excesos de personal extra visitante y el silencio y la paz se adueñaron de nuevo de los lugares que en circunstancias de normalidad, suelen estar poco transitados. ( aunque venimos observando que están aumentando de forma preocupante los “gili-bikers”, es decir, esos tipos con bici “disfrazados de biker” y con un altavoz bluetooth a toda leche en la chepa o en la pechera, dando por saco al resto de personal que busca paz en las montañas que viene siendo lo normal ¿no?;  bueno, habrá que tener “más” paciencia…no queda otra ).

La última salida del mes estuvo marcada por ser la última con el horario de invierno, por lo que volvimos durante unas semanas, a producir sombras más largas de lo que venía siendo habitual a primera hora. Otra curiosidad de esas que nos dieron pie para comentar otras y otras y otras…curiosidades, y así fueron cayendo los meses.

Abril

Y comenzó el mes al igual que el anterior, con incertidumbre en cuanto a lo meteorológico, y aunque con nubes amenazantes,  (esperábamos que no se cumpliese aquello de las “aguas mil” …) no se desbarató la primera salida y rodamos como de costumbre que es lo que importa, aunque eso sí, continuamos con la pesadilla de la mascarilla durante todo el mes, tanto en la salida como en la llegada a la base, por ser ésta obligatoria todavía para rodar en zonas urbanas, con la esperanza de que al haber empezado la vacunación masiva, esto debería estar a punto de terminar. Toquemos madera (de pino, claro… )

El fuerte aroma de azahar en el ambiente, fue un claro indicador de que se nos terminaba el postre habitual en los almuerzos, pues de los muchos campos en los que no se recogen las naranjas y de los que nos solemos aprovisionar a menudo, el fruto restante ya está en el suelo, siendo pasto de los gusanos y demás fauna de la zona que darán buena cuenta de tan preciado manjar;  al menos, otros seres vivos lo seguirán aprovechando todavía. Este año no hemos tenido ocasión de probar las “necronaranjas” como el anterior, lo cual fue toda una experiencia…

Mayo

Empezamos mes con la noticia de que cada vez estaba más cerca el final de la mascarilla para rodar por zonas urbanas y aunque no fue ningún drama, resultaba un tanto molesto tener que ponérsela tanto a la ida como a la vuelta con el agobio que da, y más cuando a estas alturas de año, ya empieza a dar señales “el caloret” por estas latitudes.   

En lo positivo, destacar que al menos uno de nosotros lo vacunaron antes de terminar el mes en curso, y por lo tanto el otro estaba en capilla, por lo que a finales del próximo si todo va bien,  esperamos tener ambos bikers los dos chutes en el cuerpo con la consecuente relativa tranquilidad contra el maldito bicho.

El mes discurrió tranquilo, con temperaturas suaves y rutas placenteras en lo que a rodar se refiere, eso sí, obviando el susto del “perrete” (uno de esos que no hacen nada, claro…), que nos visitó en pleno almuerzo y que no tenía especialmente, carita de amiguete, menos mal que unos amables paseantes que como caídos del cielo pasaban por allí en ese momento y viendo el percal, se acercaron para llevárselo, tal vez al ver las caras de acojono que teníamos cuando se nos acercó el animal buscando cariñitos, otra casualidad de esas que si lo pensamos fríamente es rara de coj…., pero así sucedió, desconocemos si también a alguno de ellos lo llamaban “Angel”, como aquel personaje que antaño apareció de repente en circunstancias un tanto complicadas y cuya ayuda resultó inestimable. En fin, seguramente será cosa de las hadas del bosque que nos protegen.

A la semana siguiente fue una abuela sin mascarilla y con un perro faldero la que nos vino a visitar. Sin mediar palabra, se sentó a nuestro lado en pleno avituallamiento, y aunque estaba en su derecho y el perrillo que la acompañaba  no daba “yuyu”, si que tocaba un poco las pelotas al querer como es normal, olisquearlo y lamerlo todo. Nunca entenderé porqué las personas que tienen animales de compañía, tienden a pensar que a todos nos gustan los bichos de cuatro patas y que debes dejarte lamer, olisquear o que se te meen en la rueda de la bici como ya nos ha pasado en más de una ocasión, todo ello sin pensar remotamente que tal cosa pueda molestar, en fin…, es el castigo de no ser uno de esos millones de propietarios de canes que tenemos en este país, y contando con que hay censados alrededor de 20 millones (más que niños…), en algún momento nos tiene que tocar, por mucho que la ley diga que deben ir atados,  etc, etc.;  será por leyes.

Y no terminó ahí la cosa, para rematar el mes, otro perro supuestamente sin dueño, nos visito la última semana, vamos, la cosa ya parecía una plaga perruna. Esta vez el susto nos sobrevino al ver pasar como una exhalación a un perro grandote de raza indefinida (por lo rápido que iba…) al que probablemente terminaban de abandonar. Lo malo del asunto fue que cuando el animal nos divisó y se acercó en modo  “xiquets, aço va en serio”  con intenciones desconocidas;  no se zampó mi bocata que había dejado sin pensar y debido al susto repentino, en el lugar donde estaba sentado, porque el bicho se le veía con tanta prisa y desesperación que únicamente se acercó, nos miró y remiró a su alrededor y se marchó tan rápido como había venido, en fin, un no vivir con esto del mejor amigo de del hombre. (que no el nuestro…)

Y por fin termino el mes del perro y con él, la cercanía del incipiente verano. Mayo fue benévolo en cuanto a sus temperaturas y nos  premió con sábados suaves y cielos turbios con poco sol,  aunque eso sí, tuvimos que pagar un elevado “tributo canino”.

Junio 

El mes empezó suave en lo meteorológico, aunque ya con visos de lo que iba a ser la tónica habitual ante la inminente llegada del solsticio.

Buenas rodadas y mucho de qué hablar como de costumbre, durante las cuatro semanas que tuvo el mes. Calor sin excesos con temperaturas más suaves de lo normal para la época del año durante la mañana, acompañadas de nubes matinales que nos velaron nuevamente el cielo semana tras semana. Esa fue la tónica general del mes hasta la llegada de la semana del 21, cuyo final ya nos presentó sus credenciales para lo que estaba a punto de llegar.

En general, un mes tranquilo y de plácido disfrute por nuestras montañas dándole al pedal de lo lindo (sobre todo a la vuelta), en las que marcamos algún que otro tiempo como si hubiésemos transitado por algún agujero de gusano vistas las horas de llegada a la base, lo cual todo sea dicho, es una gran ventaja al permitirnos bebernos alguna birrita extra por razones obvias. 

Con el mes terminó el uso obligatorio de portar la mascarilla en zonas urbanas, un alivio en aquellas ocasiones en las que todo el aire que precisas no encuentra impedimento.

Julio

El mes tórrido por excelencia no faltó a su cita y llegó apretando como era de esperar, y con él, el fin de las treguas meteorológicas y de las temperaturas suaves. Aún así la suerte nos siguió acompañando, ya que el primer sábado no pasamos de los 31º y tan solo 24 horas después, rozamos los 39º con el primer ponentazo de los días de canícula que barrió la zona hasta bien entrada la tarde, por lo que no se pudo pedir más.

Transcurrió el mes sin percances y con más tranquilidad de la habitual en la montaña, al estar el personal abarrotando ya las playas y chiringuitos con el hambre de sol que se acumulaba tras la primera parte de la pandemia. Aunque el asunto no estaba para echar traca y ya se divisaba la quinta ola azotando el planeta, para una gran mayoría de personal parece que todo esto ya es historia (craso error). Por nuestra parte esperemos que así sea y mientras tanto, nos aprovechamos con ansia de la paz que se respiraba en la montaña, eso sí, con el caloret subiendo a medida que fueron transcurriendo las semanas como no podía ser de otra forma.

Agosto

Mes vacacional por excelencia que obligó en parte, a realizar un corto parón de pedal a cambio de la búsqueda de paz, relax y nuevos horizontes por otras tierras no menos afortunadas.

Aún así, otros rodamos en solitario algo más temprano que de costumbre, a fin de evitar en lo posible el intenso calor al regreso y sobre todo, para no mal acostumbrar al cuerpo y asilvestrar a la burrica, que esperaba ansiosa su dosis de kilómetros, baches y polvo como cada semana.

En solitario visité las tres cumbres en una ruta única (Montiel, Santa Bárbara y  avituallamiento en el alto de Sant Miquel) el primer sábado de mes, aprovechando la vuelta para recoger una buena cosecha de “té de monte” situada en una mina herborística que casualmente descubrí cuando ascendía a trote cochinero en la última subida, infusión que como es sabido y debido a sus particulares propiedades digestivas, antimicrobianas y antiinflamatorias, nos servirá para reconfortarnos en alguna de esas frías tardes/noches de invierno, aliviando la tos, el resfriado o el típico dolor de garganta que en ocasiones nos amenaza con arruinarlos la salida del sábado.

Como viene siendo costumbre, a la vuelta vacacional hubo tema de conversación extra sobre los  recientes lugares visitados y las vivencias acaecidas durante este corto período, y de igual forma y como de costumbre, “la nikoleta” nos inmortalizó en otro agosto, sobre un bello telón de fondo de bosque mediterráneo en una de las zonas habituales por las que solemos transitar.

Septiembre 

Deberíamos destacar a estas alturas de año, que aún sin tener en cuenta las especiales circunstancias vividas durante los últimos meses, en lo meteorológico, el año  también está siendo algo extraño, ya que hemos vivido un verano muy particular al no haber tenido calores excesivos, (cosa bastante rara)  con más lluvia acumulada de lo habitual a estas alturas de año y una potente calima que se prolongó durante muchas semanas, circunstancia particular que nos amortiguó parte del exceso de radiación solar y por ende, nos facilitó semana tras remana las rutas, al mitigar su efecto tórrido sobre nuestra piel.

La lluvia, que cayó torrencial a mediados de mes, reventó los caminos como no podía ser de otra forma, haciéndolos mucho más incómodos en las subidas y más peligrosos en las bajadas, aunque afortunadamente la prudencia, acompañada de un poco de pericia y un mucho de suerte, no ocasionó percance alguno que destacar.

Con la llegada del otoño finalizamos el mes esperando que éste se comporte bien y nos permita rodar sin novedad, disfrutando de nuevo de los intensos olores en la montaña, de la tranquilidad y del fresco ambiente matinal.

Octubre

La temperatura se mantuvo suave durante todo el mes a excepción del sábado 23, en el que la manguita no molestó a primera hora, aunque algunos todavía aguantaron con el equipo de verano, pero aún así, la media fue algo más alta que el año anterior en el que ya rodamos varias semanas con “manguita de serie” a primera hora.

Con esto del cambio climático (que ya está aquí…), la madre tierra se está mosqueando y cada vez son más los avisos a navegantes de que ya hemos llegado tarde…, en fin, por nuestra parte trataremos de no empeorar las cosas y de cuidar de la montaña como siempre hemos hecho, poco más podemos hacer.

En cuanto a las rutas del mes, salvo excepción de un sábado en el que tuvimos “compañía ecuestre” por doquier entre otras actividades “amorosas” relacionadas… :)   la tranquilidad  fue la tónica general en nuestras salidas habituales, aunque el viernes 22 la lluvia hizo acto de presencia a última hora y nos dejo el terreno con más agua y fango de lo habitual. Aún así y con el cielo amenazante, continuamos con la suerte de cara y no tuvimos que abortar la salida prevista, aunque por precaución y a mitad de ruta, nos avituallamos en “Ca Robert” por si las moscas… .

Este año tuvimos nuevamente “cumpleaños en ruta”, algo que no ocurre todos los años. El sábado 30 le cayeron a Salva “62 castañas( la jubilación le acecha…) y seguramente para celebrarlo, observamos que nos habían arreglado la subida principal hasta la cumbre, dado el mal estado en que quedó tras las lluvias de octubre, por lo que ahora solo falta que nos arreglen las bajadas J.

Noviembre

El mes en el que crecen de nuevo las sombras, lo empezamos con una fuerte caída de las temperaturas sin previo aviso como viene siendo habitual (7,6º a la salida de la base), pasando del habitual equipaje de verano al de riguroso equipamiento de invierno, aunque a medida que fue transcurriendo el mes se calmaron un poco las temperaturas, pero el otoño ya parecía quererse instalar y prueba de ello fue la intensa fragancia de “purines” que nos acompañó en ocasiones al atravesar algún que otro territorio bien abonado. Por el contrario y motivo de alegría, fueron las naranjas las que empezaron a tomar color, lo que significaba que pronto podríamos catar el preciado fruto hibernal que luce por doquier.

El sábado 20 se nos terminó la suerte y salimos con “chirimiri”, (será precís… ) pero con la esperanza de que no fuese a mayores. Nuestro gozo en un pozo;  la cosa fue a peor y nos chopamos de lo lindo ya en la ida, por lo que decidimos sobre la marcha, terminar la ruta sin parar al avituallamiento de rigor y dejarlo para la vuelta en la base, pero como los problemas nunca vienen solos, tuvimos el añadido de un pinchazo/grieta en una rueda de Luis que nos hizo parar en multitud de ocasiones para muscular el bíceps dándole al bombín. Desafortunadamente, ni el tubeless pudo mantener la pérdida de aire y líquido a cada metro que avanzábamos bajo la lluvia, por lo que llegamos a la base mojados hasta las trancas, sin almorzar y con un retraso de más de una hora por las múltiples paradas efectuadas, en fin…, alguna teníamos pillar a lo largo del año que nos había perdonado en varios escenarios similares.

Diciembre

Y con el mes y un bizcocho…,  el año tocaba a su fin y como cada año, tratamos de inventarnos algún “atrezzo” especial para inmortalizar con humor la última foto del año,  teniendo ya a la vuelta de la esquina las entrañables fiestas navideñas, y lo hicimos como de costumbre, con una imagen que tratase de evocar las fechas en las que ahora sí, ya estábamos inmersos.

En cuanto a las rutas del mes, el frio hizo su puntual llegada un poco antes de lo previsto en una primera oleada, aunque en nuestras latitudes, no fue para tanto y enfundados en el equipo de invierno y a buen ritmo , rodamos con tranquilidad aunque eso sí, ya con “peucos” desde la última semana del mes anterior. Diciembre y sus fiestas nos premió con alguna ruta extra tanto a principios como a finales de mes, que celebramos como de costumbre avituallándonos en Benaguacil y disfrutando de unos bocatas recién hechos, regaditos con las birritas de rigor.

Concluyendo ya este resumen, decir que ha sido un año más de pedaleo con sus 53 salidas  que no es poco, en el que cada vez somos más conscientes de lo afortunados que somos en muchos sentidos.  Pasan los años y seguimos pedaleando y pasándolo bien con este deporte, es más, personalmente (tal vez sea por los muchos años que un servidor ya va acumulando), muchas semanas a lo largo del año cuando se acerca el sábado y pienso en la bici, me asaltan pensamientos y emociones como aquellas que teníamos allá por el ya lejano 2007 (http://rodaipedal.blogspot.com/2007_08_30_archive.html) cuando la ilusión por rodar en grupo, era un caldo de cultivo que precisábamos mantener activo semana tras semana si o si.  

Pasado el tiempo, esa ilusión sigue estando ahí, latente, tal vez de otra forma más calmada pero presente, y eso es lo la hace realmente importante y por lo que vamos a seguir mimándola mientras las piernas y los pulmones nos respondan.

Y como cada año, el  reto para el siguiente sigue siendo el mismo, es decir, poder completar otro  año más de pedaleo, acumular a ser posible nuevas sensaciones y añadirlas a esta bitácora que tal vez en algún momento futuro, nos permitirá recordar con emoción tanto a través de las palabras como de las imágenes que vamos año tras año recopilando, los muchos y buenos momentos pasados en buena compañía y a lomo de nuestras máquinas de dos ruedas.

 


¡¡ Feliz 2022 !!

Roda i Pedal ©